Fecha: 14 de Abril de 2015
Lugar: LA POSADA DE LA VILLA
Cava Baja, 9
MADRID
Asistentes: Rafael Amargo (invitado), Mariano Fernández Bermejo, Jacinto
Santos, Agustín Ruiz, Alejandro Muñoz Calero, Puri Mora, Luís Blázquez, Antonio
de la Riva, Julio Rodríguez, Gerardo Viada, Miguel Muñoz Calero y Luis Yáñez.
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Siendo como es el
flamenco un arte, en toda su dimensión, desde sus facetas más significativas
como el toque, el cante y el baile,
hasta el más mínimo detalle de su expresión, nunca he entendido porque se le ha
asociado siempre con gentes de bajo nivel cultural, como si fuera algo de una
categoría inferior, algo así como un arte menor. Estando ante Rafael Amargo esta teoría se cae por si
sola de una forma estrepitosa. Nuestro invitado de hoy es un auténtico erudito
en el mundo del flamenco donde para entenderlo y comprenderlo es necesario
llevar a cabo una profunda investigación y sobre todo tener una gran dosis de
sensibilidad. Para todos los que este día compartimos mesa y mantel con él, nos
llevamos una gratísima sorpresa, al
encontrarnos con una persona,
cercana, entrañable, y de una amplia y vasta cultura. Su amenidad y su verbo
fácil nos transportaron a un mundo ilusionante, de ensueño, donde hubo momentos
que nos parecía estar entre las bambalinas de un teatro de fantasía. ¡Qué grande eres Rafael, como
conseguiste hacernos soñar!.
Su nombre de pila es
Jesús Rafael García Hernández, nacido un 3 de Enero de 1975 en Valderrubio
provincia de Granada. Pueblo que desde la dominación romana hasta bien avanzada
la Edad Moderna tomó el nombre de “Aquae Rosae” por el color de los cantos
rodados del fondo de su río, y tal vez por una derivación popular y por su similitud fónica, se le llamó
durante muchos años “Asquerosa”. A partir del descubrimiento de América, cuando
por primera vez los conquistadores trajeron el tabaco a España, este fue el
primer pueblo de Europa donde se cultivó esta planta debido precisamente a la gran fertilidad del valle en que se
encuentra, por lo cual pasó a denominarse “Valle del Tabaco Rubio”, que se
mantuvo hasta el año 1943, y que desde entonces asumió el acrónimo de
Valderrubio, nombre por el que se conoce actualmente.
Rafael Amargo es una
fuente inagotable de anécdotas, datos y vivencias que conforman de alguna manera su acusada
personalidad. Su memoria prodigiosa se remonta a su niñez, de la que guarda un
recuerdo vivo aderezado con el cariño de los suyos. De los avatares de su
juventud por la que pasó rápidamente, ya que necesitaba hacerse mayor para
iniciar una carrera de artista que le ha marcado de por vida.
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“El
motivo por el que toma el nombre artístico de Rafael Amargo, es debido a una
anécdota que le ha contado su abuelo Florentino que actualmente tiene 97 años y
que es un gran conocedor y admirador de la obra de Lorca. “Antonio el Amargo”,
era un gitano de una gran belleza, del que Federico García Lorca estaba
enamorado y que todas las tardes amarraba el caballo en la fachada de la casa
de su abuela, donde Federico iba todas las tardes a verle a través de los
visillos de una ventana, y es precisamente allí donde escribió el romance
“Amargo”. El poeta granadino Curro Albaicín que conocía la historia es el que
sugiere el nombre de Rafael por mi
abuelo y Amargo por la historia que
escribió Lorca en mi casa; y desde entonces llevo este nombre artístico con un
gran orgullo y respeto.”
“Rafael
Amargo ha tenido una carrera artística meteórica, que da comienzo en el año
1991 cuando se fue a Sevilla para hacer la prueba en el Ballet Azabache que se
estaba preparando con gran pompa para la Expo-92. Tuvo la mala suerte de llegar
tarde, cuestión de minutos, y no le permitieron hacer la audición pese a sus
angustiosas súplicas. Le dieron lo que se dice con la puerta en las narices.
