Susana Díaz en la Jaula de Gatos
Susana se presenta a las primarias del 2017 como rival de Pedro Sánchez. Tiene el apoyo de casi todos los medios, del aparato y de todos los expresidentes socialistas. Si nos hubiesen preguntado a cualquiera de nosotros, a los periodistas, hubiéramos dicho que tú ibas a arrasar. Pero sorprendentemente, Pedro Sánchez gana esas primarias. Y esto, en el aspecto político, lo que os puedo decir es que este país ha perdido una gran presidenta, pero yo he ganado una finísima analista política. Aparte de eso, es una grandísima amiga, se desvive por los demás. Y se la quiere mucho en Andalucía, muchísimo.
Susana Griso
Algunas ideas
Yo llegué a la política por rebeldía. No tenía nadie en mi familia que se hubiera dedicado a la política más allá de un tío abuelo, hermano de mi abuela, que no sé en qué cuneta está, solo que militó en la juventud socialista y un día llegó una lata. En mi casa se prohibió hablar de política. Vengo de una familia muy humilde, mi padre es fontanero, mi madre ama de casa, éramos cuatro hermanas y yo vivía en una calle conocida por artistas, en la misma calle vivía Chiquetete, vivían mis padres, en el siguiente número La Negra y la familia Montoya, en la otra casa Isabel Pantoja, Maribel y en la siguiente Los Morancos. En esa acera la gente cantaba pero no estudiaba. Y en la otra acera mis compañeras tenían enciclopedias, tenían libros y a mí me dejaban sus madres, como era buena alumna, a que fuera a utilizar sus enciclopedias e incluso la máquina de escribir. Y entonces yo decía ¿por qué una calle que nos separa unas tienen de todo y yo no tengo para poder estudiar? Yo lo que quería era estudiar y mis profesores le dijeron a mi padre que estudiara. Entonces no me dejaban salir a la calle no fuera que la niña acabara bailando. A los 15 años me pusieron a trabajar: daba clase particulares a las hijas y a las madres les vendía AVON. Y me volví muy rebelde porque no entendía por qué una calle separaba tanta clase social. A los 16 años llegaron las juventudes socialistas a mi instituto y Rodríguez de la Borbolla me fichó para el Partido Socialista. Por eso digo que entré por rebeldía.
Veo un horizonte complicado y un encanallamiento peligroso en la situación actual. Para mí, primero está España, después está el PSOE y después estoy yo. A veces a uno le toca estar liderando un proyecto político, otras veces te toca ser el último costalero de tu partido; a veces te toca dirigir un gobierno y otras veces, incluso habiendo ganado, te tienes que ir a la oposición, como me ocurrió a mí. Pero lo que no puedes nunca creer es que tu escudo te hace superior al escudo de enfrente, yo soy más bética que el escudo, igual que soy muy del PSOE, pero no pienso que por ser bética soy mejor que el sevillista. Si el PSOE quiere que la gente vuelva a confiar en nosotros tiene que limpiar la era de arriba abajo, caiga quien caiga, y además con contundencia. Decir con claridad a los españoles en lo que nos hemos equivocado. Primero limpiar la casa, después hacer una ronda con los partidos y si no tienes una mayoría aritmética te sometes a una moción y le das la voz a los españoles.
Cuando yo fui nombrada, de casualidad, presidenta de Andalucía, la corrupción estaba en ese momento azotando al partido socialista debido a unos cuantos sinvergüenzas y golfos. No estaba previsto que yo fuera presidenta y llego previo a la imputación de Pepe Griñán para morir en la orilla porque era el final y tuve que tomar decisiones muy duras, y pagaron inocentes también porque al final tienes que trazar una línea y tienes que eliminar todo lo que en algún momento genere sospechas, porque la confianza es radicalmente contraria a las sospechas y tienes que marcar esa línea. Y ganamos las elecciones porque los andaluces vieron que íbamos con la verdad. No hay temer a la alternancia ya que es la base de la democracia.
Lo importante es que cuando gobiernas como cuando te vas a la oposición sepas para qué estás ahí. El socialismo existe para defender la igualdad de oportunidades y la convivencia entre las personas; ese es el sentido por el que nosotros estamos aquí y para combatir eso no hay que ser más radicales que los demás, ni más canallas, al contrario, tenemos que ser lo que somos y yo -como una social demócrata convencida- entiendo que sólo para eso tiene sentido militar en mi partido.
En ninguno de los dos grandes partidos de este país nunca ha habido una alternativa real de que una mujer pudiera ser presidenta del gobierno. En mi caso, me hicieron un traje de ambiciosa y además yo fui la inauguradora de la fachosfera del PSOE, era la indocumentada, la navajera por aquel famoso 1 de octubre. Yo tenía el apoyo del aparato del partido, Felipe, Alfonso, Rubalcaba, Zapatero, Bono… me apoyaban las dos almas del PSOE pero se me construyó un traje porque era la mala malísima y como te acobardas, no te defiendes y llegas a unas primarias trastabillada donde ya no sabía por dónde me venía la ola. Y a Carme Chacón le pasó algo parecido, sabía perfectamente a lo que se estaba enfrentando, ella tuvo la fuerza de hacerlo hasta el final a pesar de su salud quebradiza, pensaba que iba a abrir techos de hormigón para otras muchas mujeres como era mi caso, pero no la dejaron. Imagino que si le preguntáramos a Soraya en el PP contaría lo mismo y esto ha sido así hasta hoy. Desgraciadamente, en los partidos, sigue habiendo mucho machismo y creo que la corrupción tiene un factor también de machismo. Los grandes casos de corrupción en España, sean del PSOE o del PP, siempre son machirulos. La prostitución, a veces la droga, el vivir por encima de las posibilidades y además ejercer ese nivel de falta de escrúpulos, que no forma parte de ser de izquierdas o de derechas, son señas de sinvergüenzas. Y no significa que no haya mujeres delincuentes, claro que las hay, pero la mayoría de los grandes casos de corrupción en España suelen venir de las manos de personajes de este tipo de machirulos de turno. Para las mujeres no existe una conciliación real que nos permita, cuando llegamos a un nivel de responsabilidad máxima, que tú puedas ejercerlo con una mirada feminista. A mí me daba miedo cuando me quedé embarazada, que era lo más bello que tenía, lo que más deseaba en el mundo. Y en cambio, cuando me enteré que estaba embarazada siendo presidenta, me puse a llorar, porque no sabía cómo se iba a encajar que una mujer, siendo presidenta, tuviera que coger un permiso de maternidad, que tuviera que delegar durante unos días la presidencia.
