Fecha: 21 de Junio de 2017
Lugar: La Posada de la Villa
Cava Baja, 9
M A D R I D
Asistentes:
Almudena García-Rubio (invitada), Mariano Fernández Bermejo, Jacinto Santos,
Guillermo Llamas, José Ignacio Rodrigo, Juan Chaves, Alberto Sánchez Horneros,
Germán Gamazo, Tamara Muñoz Calero, Luís Blázquez, Antonio de la Riva, Jaime
Porras, Ana García Hernando, Javier
Bermejo, Cristina Carrillo, Juan Llopis, Enrique Chico, Gerardo Viada, Miguel
Muñoz Calero y Luís Yáñez.
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Hoy nos ha visitado
Almudena García-Rubio. Ha sido un
gran acierto haberla invitado a nuestro Foro. Madrileña de nacimiento. Licenciada
en Geografía e Historia. Forense y Osteoantropóloga. Una auténtica autoridad en
el complicado y desconocido mundo de la antropología funeraria. Persona de gran
formación, capaz de enfrentarse y romper todos los tabúes con los que
lamentablemente se encuentran la mayoría de las mujeres en un sector tan profesional
y complejo como el que hoy nos ocupa. De un gran aplomo y con enorme fundamento,
el cual, deduzco, le viene dado por la seguridad que da una alta preparación y
una gran especialización como la que ella tiene. Posiblemente hoy en España sea
una de las personas que poseen
conocimientos más profundos y serios en el mundo de la osteoarqueología. Su
trayectoria y su prestigio hablan por sí solos. El reconocimiento a su labor es
incuestionable, como prueba el hecho que sus solventes estudios y resultados en
el mundo antropológico le hayan posicionado en el lugar que hoy merecidamente
ocupa. En cualquier trabajo que lleve o haya llevado a cabo en su ámbito, su
opinión siempre será tenida en cuenta y será muy valorada, prueba inequívoca de
su gran categoría y talla profesional.
Uno de sus
últimos trabajos fue el que llevó a cabo en la cripta del convento de las Trinitarias
de Madrid, formando parte de un equipo con gran experiencia, en la búsqueda de
los restos de Don Miguel de Cervantes. El resultado después de mucho esfuerzo,
según la opinión generalizada, ha sido todo un éxito; si bien es justo decirlo, hubo un poco
de suerte a la hora de las excavaciones, sobre todo en la localización y el
lugar donde debían iniciarse los trabajos.
Aunque es cierto que no fue posible individualizar todo el despojo que se localizó, el ataúd en que se descubrieron restos
óseos de varias personas, si se puede asegurar en un alto porcentaje, que entre
ellos se encuentran los restos de Cervantes. En el último momento cuando ya
estábamos dando por finalizados los trabajos, y casi perdiendo la esperanza,
nos dimos cuenta que el propio suelo nos decía que siguiéramos, y así lo
hicimos y es cierto que si no hubiera aparecido el cajón funerario con la reducción de restos, difícilmente
hubiéramos podido seguir las excavaciones, casi con toda seguridad lo
hubiésemos dejado.
Muchos desde
el desconocimiento se han preguntado por qué no se ha intentado llevar a cabo
las investigaciones con el ADN, acrónimo del Acido Desoxirribo Nucléico, la
aclaración es definitiva y rotunda por parte de Almudena: “El ADN no sirve para casos como este, en los que no hay comparativo
alguno con restos de otros familiares directos”. Lo que si sería
interesante, es iniciar un proyecto serio, extrayendo muestras genéticas de los
fragmentos óseos que se descubrieron, correspondientes a varones, y dentro de
una línea de trabajo ortodoxa como la que se ha llevado hasta ahora,
desarrollar una investigación muy profesional sobre la posibilidad de descubrir
los restos de un tío-abuelo de Cervantes que tuvo un cargo eclesiástico
importante en Córdoba, y que fue enterrado en una iglesia de aquella ciudad,
cuya tumba supuestamente no haya sido tocada, entonces si se podría llevar a
cabo un análisis comparativo y nos permitiría despejar todo tipo de dudas. Pero
eso no puede saberse hasta que no se lleve a cabo tal excavación, cuyo principal
problema estriba en que para ello se necesita una financiación que hoy en día
nuestro país, no está por la labor de habilitar una partida económica
importante en un proyecto que en principio no aseguraría el éxito a 100%.