Con gran tristeza se vino a Madrid y tuvo la gran suerte de ver el ballet de
Goyo Montero el día de la Hispanidad, una obra presentada por Paloma San
Basilio y Fernando Rey, con la actuación
de Joaquín Cortés y Antonio Canales, y me dije “esto es lo que quiero hacer”. Con 16 años empiezo a trabajar con
Lola Flores en un programa de televisión de Antena 3 que se llamaba “Sabor a
Lola”, posteriormente entro en la Compañía de Antonio el Bailarín donde estuve
varios meses. A instancias de su padre que le había dicho que si quería ser
artista tenía que hacer una carrera, estudia la de Arte Dramático, ya que la
carrera de Baile se hacía por el Conservatorio y no tenía carácter académico,
como si el Baile no fuese una carrera, pero
ese era el planteamiento de mi padre y no era cuestión de discutírselo.
Mientras estudiaba trabajé en el Café de Chinitas con La Chunga y Micaela que
me enseñaron muchísimo, también lo hice en las compañías de María Rosa, el
maestro Granero, el maestro Luisillo, Rafael Aguilar y en otras más, pero
siempre por poco tiempo, ya que tenía el convencimiento de que quería volar
solo. Después de estas experiencias tan interesantes, me fui tres años a Japón
a prepararme en serio y adquirir la técnica y responsabilidad de trabajo.
Regreso a España y con 22 años creo mi propia compañía estrenando “La Garra y
el Angel” en el Teatro Bellas Artes de Madrid, y es aquí mismo dos años después
con el estreno de “Amargo” donde alcanza un gran éxito y la crítica y el
público se rinden ante él. Esta obra la produjo el director de Stampa, (Victor
del Campo), con una escenografía del Teatro de Viena que me trajeron así como
un vestuario lejos de los tópicos del flamenco, volantes, lunares y faralaes, pero
que resultó maravilloso por lo novedoso que era”.
“Cuando
llegué a Madrid con 16 años, la capital vivía una de sus mejores épocas. Fueron
tiempos en el que los artistas se desbordaron en su más fructífera producción
con los primeros vientos de libertad. Se venía de una represión política y
social de muchos años y la democracia favoreció sin duda alguna la explosión
del arte en todos los órdenes. Fue la época de la famosa “movida”, aquel
movimiento contracultural que se oponía a las formas sociales establecidas por
una sociedad reprimida. Posiblemente aquellas personas de los años 80 eran tan
modernas o más que nosotros, pero ellos no tuvieron la posibilidad de disfrutar
de la libertad que hoy tenemos. Aunque si es cierto que a ellos les debemos los
logros que se han alcanzado en este terreno”.
“Considera
que es muy importante para cualquier artista que otros le acompañen y
reconozcan su obra. Según él, tuvo la gran suerte que figuras contrastadas de
la pintura española le acompañaran y colaboraran en sus estrenos. Luis
Gordillo, Rafael Canogar, Esperanza D’Or, y otros más, fueron un gran valor
añadido en la difusión de su obra, puesto que el decorado juega un papel
determinante en la presentación de un espectáculo. Picasso hizo decorados para
obras de Antonio el Bailarín, algo que fue muy importante en aquella época tanto
en los decorados, como en el vestuario o en la escenografía. El arte en
cualquiera de sus manifestaciones, cuando se une, el resultado es sublime. Por ejemplo
en el caso de Joaquín Cortés, el hecho de que Armani le ayudara con su moda y
su gran estilo, así como la relación que tuvo la modelo Noemí Campbell, fueron
hechos muy mediáticos que le favorecieron notablemente en su carrera”.
“Lamenta
que últimamente no salgan figuras mediáticas en el mundo del baile flamenco.
Desde que apareció él, salvo Farruquito no ha vuelto aparecer ningún artista
flamenco con solvencia. Se podrían citar los artistas flamencos de los últimos
50 años que han tenido o tienen fama y reputación a nivel internacional:
Antonio Ruiz Soler (el Bailarín), Antonio Gades, Antonio Canales, Joaquín
Cortés y Rafael Amargo. Un artista tiene que saber en primer lugar lo que
realmente quiere y después saber transmitirlo. Si lo que haces es bueno el
público sabe corresponderle a uno con el aplauso y el reconocimiento, que es el
mejor de los estímulos para cualquier artista”.
“En
su opinión Lorca era y es fuente permanente de arte e inspiración. Por supuesto
que siempre ha sido más conocido por la grandeza de su obra literaria, pero
también era un músico extraordinario. De él son: “Anda jaleo”, “Café de
Chinitas”, “Los cuatro muleros”, prácticamente a todo el cancionero gitano le
puso música, él mismo escribía las partituras, lo interpretaba al piano y le
ponía las letras. Tuvo como maestro a Manuel de Falla y según se dice era un alumno de lo más
aventajado”.
