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sábado, 26 de agosto de 2017

ALMUDENA GARCIA-RUBIO EN LA JAULA DE GATOS.

Fecha: 21 de Junio de 2017
Lugar: La Posada de la Villa
          Cava Baja,  9
          M A D R I D


Asistentes: Almudena García-Rubio (invitada), Mariano Fernández Bermejo, Jacinto Santos, Guillermo Llamas, José Ignacio Rodrigo, Juan Chaves, Alberto Sánchez Horneros, Germán Gamazo, Tamara Muñoz Calero, Luís Blázquez, Antonio de la Riva, Jaime Porras, Ana García Hernando,  Javier Bermejo, Cristina Carrillo, Juan Llopis, Enrique Chico, Gerardo Viada, Miguel Muñoz Calero y Luís Yáñez.
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Hoy nos ha visitado Almudena García-Rubio. Ha sido un gran acierto haberla invitado a nuestro Foro. Madrileña de nacimiento. Licenciada en Geografía e Historia. Forense y Osteoantropóloga. Una auténtica autoridad en el complicado y desconocido mundo de la antropología funeraria. Persona de gran formación, capaz de enfrentarse y romper todos los tabúes con los que lamentablemente se encuentran la mayoría de las mujeres en un sector tan profesional y complejo como el que hoy nos ocupa. De un gran aplomo y con enorme fundamento, el cual, deduzco, le viene dado por la seguridad que da una alta preparación y una gran especialización como la que ella tiene. Posiblemente hoy en España sea una de las personas que poseen  
conocimientos más profundos y serios  en el mundo de la osteoarqueología. Su trayectoria y su prestigio hablan por sí solos. El reconocimiento a su labor es incuestionable, como prueba el hecho que sus solventes estudios y resultados en el mundo antropológico le hayan posicionado en el lugar que hoy merecidamente ocupa. En cualquier trabajo que lleve o haya llevado a cabo en su ámbito, su opinión siempre será tenida en cuenta y será muy valorada, prueba inequívoca de su gran categoría y talla profesional.
Uno de sus últimos trabajos fue el que llevó a cabo  en la cripta del convento de las Trinitarias de Madrid, formando parte de un equipo con gran experiencia, en la búsqueda de los restos de Don Miguel de Cervantes. El resultado después de mucho esfuerzo, según la opinión generalizada, ha sido todo un  éxito; si bien es justo decirlo, hubo un poco de suerte a la hora de las excavaciones, sobre todo en la localización y el lugar donde debían iniciarse los trabajos. 
 Aunque es cierto que no fue posible individualizar todo  el despojo que se  localizó, el ataúd en que se descubrieron restos óseos de varias personas, si se puede asegurar en un alto porcentaje, que entre ellos se encuentran los restos de Cervantes. En el último momento cuando ya estábamos dando por finalizados los trabajos, y casi perdiendo la esperanza, nos dimos cuenta que el propio suelo nos decía que siguiéramos, y así lo hicimos y es cierto que si no hubiera aparecido el cajón funerario  con la reducción de restos, difícilmente hubiéramos podido seguir las excavaciones, casi con toda seguridad lo hubiésemos dejado.  
Muchos desde el desconocimiento se han preguntado por qué no se ha intentado llevar a cabo las investigaciones con el ADN, acrónimo del Acido Desoxirribo Nucléico, la aclaración es definitiva y rotunda por parte de Almudena: “El ADN no sirve para casos como este, en los que no hay comparativo alguno con restos de otros familiares directos”. Lo que si sería interesante, es iniciar un proyecto serio, extrayendo muestras genéticas de los fragmentos óseos que se descubrieron, correspondientes a varones, y dentro de una línea de trabajo ortodoxa como la que se ha llevado hasta ahora, desarrollar una investigación muy profesional sobre la posibilidad de descubrir los restos de un tío-abuelo de Cervantes que tuvo un cargo eclesiástico importante en Córdoba, y que fue enterrado en una iglesia de aquella ciudad, cuya tumba supuestamente no haya sido tocada, entonces si se podría llevar a cabo un análisis comparativo y nos permitiría despejar todo tipo de dudas. Pero eso no puede saberse hasta que no se lleve a cabo tal excavación, cuyo principal problema estriba en que para ello se necesita una financiación que hoy en día nuestro país, no está por la labor de habilitar una partida económica importante en un proyecto que en principio no aseguraría el éxito a 100%.