A nivel
forense la dentición es una clave muy importante para la identificación, pero
esta técnica es posible de unos años a esta parte, ya que hay registros
odontológicos con los que poder comparar, pero hace solamente unas cuantas
décadas, registros de este tipo no había absolutamente ninguno. En un manual de
antropología forense que utiliza la policía en casos domésticos, a la dentición se le da una importancia
definitiva y clave para la identificación.
Según un
historiador que consiguió hace años un permiso especial para entrar y poder
trabajar en el convento, estuvo investigando en los documentos para ver si
encontraba el testamento de Cervantes,
que posiblemente, aunque esto no deja de ser un supuesto, esté en poder de la
Orden de las Trinitarias, y en el que según se presupone, reflejaría el expreso
deseo del escritor de ser enterrado en
este lugar. Hubiera sido un hallazgo extraordinario de un incalculable valor
histórico haber encontrado dicho testamento, pero lamentablemente no lo
encontró. Quién sabe dónde estará.
Cuando se
iniciaron las excavaciones para la búsqueda
de los restos del escritor, se crearon algunas expectativas basadas en varias
hipótesis, entre ellas la de encontrar unos despojos de alguien al que le
faltase un brazo, con lo cual se podría suponer que correspondieran al “manco de Lepanto”, o sea a Don Miguel
de Cervantes.
Para los trabajos iniciales hubo que reconstruir una historia muy
larga y un tanto compleja, eso sí basada en todo momento en una documentación
histórica, arqueológica y antropológica. Despejar la duda primitiva y saber cual
era el lugar exacto de la ubicación de la tumba dentro del convento de las
Trinitarias, resultaba bastante complejo
y difícil, máxime teniendo en cuenta que el enterramiento se había realizado en
1616, es decir hace 400 años, y además en aquellos años tanto la iglesia como
el convento ocupaban un espacio muy reducido, lo contrario que hoy en día que
ocupan toda una manzana en el llamado “Barrio
de las Letras”,
delimitado por las
calles Lope de Vega, Quevedo, San Agustín y Cervantes. Lo que sí está demostrado es que la muerte de Cervantes tuvo
lugar el 22 de Abril de 1616, sin embargo su fecha de nacimiento no hay
seguridad alguna de la misma, aunque algunos aseguran que fue en Alcalá de
Henares el día 29 de Septiembre de 1547, sin embargo el día de su bautismo,
según unas actas parroquiales, acreditan que tuvo lugar en la parroquia de Santa María la Mayor el 9
de Octubre de 1547. El rastro lógicamente se pierde con el paso de los siglos;
pero de alguna forma fueron capaces de reconstruirlo a pesar de las reformas y
ampliaciones que se sucedieron en tan largo período de tiempo, así como el
traslado y localización del cajón de
reducción con huesos de 17 personas que fueron enterradas junto a Cervantes en
la iglesia primitiva. Los restos estaban en muy mal estado de conservación,
muchos de los fragmentos eran milimétricos, con lo cual reconstruir un
esqueleto era una labor ardua y casi imposible. Lo que si consiguieron fue
saber lo que había en la cripta; 6 hombres, 4 mujeres y el resto niños. Aunque
fue un momento de cierta decepción, el equipo sufrió instantes en los que hubo algunas
diferencias de cómo estábamos viviendo
aquella situación, precisamente por la frustración que sentíamos por no haber
podido individualizar los restos de Cervantes.
Pese alguna que otra
discrepancia sin mayor trascendencia, lo cierto es que pese a todo, encontramos lo que con tanta ilusión habíamos
buscado, y hoy podemos asegurar en un alto porcentaje que los restos hallados corresponden
al “Príncipe de los Ingenios”, aquel que fue soldado, novelista, poeta y
dramaturgo, es decir a Don Miguel de
Cervantes Saavedra.