“Rafael
Amargo viene de la cuna de García Lorca. En casa de su familia se hizo la
primera biblioteca en al año 1936, y quiérase o no, si uno es flamenco y ha
leído un poco a Lorca, te da muchas posibilidades. Ese tópico de que el
flamenco es analfabeto, no lo comparte, aunque reconoce que anteriormente
pudiera ser cierto, pero hoy felizmente ya no es así. Pared con pared con la
casa de mi abuela estaba la casa de la Bernarda, donde iba Federico muchas
tardes a escuchar los chismes de esta señora y las demás vecinas por el hueco
del pozo, que antiguamente estaba compartido y separado por un tabique, y allí
oyendo furtivamente las conversaciones es donde escribe una de sus mejores
obras dramáticas, “La casa de Bernarda Alba”, que nace de unas historias reales”.
“Hay
una historia de Federico García Lorca relativa al “duende” que resulta de lo
más ilustrativo. Definió el “duende”; “Como algo que no se puede aprender, o lo lleva
uno dentro o jamás lo podrá tener”. En una tertulia que tuvo Lorca con una
serie de intelectuales de la época en el Hotel Ritz de Barcelona donde dio una
conferencia sobre el “Juego y Teoría del Duende”, que resultó de lo más
brillante, los asistentes al final le premiaron con un largo aplauso, por la
clarividencia con la que definió este sentimiento. Precisamente de ahí sale la
famosa frase de la Tia Anica “La Piriñaca de Jerez” que dijo: “Mira yo soy gitana y soy inculta, pero
cuando canto la boca me sabe a
sangre”, y ese sabor a sangre del que hablaba “La Piriñaca” es el auténtico
duende. Fue tal el impacto que me causó leer la conferencia de Lorca, que hice
un espectáculo al que titulé, “La dificil
sencillez”.”
“Estuve
cuatro meses en México, en una especie de Campeonato mundial de baile
patrocinado por Televisa, y todos los fines de semana iba visitar a Chavela
Vargas, en la época en que ya estaba muy delicada de salud. Me contó numerosas historias
vividas intensamente por ella, que me parecieron de lo más sugestivas e
interesantes, tanto fue así que le propuse hacer una película, aún sabiendo que
ella era muy hermética en sus cosas, pero sorprendentemente me contestó
mirándome a los ojos, con aquella voz quebrada y aguardientosa, “Contigo si”; y
la hicimos, y cuando la terminamos fui a visitarla y se murió, y me dio el
último beso que llevo grabado en mi muñeca derecha para toda la vida;
(efectivamente lleva tatuados unos labios y una inscripción que dice: “Bésame siempre Macorina”), alusiva a
aquella mujer bellísima, hija de un negro y una china, que conoció cierto día en el malecón de La Habana,
y que fue el gran amor de su vida”.
“En
el flamenco actual la fusión lleva en muchos casos a la confusión, lo cual ha
hecho mucho daño. Se ha manipulado el flamenco para llevarlo al terreno de lo
comercial para poder venderlo, pero no siempre se ha hecho con un criterio
serio, ya que en muchas ocasiones se apartaron de la pureza del mismo lo cual lo perjudicó considerablemente. Por ejemplo
Camarón que era el más comercial de todos los cantaores, jamás se apartó de la
pureza y por eso ha pasado a la historia como uno de los grandes del flamenco.
Como en todo, también en el flamenco hay que admitir las nuevas corrientes
artísticas, pero sin perder los referentes que han hecho de él lo que hoy es,
un arte reconocido mundialmente”.
“La
sevillana dentro del árbol genealógico del flamenco, es un cante y un baile que
es lo que más se asemeja al folclore y a la fiesta, no es uno de los cantes
grandes como la seguiriya, la soleá, el martinete, los cantes de la fragua, y
otros más que tienen desde siempre esa categoría de cante grande, que es aquel
que duele de verdad. El bailar sevillanas, no es una cosa fácil, puesto que es
el hombre lo que tiene que hacer es pasar desapercibido, en un segundo plano, y
hacer que se luzca la mujer en toda su feminidad”.
“Es
curioso que Rafael Amargo se considere asimismo un bailaor del norte de España.