A nivel forense la dentición es una clave muy importante para la identificación, pero esta técnica es posible de unos años a esta parte, ya que hay registros odontológicos con los que poder comparar, pero hace solamente unas cuantas décadas, registros de este tipo no había absolutamente ninguno. En un manual de antropología forense que utiliza la policía en casos domésticos,  a la dentición se le da una importancia definitiva y clave para la identificación.
Según un historiador que consiguió hace años un permiso especial para entrar y poder trabajar en el convento, estuvo investigando en los documentos para ver si encontraba el testamento de  Cervantes, que posiblemente, aunque esto no deja de ser un supuesto, esté en poder de la Orden de las Trinitarias, y en el que según se presupone, reflejaría el expreso deseo del escritor de ser enterrado  en este lugar. Hubiera sido un hallazgo extraordinario de un incalculable valor histórico haber encontrado dicho testamento, pero lamentablemente no lo encontró. Quién sabe dónde estará.
Cuando se iniciaron las excavaciones para la búsqueda  de los restos del escritor, se crearon algunas expectativas basadas en varias hipótesis, entre ellas la de encontrar unos despojos de alguien al que le faltase un brazo, con lo cual se podría suponer que correspondieran al “manco de Lepanto”, o sea a Don Miguel de Cervantes. 
Para los trabajos iniciales hubo que reconstruir una historia muy larga y un tanto compleja, eso sí basada en todo momento en una documentación histórica, arqueológica y antropológica. Despejar la duda primitiva y saber cual era el lugar exacto de la ubicación de la tumba dentro del convento de las Trinitarias,  resultaba bastante complejo y difícil, máxime teniendo en cuenta que el enterramiento se había realizado en 1616, es decir hace 400 años, y además en aquellos años tanto la iglesia como el convento ocupaban un espacio muy reducido, lo contrario que hoy en día que ocupan toda una manzana en el llamado “Barrio de las Letras”
 delimitado por las calles Lope de Vega, Quevedo, San Agustín y Cervantes. Lo que sí está  demostrado es que la muerte de Cervantes tuvo lugar el 22 de Abril de 1616, sin embargo su fecha de nacimiento no hay seguridad alguna de la misma, aunque algunos aseguran que fue en Alcalá de Henares el día 29 de Septiembre de 1547, sin embargo el día de su bautismo, según unas actas parroquiales, acreditan que tuvo lugar  en la parroquia de Santa María la Mayor el 9 de Octubre de 1547. El rastro lógicamente se pierde con el paso de los siglos; pero de alguna forma fueron capaces de reconstruirlo a pesar de las reformas y ampliaciones que se sucedieron en tan largo período de tiempo, así como el traslado  y localización del cajón de reducción con huesos de 17 personas que fueron enterradas junto a Cervantes en la iglesia primitiva. Los restos estaban en muy mal estado de conservación, muchos de los fragmentos eran milimétricos, con lo cual reconstruir un esqueleto era una labor ardua y casi imposible. Lo que si consiguieron fue saber lo que había en la cripta; 6 hombres, 4 mujeres y el resto niños. Aunque fue un momento de cierta decepción, el equipo sufrió instantes en los que hubo algunas diferencias  de cómo estábamos viviendo aquella situación, precisamente por la frustración que sentíamos por no haber podido individualizar los restos de Cervantes. 
Pese alguna que otra discrepancia sin mayor trascendencia, lo  cierto es que pese a todo,  encontramos lo que con tanta ilusión habíamos buscado, y hoy podemos asegurar en un alto porcentaje que los restos hallados corresponden al “Príncipe de los Ingenios”,  aquel que fue soldado, novelista, poeta y dramaturgo, es decir a  Don Miguel de Cervantes Saavedra.
La cripta  reveló bastantes sorpresas, ya que antes de llegar en las excavaciones al nivel del siglo XVII, donde estaba el osario cervantino, había unos niveles cementeriales posteriores y totalmente desconocidos, donde se hallaron  restos de más de 500 niños sin ningún tipo de registro, salvo dos casos concretos que fueron los únicos que se pudieron identificar y que supuestamente pertenecían a clases acomodadas. Casi con toda seguridad estos cadáveres de niños tienen que ver con las grandes epidemias de còlera y de otras enfermedades del siglo XIX, cuya mortalidad infantil fue elevadísima. 

