Foro: JAULA DE GATOS
Fecha: 27 de Marzo de 2012
Lugar: RESTAURANTE A SOLAINA
C/ Sor Angela de la Cruz , 22 – MADRID
A S I S T E N T E S: Enrique de Castro López-Cortijo (Invitado), Mariano Fernández Bermejo, Miguel Ríos, Luís Blázquez, Enrique Martínez Reguera (invitado-oyente), Miguel Muñoz Calero, Gerardo Viada, Javier Ruiz de Asín, Carlos Bravo, Ramón Cervera, Agustín Ruiz, Julio Sanz, Jacinto Santos, Miguel Ansorena y Luís Yáñez.
Hace exactamente 10 meses que Enrique de Castro estuvo como invitado en esta Jaula de Gatos. Recuerdo perfectamente su valentía, porque hay que tener valor de verdad para enfrentarse con este grupo de felinos, a pecho descubierto, sin condición alguna y sin programa de ningún tipo. Claro que todos los que son fieles a sus principios, jamás vacilan a la hora de aceptar cualquier reto aún a costa de correr riesgos a veces muy expuestos y peligrosos. Digo esto por el hecho de que cuando aceptó nuestra primera invitación, salvo a una persona, Enrique de Castro no conocía a ningún miembro de este Foro, y eso queramos o no siempre conlleva algo de aventura y un mucho de azar. Aunque si bien es cierto que las virtudes que jalonan este Foro son la tolerancia, la libertad, la educación y el pensamiento libre, una velada cara a cara con desconocidos, quiérase o no siempre es algo preocupante. Pero no para Enrique de Castro, para este cura de pobres, de obreros, de desheredados y de marginados, que demostró desde un principio una sólida firmeza en sus tesis, de las que ya nos habían informado y que por supuesto dejó muy patentes en las horas que estuvo con nosotros. En honor a la verdad hay que decir que todo discurrió sin problema alguno, los buenos modales, la educación, las formas y el tono presidieron de principio a fin todas las intervenciones. No podía ser de otra forma.




TEMAS TRATADOS:
Teología de la Liberación.
“Teología” es la ciencia que estudia a Dios y todo lo relacionado con las cosas de Dios, y “Liberación” es lo más preciado para el hombre, su libertad.
Sobre la “Teología de la Liberación ”, aquella corriente que se transforma en el seno de la iglesia católica a partir del Concilio Vaticano II y la Conferencia de Medellín, durante el papado de Juan XXIII, donde se definió a aquella iglesia como “pueblo de Dios”, y que se convierte en “iglesia del pueblo” a secas, considerando al pueblo como la clase oprimida a la cual hay que instruir en su lucha liberadora.

Un tema que nos llevó a un largo y vivo debate.
Alguien expuso argumentos acerca de la inoportunidad de aquel momento histórico en el que se quiso desarrollar de una forma práctica la lucha de clases, proletariado contra capitalistas, sobre todo en algunos países de América latina dominados y oprimidos por dictaduras, que se aprovecharon de este movimiento para que varios gobiernos justificaran su crueldad a la hora de reprimir cualquier brote de ideas liberadoras que surgiesen del pueblo, y además le sirvieron para argumentar una sesgada justificación sin otro fin que el de perpetuarse en el poder dictatorial, queriendo convencernos que lo hacían por su lucha contra el comunismo internacional que hablaba de una propiedad comunitaria, y que luchaba para acabar con la propiedad privada, que era la única manera de cambiar aquellas injustas estructuras. Criterios que fueron apoyados por el Vaticano en defensa de los intereses de los poderosos, con lo cual la iglesia se apartó de los principios fundamentales del Evangelio de Jesucristo. También se plantea el hecho de si los pueblos que sufrían una humillación secular, como campesinos, indígenas, negros y otros estratos sociales oprimidos, fuese oportuno que abrazasen la ideología marxista como si fuera un dogma para ellos.
La réplica fue argumentada en base a la salvación cristiana que no puede darse sin la liberación económica, política, social e ideológica, como signos visibles de la dignidad del hombre, citando además a varios sacerdotes seguidores de este movimiento teológico así como notables representantes del Evangelio de Jesucristo, pero muy distantes de los postulados del Vaticano, que abrieron valiosas experiencias apostólicas y pusieron en práctica compromisos evangélicos.
Muchos de ellos dejaron su vida en defensa de aquella lucha contra la explotación y la injusticia, tales como: Carlos Torres Restrepo, sacerdote colombiano que fue abatido en un enfrentamiento de la guerrilla ELN (Ejército de Liberación Nacional), con las tropas del ejército regular, Ignacio Ellacuría, jesuita español asesinado por militares en El Salvador, “El cura Pérez”, sacerdote español muerto de una hepatitis en las montañas colombianas mientras luchaba en la guerrilla ELN, Oscar Romero, arzobispo de San Salvador que fue asesinado durante una homilía pastoral en defensa de los derechos humanos, así como un largo etcétera de otros muchos que entregaron su vida al servicio de una encomiable actividad en defensa de la opción preferencial de los pobres, porque según ellos de esta forma solamentela Iglesia podría encontrar su salvación; sin olvidarnos por supuesto del brasileiro Leonardo Boff, franciscano, que abandonó los hábitos en 1.992 y le fue retirada la licencia para enseñar teología católica durante el pontificado de Juan Pablo II, uno de los fundadores y de los que más esfuerzo hizo en difundir este movimiento teológico. Helder Cámara, Pedro Casaldáliga, Ernesto Cardenal, etc. también fueron personas de referencia en la práctica de la religión cristiana.
Muchos de ellos dejaron su vida en defensa de aquella lucha contra la explotación y la injusticia, tales como: Carlos Torres Restrepo, sacerdote colombiano que fue abatido en un enfrentamiento de la guerrilla ELN (Ejército de Liberación Nacional), con las tropas del ejército regular, Ignacio Ellacuría, jesuita español asesinado por militares en El Salvador, “El cura Pérez”, sacerdote español muerto de una hepatitis en las montañas colombianas mientras luchaba en la guerrilla ELN, Oscar Romero, arzobispo de San Salvador que fue asesinado durante una homilía pastoral en defensa de los derechos humanos, así como un largo etcétera de otros muchos que entregaron su vida al servicio de una encomiable actividad en defensa de la opción preferencial de los pobres, porque según ellos de esta forma solamente

La iglesia católica.
Sobre el funcionamiento de la iglesia católica en la actualidad hubo opiniones bastante controvertidas. Desde los que justifican la postura y su forma de actuar, hasta los que reniegan de esta iglesia actual que no tiene nada en común con el mensaje que nos dejó el Evangelio de Jesucristo. Un Jesucristo que siempre se identificó con los pobres, diciendo que todo aquel que se acerque y se relacione con ellos, se acercaría a él. El problema fundamental no está en la propia religión sino en el uso que se haga de esta como elemento controlador de masas, con un claro objetivo, crear una tendencia predeterminada y que no es otra que el poder por el poder y el lujo por el lujo. El Vaticano condena todo lo que se desvíe de esa ortodoxia inventada por ellos, y si alguien se aparta de sus consignas lo silencia de un plumazo.
¡El Vaticano debe desaparecer como iglesia ya que solamente representa el poder!. La iglesia tiene que ser necesariamente ecuménica donde lo sacro y lo profano sintonicen a la perfección, y en su seno tengan cabida cualquier tipo de creencia religiosa. Hoy la iglesia católica está considerada como una realidad histórica, producto de fuerzas socio-económicas, sin ningún carácter sobrenatural.


Por: Luís Yáñez.