La cripta reveló bastantes sorpresas, ya que antes de
llegar en las excavaciones al nivel del siglo XVII, donde estaba el osario
cervantino, había unos niveles cementeriales posteriores y totalmente
desconocidos, donde se hallaron restos
de más de 500 niños sin ningún tipo de registro, salvo dos casos concretos que
fueron los únicos que se pudieron identificar y que supuestamente pertenecían a
clases acomodadas. Casi con toda seguridad estos cadáveres de niños tienen que
ver con las grandes epidemias de còlera y de otras enfermedades del siglo XIX,
cuya mortalidad infantil fue elevadísima.
Cerca de esta zona estaba la Inclusa
de Madrid y se podría pensar que estos niños pertenecieran a ella, algo que
está totalmente descartado, pero al llevar a cabo la investigación en los
archivos de esta institución, se da uno cuenta del abandono masivo de niños que
había en aquella época, principalmente a
causa de la situación de pobreza extrema, así como hechos tan significativos de
la época;
Guerra de la Independencia,
Guerras Carlistas y las crisis agrarias entre otras muchas
circunstancias, que movilizan a las gentes a huir del medio rural hacia las grandes urbes, principalmente
por seguridad y por miedo, lo cual
conlleva una hacinamiento y hambruna en las ciudades que provoca grandes
epidemias infecciosas, tales como cólera, peste, tifus exantemático, fiebre
amarilla y brotes de sarampión, viruela y difteria, que diezman la población en
pocas décadas.
En este
tipo de excavaciones siempre hay un planteamiento
ético, puesto que con lo que se trabaja es con restos humanos, que no son
piedras o cerámicas, que tendrían un tratamiento distinto. En ningún momento se
planteó la búsqueda de los restos de Cervantes por una cuestión mórbida, todo
lo contrario, lo que se buscó desde un principio fue una información veraz, y
con ese criterio se consiguieron los objetivos en la línea de un diseño y unas acciones de lo más respetuosas.
Por supuesto que es un trabajo difícil, pero no
imposible, lo que tiene que haber es un proyecto serio y liderado por el propio
Ministerio de Cultura y con la colaboración incondicional de otros organismos
oficiales, como Universidades y Patrimonio Nacional, ya que desde la iniciativa
privada es materialmente imposible que prospere un intento de este calibre,
dado el elevadísimo coste que representaría cualquier tipo de investigación que
se quisiera llevar a cabo.
En Inglaterra, por ejemplo, en el caso de los restos
del Rey Ricardo III, que nadie sabía el lugar en el que estaban, una señora
estudiosa de la vida, anécdotas y de los más mínimos detalles de este
controvertido rey, llegó a la conclusión que sus restos estaban en un lugar
determinado, parece ser que en un aparcamiento de un centro comercial, y con lo
cuidadosos que son los ingleses tanto con su monarquía como con su patrimonio
cultural, a partir de ese mismo instante tomaron cartas en el asunto todos los
organismos públicos, desde el Ministerio, la Universidad, Patrimonio, etc.,
apoyados eso si por el Estado, de tal forma que hoy han levantado un museo muy
interesante con los restos de Ricardo III, pese a ser un rey de una leyenda
negra bastante tormentosa. No es entendible
que siendo lo que ha sido Cervantes, como figura de trascendencia
mundial, haya habido tan pocas iniciativas para intentar descubrir donde
estaban sus restos.
La primera de ellas fue durante el reinado en España de
José I Bonaparte (1808-1813), que intentó hacer lo que había hecho su hermano
Napoleón en París, un panteón de hombres
ilustres, encargando para ello a un médico y dos arquitectos para que hicieran
las pesquisas pertinentes, para averiguar que había sido de los restos de
Cervantes, así como de otros personajes ilustres, pero al final todo quedó en
un proyecto que no llegó a prosperar, puesto que como sabemos el rey José I
Bonaparte tuvo que salir de España de un forma precipitada.