Cerca de esta zona estaba la Inclusa de Madrid y se podría pensar que estos niños pertenecieran a ella, algo que está totalmente descartado, pero al llevar a cabo la investigación en los archivos de esta institución, se da uno cuenta del abandono masivo de niños que había en aquella época, principalmente  a causa de la situación de pobreza extrema, así como hechos tan significativos de la época; 
Guerra de la Independencia,  Guerras Carlistas y las crisis agrarias entre otras muchas circunstancias, que movilizan a las gentes a huir  del medio rural hacia las grandes urbes, principalmente  por seguridad y por miedo, lo cual conlleva una hacinamiento y hambruna en las ciudades que provoca grandes epidemias infecciosas, tales como cólera, peste, tifus exantemático, fiebre amarilla y brotes de sarampión, viruela y difteria, que diezman la población en pocas décadas.

En este tipo  de excavaciones siempre hay un planteamiento ético, puesto que con lo que se trabaja es con restos humanos, que no son piedras o cerámicas, que tendrían un tratamiento distinto. En ningún momento se planteó la búsqueda de los restos de Cervantes por una cuestión mórbida, todo lo contrario, lo que se buscó desde un principio fue una información veraz, y con ese criterio se consiguieron los objetivos en la línea de un diseño  y unas acciones  de lo más respetuosas.
Lo incomprensible es que personajes tan señeros e ilustres de la historia de España, todavía a estas alturas no se sepa donde están enterrados algunos de ellos, habiendo hoy en día más que suficiente metodología para buscarlos, con grandes posibilidades de éxito. 
Por supuesto que es un trabajo difícil, pero no imposible, lo que tiene que haber es un proyecto serio y liderado por el propio Ministerio de Cultura y con la colaboración incondicional de otros organismos oficiales, como Universidades y Patrimonio Nacional, ya que desde la iniciativa privada es materialmente imposible que prospere un intento de este calibre, dado el elevadísimo coste que representaría cualquier tipo de investigación que se quisiera llevar a cabo.
 En Inglaterra, por ejemplo, en el caso de los restos del Rey Ricardo III, que nadie sabía el lugar en el que estaban, una señora estudiosa de la vida, anécdotas y de los más mínimos detalles de este controvertido rey, llegó a la conclusión que sus restos estaban en un lugar determinado, parece ser que en un aparcamiento de un centro comercial, y con lo cuidadosos que son los ingleses tanto con su monarquía como con su patrimonio cultural, a partir de ese mismo instante tomaron cartas en el asunto todos los organismos públicos, desde el Ministerio, la Universidad, Patrimonio, etc., 
apoyados eso si por el Estado, de tal forma que hoy han levantado un museo muy interesante con los restos de Ricardo III, pese a ser un rey de una leyenda negra bastante tormentosa. No es entendible  que siendo lo que ha sido Cervantes, como figura de trascendencia mundial, haya habido tan pocas iniciativas para intentar descubrir donde estaban sus restos. 