La primera vez que llenó un teatro fue en el Kursaal de San Sebastián, y eso no
lo olvidará jamás. Nunca ha bailado en la Bienal del Flamenco de Sevilla,
después de haberlo hecho en el Metropolitan de Nueva York, en el Nomura de
Tokyo, en el Kursaal de San Sebastián, en las cuevas de Zugarramurdi haciendo
la semana de la música de Manuel de Falla, en el Palau de la Opera de Barcelona
con un espectáculo flamenco con adaptación de obras de Verdi y de Puccini; no
sabe el motivo por el que no ha sido nunca requerido en su tierra, en la
Andalucía de su alma. Felizmente la Junta de Andalucía le ha contratado para
actuar este año en Granada, 20 años
después de mi primer debut. Nunca es tarde, y espera que esta iniciativa no se
pare y pueda seguir trabajando en su tierra”.
“Pese
a la poca “gracia” que puedan tener en Japón, como la entendemos nosotros, sin
embargo hay que estar muy agradecidos al pueblo japonés, que nos recibió con
los brazos abiertos y nos dio trabajo a muchos artistas españoles. Hoy en aquel
país hay un enorme interés popular por conocer el flamenco, y ya hay
guitarristas y bailaores que lo están haciendo de una forma muy aceptable.
Aunque de otra forma, también reconozco la ayuda que prestaron a muchos
artistas los señoritos de la época franquista, que los contrataban para fiestas
privadas, pero aunque no fuera lo deseable, aquellos buenos duros de aquel
tiempo, servían para llenar el puchero de forma que pudieran comer sus hijos.
Lo que es realmente triste es lo que sucede hoy en día, con la nula o
escasísima ayuda que tiene el flamenco en todas y cada una de sus expresiones.
Reportajes como la película realizada por Rafael Amargo sobre Chavela Vargas, o
el documental sobre Manuel de Falla, obra del músico argentino José Luis
Castañeira, que fueron rechazados pese a ser gratis la oferta, solo pedían que
se emitiese, pero el argumento para no aceptarla era que ese tipo de programas
no da audiencia, y por lo tanto no interesaba. Una prueba más de que los temas
culturales no tiene interés alguno en las televisiones públicas ni privadas,
dado el bajo share de audiencia que consiguen. ¿De qué se trata, de difundir
cultura o de embrutecer a la ciudadanía con programas alienantes?. Mal vamos así”.
Nos dejó un buen
número de frases que ponen de manifiesto su condición de artista, que lleva por
bandera la pureza en todo aquello que representa:
“Dicen
que el “duende” está al filo del vértigo de la muerte”.
“No
hay emoción sin “duende”.
“Me
gustan los poetas con fatigas, que sufren, que sangran y que al escribir
aprietan la tinta en el papel”.
“España
tiene muchos signos de identidad, y entre ellos por supuesto, están los toros y
el flamenco”.
“Siempre
me ha gustado mezclar lo culto y lo inteligente con lo mediático”.
“Muchas
de las obras que bailo están escritas por mi abuelo”.
“Hoy
en día hay una brutal exposición y exhibición de todo lo que se hace, como si fuera
una necesidad vital”.
“Las
cosas que son de verdad y auténticas, pasan una sola vez en la vida”.
“La
generación actual es más bien un triste reflejo de una provocación que no sabe
lo que hacer y lo que es peor sin
horizonte alguno”.
“Su
arte está enraizado con el pueblo que es donde nace la verdad”.
“Como
artista considera que tiene mucho más “pellizco” que técnica”.
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Un sinfín de teatros
y auditorios fueron testigos de sus producciones, la mayor parte de ellas
inspiradas en nuestros poetas mayores y sin perder nunca la referencia del
flamenco. También se ha dejado la piel y ha vertido su arte en muchos tablaos
en los que el flamenco se ha podido saborear en su estado más puro y natural.
Sus manos, sus
gestos, su mirada profunda hablan por él. Un artista con una sensibilidad
exquisita y con un corazón que no le cabe en el pecho, que como dice su compañera
de profesión Pura Mora, es capaz de quedarse sin comer por socorrer al que lo
necesita.
Dejamos las puertas
de nuestro Foro abiertas para que un artista como Rafael Amargo pueda volver
cuando quiera. Hoy nos ha visitado un bailaor español, que entre otras muchas
cosas, representa la más pura esencia del baile flamenco.
Ha sido un auténtico
placer haber departido contigo estas horas, en las que nos has enseñado muchas
cosas desconocidas para nosotros, cosas que no están en los libros, ni constan
en ningún archivo, están solamente en tu memoria, y hoy con tu gran generosidad
nos las has ofrecido generosamente a cambio de nada.
Muchas gracias
Rafael, hasta siempre.
Por:
Luis Yáñez.