Hubo otro intento
de investigación hacia 1888 durante la Regencia de Maria Cristina de Habsburgo,
por parte de la Real Academia de la Lengua, que inició la investigación
partiendo de los libros de registro de las propias monjas trinitarias, pero que
tampoco llegó a nada en concreto, salvo poner en regla parte de la
documentación relativa a los enterramientos conventuales.
En la Guerra Civil Española de 1936, la
iglesia, la sacristía y la bajada a la cripta, fue respetada, permaneciendo
tapiada durante toda la contienda, al contrario que el resto del convento que
fue ocupado por varias familias durante los años de guerra. Es de suponer que
este tipo de medidas, más que por un conocimiento científico, fue por la
supuesta rumorología popular, de que allí estaba enterrado Don Miguel de
Cervantes, y esto de alguna forma preservó el lugar de cualquier tipo de
expolios o actos vandálicos.
Es cierto que
el trabajo forense es siempre muy anónimo, puesto que en todo momento las cosas
van siempre por la vía legal y por ello rara vez salen a la luz pública a
través de los medios de comunicación. En la cuestión arqueológica, todos aquellos
que están interesados, hoy en día tienen acceso a muchos medios de consulta,
incluso se editan revistas especializadas que dan una información muy puntual y
técnica.
En todos estos temas de investigación arqueológica, hay que ser muy
cuidadosos a la hora de dar cualquier tipo de noticia respecto a los hallazgos
que se vayan consiguiendo; ya que una cuestión mal explicada en un momento
determinado, resulta imposible dar marcha atrás en ella, puesto que
difícilmente uno va a tener la oportunidad de rectificar. Por ejemplo después
de todos los trabajos que se llevaron a cabo en el proceso de investigación de
la cripta de Cervantes, las explicaciones que se dieron en todo momento, fueron
de una prudencia extrema. Varios medios de comunicación les reprocharon el no haber aparecido con más
frecuencia dando algún tipo de información de cómo iban desarrollándose los
trabajos día a día, algo que si se hubiera hecho, con toda seguridad habría
resultado muy farragoso, muy complicado de explicar y posiblemente muy difícil
de entender. Hay que tener en cuenta que para dar cualquier tipo de información de esta naturaleza, tendrían que haber intervenido científicos especialistas en historia, arqueología, antropología, etc. etc., y con toda seguridad para los profesionales de la prensa, sin menospreciar su preparación, las explicaciones, por muy concisas y concretas que fuesen, no hubieran resultado fácilmente entendibles.
A día de hoy se
puede asegurar que los trabajos de investigación que se han realizado en la
cripta de Cervantes, han sido muy profesionales, y en todo momento se han
asegurado y documentado minuciosamente todas las investigaciones que se
hicieron. Podemos decir que hoy en día
en España, hay medios humanos y tecnológicos más que suficientes para llevar a
cabo cualquier tipo de investigación en el terreno que sea. Comparativamente
con los países más avanzados, en el nuestro se trabaja con la misma
profesionalidad que en cualquiera de ellos. En España hoy en el plano tecnológico
así como en laboratorios, analíticas y expertos los hay iguales y con el mismo
prestigio que los que pueda haber en cualquiera de los países más avanzados en
este campo.
La
investigación sobre Cervantes, por el momento digamos que se ha terminado, ya que
para iniciar cualquier otro tipo de
acción nueva en este sentido, haría
falta un proyecto a lo grande, con un apoyo institucional muy importante para
poder avanzar de una forma rigurosa y solvente, algo que ni ahora ni hace dos
años cuando estaba toda esta investigación en el punto más álgido, ni siquiera entonces
se planteó esta posibilidad, y de no ser así, sin esa solidez financiera,
imprescindible, correríamos un grave riesgo de entrar en el terreno de la especulación
y la incertidumbre, lo cual no sería bueno en el plano científico. La intención
de la investigación no fue otra que la de acercarse a la figura del escritor,
no solamente desde el punto de vista literario, sino desde el ámbito de lo
cultural y de lo científico, es decir con la óptica del siglo XXI.