La primera de ellas fue durante el reinado en España de José I Bonaparte (1808-1813), que intentó hacer lo que había hecho su hermano Napoleón en París,  un panteón de hombres ilustres, encargando para ello a un médico y dos arquitectos para que hicieran las pesquisas pertinentes, para averiguar que había sido de los restos de Cervantes, así como de otros personajes ilustres, pero al final todo quedó en un proyecto que no llegó a prosperar, puesto que como sabemos el rey José I Bonaparte tuvo que salir de España de un forma precipitada. 
Hubo otro intento de investigación hacia 1888 durante la Regencia de Maria Cristina de Habsburgo, por parte de la Real Academia de la Lengua, que inició la investigación partiendo de los libros de registro de las propias monjas trinitarias, pero que tampoco llegó a nada en concreto, salvo poner en regla parte de la documentación relativa a los enterramientos conventuales.  
En la Guerra Civil Española de 1936, la iglesia, la sacristía y la bajada a la cripta, fue respetada, permaneciendo tapiada durante toda la contienda, al contrario que el resto del convento que fue ocupado por varias familias durante los años de guerra. Es de suponer que este tipo de medidas, más que por un conocimiento científico, fue por la supuesta rumorología popular, de que allí estaba enterrado Don Miguel de Cervantes, y esto de alguna forma preservó el lugar de cualquier tipo de expolios o actos vandálicos.
Es cierto que el trabajo forense es siempre muy anónimo, puesto que en todo momento las cosas van siempre por la vía legal y por ello rara vez salen a la luz pública a través de los medios de comunicación. En la cuestión arqueológica, todos aquellos que están interesados, hoy en día tienen acceso a muchos medios de consulta, incluso se editan revistas especializadas que dan una información muy puntual y técnica.
En todos estos temas de investigación arqueológica, hay que ser muy cuidadosos a la hora de dar cualquier tipo de noticia respecto a los hallazgos que se vayan consiguiendo; ya que una cuestión mal explicada en un momento determinado, resulta imposible dar marcha atrás en ella, puesto que difícilmente uno va a tener la oportunidad de rectificar. Por ejemplo después de todos los trabajos que se llevaron a cabo en el proceso de investigación de la cripta de Cervantes, las explicaciones que se dieron en todo momento, fueron de una prudencia extrema. Varios medios de comunicación les  reprocharon el no haber aparecido con más frecuencia dando algún tipo de información de cómo iban desarrollándose los trabajos día a día, algo que si se hubiera hecho, con toda seguridad habría resultado muy farragoso, muy complicado de explicar y posiblemente muy difícil de entender.
Hay que tener en cuenta que para dar cualquier tipo de información de esta naturaleza,  tendrían que haber intervenido científicos especialistas en historia, arqueología, antropología, etc. etc., y con toda seguridad para los profesionales de la prensa, sin menospreciar su preparación, las explicaciones, por muy concisas y concretas que fuesen, no hubieran resultado fácilmente entendibles.
A día de hoy se puede asegurar que los trabajos de investigación que se han realizado en la cripta de Cervantes, han sido muy profesionales, y en todo momento se han asegurado y documentado minuciosamente todas las investigaciones que se hicieron. Podemos decir que  hoy en día en España, hay medios humanos y tecnológicos más que suficientes para llevar a cabo cualquier tipo de investigación en el terreno que sea. Comparativamente con los países más avanzados, en el nuestro se trabaja con la misma profesionalidad que en cualquiera de ellos. En España hoy en el plano tecnológico así como en laboratorios, analíticas y expertos los hay iguales y con el mismo prestigio que los que pueda haber en cualquiera de los países más avanzados en este campo.
La investigación sobre Cervantes, por el momento digamos que se ha terminado, ya que para iniciar  cualquier otro tipo de acción nueva en este sentido,  haría falta un proyecto a lo grande, con un apoyo institucional muy importante para poder avanzar de una forma rigurosa y solvente, algo que ni ahora ni hace dos años cuando estaba toda esta investigación en el punto más álgido, ni siquiera entonces se planteó esta posibilidad, y de no ser así, sin esa solidez financiera, imprescindible, correríamos un grave riesgo de entrar en el terreno de la especulación y la incertidumbre, lo cual no sería bueno en el plano científico. La intención de la investigación no fue otra que la de acercarse a la figura del escritor, no solamente desde el punto de vista literario, sino desde el ámbito de lo cultural y de lo científico, es decir con la óptica del siglo XXI.