Ante lo que está ocurriendo, el PSOE tiene que ser muy contundente y hay que limpiar hasta las últimas consecuencias. Porque esto no es un problema del PSOE, es un problema del Gobierno. Ha sido en un ministerio donde se ha producido el escándalo, la corrupción. Entonces para poder presentarte ante los españoles hay que limpiar todo de manera descarnada, hablar con tus apoyos parlamentarios y que te garanticen o no la viabilidad de una legislatura y si no, darle la voz a los ciudadanos. Y no pasa nada. Yo creo que la gente en general es buena. Y la gente puede entender que algo a tu alrededor falle. Lo que te va a medir a ti en las siguientes elecciones es cómo tú respondas a eso. Yo no creo que tú tengas que buscar el voto por oposición a otro, sino porque tú generes más confianza que el otro. Y además estamos en un contexto donde España tiene que jugar un papel en el mundo. Y cuando tienes un gobierno que se debilita mucho, tu papel en el mundo pasa a ser más intrascendente.
Los sistemas de elección dentro de las organizaciones se han adulterado muchísimo. El ejemplo es el sistema de primarias. El sistema de primarias, que parecía más participativo, lo que ha traído como logro es que ha reventado los sistemas de control intermedios de una organización. Las primarias acaban con la disidencia. El que está en política, en un partido político, y quieres tener una trayectoria política y tienes que ser elegido por el líder, es muy complicado que le vayas a decir a ese líder que no estás de acuerdo. Entonces esos órganos de control se han eliminado. Y para gente que actúa de manera impune, los Koldos, los Santos y el que no haya órganos intermedios de control, les permite sentirse impunes porque no tienen que rendir cuentas.
El sistema electoral habría que cambiarlo. Tuvo sentido en su momento porque lo prioritario era que los partidos políticos fueran fuertes porque llegábamos pasada una transición, las organizaciones de izquierda eran muy débiles, lo poquito que venía del exilio incluso la propia derecha configuraba una amalgama extraña y que se tuvo que recomponer. Entonces, la prioridad para que la democracia fuera fuerte era que los partidos políticos fueran también fuertes y se primó a los partidos por encima de los representantes. ¿Y eso qué ha hecho? Que la distancia entre los representantes y los representados sea abismal. Creo que la doble vuelta permitiría parar a los extremistas y parar a quienes vienen a reventar el sistema porque en este sistema no están cómodos, permitiría también que no haya pactos vergonzantes. Y un segundo elemento de cambio serían las listas abiertas perfeccionada respecto al Senado. ¿Por qué no en la desbloqueada? Porque no le puedes pedir a un partido que responda sobre alguien que no ha pasado sus filtros para ir a una candidatura pero por qué no puedo votar realmente a quién yo quiera. Hay que profundizar en que las listas sean abiertas para que a mí me permita votar a un partido pero que no haya sinvergonzonería de quienes se cuelan por la puerta de atrás en esas listas para cosas que nada tienen que ver con la nobleza de la política.
Ahora mismo nuestros votantes nos necesitan más que nuestros militantes. El votante del PSOE necesita que nos preocupemos más por ellos que por el dolor del militante del PSOE. Yo creo que la primera responsabilidad es mayor que la segunda; el dolor es secundario ya que el compromiso con el votante es mayor. Hay un porcentaje afortunadamente en la democracia española de gente que exige que su voto tenga una corresponsabilidad por parte de sus representantes y es verdad que siempre se ha dicho que la izquierda es más exigente. También es cierto que todos los partidos tienen un porcentaje de feligreses que votan disciplinadamente. La sociedad española ha madurado, ha evolucionado y la gente ya exige que su voto también implique obligaciones.
Lista de asistentes:
Susana Díaz, Beatriz Sanz, María Mañas, Elena Hormigos, Espido Freire, Cata Moreno de la Cova, Laura M. Sanz, Lola Fdez Ochoa, María Zaplana, Marta Bordejé, Marta Robles, Marta G. Cassina, Olga Andrino, Marga Crespo, Susanna Griso, Xisca Ramis, Antonio de la Riva, Chema Gredilla, Eduardo Rodrigo, Gerardo Viada, Jaime Porras, Juan Chaves, Luis Enríquez, Iván Matamoros, Ernesto Fdez Bofill, Guillermo Chico, Francesc Guardans, Julio Rodríguez, Nacho G.Rasina, Ricardo Rodríguez, Celso Arango, Santiago Pedraz , Francisco Hidalgo, Enrique Chico, Jorge Fresko, Ricardo Juste, Víctor Manuel y Miguel Muñoz -Calero.
Coordinador: Miguel Muñoz-Calero.
Resumen de la tertulia y blog: Alejandro Dolz.
Fotografía y grabación: Iván Matamoros.
Tarjeta invitación: María José Sanz.