El terreno de
la investigación en cualquier materia, está poco reconocido en España,
concretamente todo aquello que de una
forma muy especial se lleva a cabo en el campo de la ciencia y en el de la
cultura del patrimonio. Es cierto que estos tipos de búsqueda e investigación,
no son de una utilidad pública directa, si lo vemos desde un punto de vista
práctico y de servicio imprescindible para la ciudadanía, pero no se puede
negar que todo ello forma parte del conocimiento y de una riqueza, que no es
tangible, si es a todas luces imprescindible y necesaria para poder despejar
muchas incógnitas, que si no se hubiesen hecho, desconoceríamos su valor
cultural, que como sociedad sería imperdonable que despreciásemos. No podemos
olvidar que lo que se ha conseguido en los trabajos que se han llevado a cabo,
han sido para saber donde estaban los restos de Cervantes, considerado la
máxima figura de la literatura española y una de las más reconocidas a nivel
mundial, algo que en la opinión de la mayoría, justifica todo lo que se ha
hecho hasta este momento.
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Un tema como el
de hoy no deja de ser un tanto complicado para aquellos que no tienen la
suficiente preparación en una materia tan compleja como esta. Pero si es cierto
que desde el momento, en que Almudena García-Rubio nos dio una serie de datos y
explicaciones, abundando con largueza sobre
esta cuestión, a todos se nos despertó un interés inusitado sobre los restos de
Cervantes, de la misma forma que el reconocimiento a este magnífico equipo de profesionales de la
empresa Aranzadi, que fue capaz de realizar un trabajo tan especializado y con
unos resultados tan brillantes. Nuestra más sincera felicitación a todos ellos.
Es verdad que
lo descriptiva y generosa exposición que nos hizo nuestra invitada, fue lo que nos sedujo
e hizo que el entusiasmo se manifestase en todo el grupo de tertulianos de una
forma espontánea. Fueron tantos los datos de interés que nos fue aportando a lo largo de la velada,
que al final el que más y el que menos, descubrió un terreno nuevo y
apasionante.
En cierta
ocasión dijimos que este Foro se engrandece y prestigia con la talla de sus
invitados; hoy más que nunca podemos decir que Almudena García-Rubio ha calado
hondo y dejado una huella imborrable y difícil de olvidar. Su currículo le
avala. Ha sabido aportar a lo largo de su disertación ese punto preciso donde
la ciencia más exacta y rigurosa la
entremezcla con lo ameno, con lo cual consigue que el tiempo discurra de una
forma pausada y tranquila, y sobre todo sin posibilidad alguna de tedio.
Gracias
Almudena, por tu generosa intervención,
y por todo lo que nos has ilustrado en un tema tan interesante y de actualidad
como el que hoy hemos tratado. Muchas gracias, de verdad. Siempre será un
privilegio poder recibirte y compartir contigo otras cuestiones interesantes
que también gozan de importancia y de prestigio.
Recibe un
cordial saludo de este grupo humano que desde hace años se desvela por traer a
su cita personas que como tu puedan aportarnos cosas de interés científico y
social.
Hasta siempre
Almudena. Muchas gracias.
Por: Luis Yáñez.
P.D.
A iniciativa
de todos los miembros de este Foro, se redacta este manifiesto por el que se
solicita de nuestro gobierno que habilite los medios económicos suficientes
para seguir investigando en torno a los restos de Cervantes y de otros
prohombres que tanto brillo han dado a nuestras letras.
M A N I F I E S T O
“ESTE FORO
“JAULA DE GATOS”, DESDE AQUÍ QUIERE HACER UN LLAMAMIENTO A LAS INSTITUCIONES
DEL ESTADO, PARA QUE SE INVOLUCREN Y COMPROMETAN DE UNA FORMA DEFINITIVA E
INCONDICIONAL, EN LA CONTINUIDAD DE LOS TRABAJOS DE INVESTIGACION ACERCA DE LOS
RESTOS DEL MAS ILUSTRE Y REPRESENTATIVO GENIO DE LAS LETRAS ESPAÑOLAS, DON
MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA; ASI COMO DE OTROS LITERATOS QUE IGUALMENTE DIERON
FAMA Y GRANDEZA A NUESTRA LENGUA A LO LARGO DE LA HISTORIA”.