El terreno de la investigación en cualquier materia, está poco reconocido en España, concretamente todo aquello que  de una forma muy especial se lleva a cabo en el campo de la ciencia y en el de la cultura del patrimonio. Es cierto que estos tipos de búsqueda e investigación, no son de una utilidad pública directa, si lo vemos desde un punto de vista práctico y de servicio imprescindible para la ciudadanía, pero no se puede negar que todo ello forma parte del conocimiento y de una riqueza, que no es tangible, si es a todas luces imprescindible y necesaria para poder despejar muchas incógnitas, que si no se hubiesen hecho, desconoceríamos su valor cultural, que como sociedad sería imperdonable que despreciásemos. No podemos olvidar que lo que se ha conseguido en los trabajos que se han llevado a cabo, han sido para saber donde estaban los restos de Cervantes, considerado la máxima figura de la literatura española y una de las más reconocidas a nivel mundial, algo que en la opinión de la mayoría, justifica todo lo que se ha hecho hasta este momento.   
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Un tema como el de hoy no deja de ser un tanto complicado para aquellos que no tienen la suficiente preparación en una materia tan compleja como esta. Pero si es cierto que desde el momento, en que Almudena García-Rubio nos dio una serie de datos y explicaciones, abundando  con largueza sobre esta cuestión, a todos se nos despertó un interés inusitado sobre los restos de Cervantes, de la misma forma que el reconocimiento  a este magnífico equipo de profesionales de la empresa Aranzadi, que fue capaz de realizar un trabajo tan especializado y con unos resultados tan brillantes. Nuestra más sincera felicitación a todos ellos.
Es verdad que lo descriptiva y generosa exposición que  nos hizo nuestra invitada, fue lo que nos sedujo e hizo que el entusiasmo se manifestase en todo el grupo de tertulianos de una forma espontánea. Fueron tantos los datos de interés  que nos fue aportando a lo largo de la velada, que al final el que más y el que menos, descubrió un terreno nuevo y apasionante.
En cierta ocasión dijimos que este Foro se engrandece y prestigia con la talla de sus invitados; hoy más que nunca podemos decir que Almudena García-Rubio ha calado hondo y dejado una huella imborrable y difícil de olvidar. Su currículo le avala. Ha sabido aportar a lo largo de su disertación ese punto preciso donde la ciencia más exacta y rigurosa  la entremezcla con lo ameno, con lo cual consigue que el tiempo discurra de una forma pausada y tranquila, y sobre todo sin posibilidad alguna de tedio.
Gracias Almudena,  por tu generosa intervención, y por todo lo que nos has ilustrado en un tema tan interesante y de actualidad como el que hoy hemos tratado. Muchas gracias, de verdad. Siempre será un privilegio poder recibirte y compartir contigo otras cuestiones interesantes que también gozan de importancia y de prestigio. 
Recibe un cordial saludo de este grupo humano que desde hace años se desvela por traer a su cita personas que como tu puedan aportarnos cosas de interés científico y social.
Hasta siempre Almudena. Muchas gracias.
Por: Luis Yáñez.



P.D.
A iniciativa de todos los miembros de este Foro, se redacta este manifiesto por el que se solicita de nuestro gobierno que habilite los medios económicos suficientes para seguir investigando en torno a los restos de Cervantes y de otros prohombres que tanto brillo han dado a nuestras letras.


                      M A N I F I E S T O

“ESTE FORO “JAULA DE GATOS”, DESDE AQUÍ QUIERE HACER UN LLAMAMIENTO A LAS INSTITUCIONES DEL ESTADO, PARA QUE SE INVOLUCREN Y COMPROMETAN DE UNA FORMA DEFINITIVA E INCONDICIONAL, EN LA CONTINUIDAD DE LOS TRABAJOS DE INVESTIGACION ACERCA DE LOS RESTOS DEL MAS ILUSTRE Y REPRESENTATIVO GENIO DE LAS LETRAS ESPAÑOLAS, DON MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA; ASI COMO DE OTROS LITERATOS QUE IGUALMENTE DIERON FAMA Y GRANDEZA A NUESTRA LENGUA A LO LARGO DE LA HISTORIA”.