Fecha: 20 de Junio de 2018
Lugar: LA POSADA DE LA VILLA
Cava Baja, 9
M A D R I D
Asistentes:
Sandra Fagil (invitada), Cristina Carrillo, Marta Robles, Carmen
Posadas, Patricia Porras, Tamara Muñoz Calero, Jacinto Santos, Guillermo
Llamas, Miguel Muñoz Calero Jr., Antonio Hernando, José Manuel Gredilla,
Ernesto Ekaizer, Javier Menéndez, Jaime
Porras, Juan Chaves, Jesús Díaz, Emilio Fernández, Santiago Pedraz, Santos
Eraso, Francisco Hidalgos, Germán Gamazo, Miguel Muñoz Calero y Luís Yáñez.
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Antaño cuando
se hablaba de jueces o fiscales, en muy contadas ocasiones se conocía su
rostro, nadie o casi nadie sabía nada de sus vidas, donde vivían, que aficiones
tenían e incluso con quien se
relacionaban.
Era como si fueran seres de otro mundo, que impartían justicia
con un sincretismo un tanto misterioso, que nadie entendía ni mucho menos se discutía.
Las cosas eran así, nadie las cuestionaba. Se aceptaban y punto. ¿Se les
temía?, yo creo que de alguna forma, si. Que duda cabe que el negro brillante
de la toga y el bordado blanco de las puñetas, siempre han impuesto un cierto
respeto, eso no lo puede negar nadie.
Hoy creo que es bueno, francamente bueno,
que los profesionales de la justicia se conozcan, sepamos quienes son y que
además estén plenamente integrados en la sociedad. Al fin y al cabo son miembros de ella. Pienso que esto es uno de los logros que nos ha traído la
democracia en la que actualmente vivimos. Claro que este pensamiento seguramente no es
compartido por todos, pero yo sigo creyendo que es bueno que sean conocidos, que
los ciudadanos los vean cercanos y no por eso dejarán de ser mejores, ni más
profesionales, ni más justos.
El hecho
de que hoy nos acompañe en este Foro SANDRA FAJIL, una mujer joven, valiente y con una muy alta
cualificación jurídica, prueba lo que anteriormente he manifestado. Fiscal adscrita
a la Fiscalía General, que ha dedicado una gran parte de su actividad como
jurista a la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, en
delitos como: Trata de seres humanos,
prostitución, matrimonios forzados,
mutilación genital, y otros
muchos más.
Es cierto que
en los tiempos que vivimos, con demasiada frecuencia, tenemos exceso de casos
en los tribunales de justicia, donde diariamente se juzgan delitos de todo tipo: Económicos, políticos, abusos y violencias
de género, malversaciones, trata de
blancas, agresiones y un largo etcétera que hacen que el aparato judicial
se ralentice ante los innumerables casos que llegan permanentemente a los
juzgados.
Sin duda
alguna uno de los casos más notorios de los últimos años es el de “La Manada”. El tribunal que lo juzgó,
ha sufrido el acoso y la presión por parte de la opinión pública, sobre su
resolución judicial, algo a todas luces
intolerable. La presión mediática jamás debe pretender influir sobre las
conclusiones y el fallo de un tribunal, ya que ello sería un ataque directo a
uno de los poderes en los que se sustenta un estado democrático.
Esta fue la
sentencia a los 5 miembros de La Manada: “Condenados
a 9 años por abusos, pero absueltos por agresión sexual. No había supuestos de
violencia o intimidación, necesarios para consideración de agresión sexual”.
El tema de La
Manada da para mucho. Hay versiones de todo tipo y de lo más contradictorias.
En primer lugar las opiniones que se dan acerca de los juicios y las
resoluciones judiciales, en un tema como el que nos ocupa, en la mayoría de las
veces se carece del material probatorio
del que disponen los protagonistas de dichos casos, y por lo tanto se están
haciendo interpretaciones de los análisis, que en este sumario ha hecho el
Tribunal.
Y en este caso concreto, al haber una sentencia y un voto particular,
se da la circunstancia que este último, es más extenso que la propia sentencia.
Leyendo toda la información, a nadie se le escapa que ahí ha pasado algo que no
ha puesto de acuerdo a tres personas, que
necesariamente no tenían porque tener ningún tipo de prejuicios. Este
caso de La Manada, se ha utilizado un procedimiento que cualquier jurista sabe
de antemano, la repercusión social que ha tenido y tiene.
Por otro lado la
dificultad intrínseca de los delitos sexuales, que evidentemente una persona
con experiencia jurídica, sabe lo dificultoso que resulta discernir, en si ha
habido consentimiento tácito o no lo ha habido. Luego también hay una
necesidad, desde su punto de vista como mujer, en el que parte de determinados
colectivos, de inducir y comunicar a través de las redes sociales, que
evidentemente son unos de los mecanismos más eficaces de divulgación de una
idea, opiniones subjetivas que es solo una parte con lo que se han quedado algunos de estos
movimientos.
No es de recibo que el Ministro de Justicia en aquel momento, a la vista de la sentencia, defina a un juez
como un señor retrógrado, algo que no deja de ser una valoración fuera de lugar
y una falta de respeto hacia la persona destinataria de ese comentario, con
independencia de que sea juez o no. Asimismo también han incidido de una forma
muy activa, los movimientos feministas.
Nunca ha habido un discurso unívoco,
puesto que este tipo de organizaciones no son movimientos que estén
verdaderamente formados, asentados y sólidos jurídicamente hablando. Lo que
existen son muchas asociaciones que defienden intereses a veces tendenciosos y
muy particulares. Todos sabemos que hay una nomenclatura que les permite una
inclusión, un asociacionismo y unas subvenciones por parte de según qué
administraciones, que se mueven fundamentalmente por cuestiones ideológicas, lo
cual resta gran parte de su credibilidad.
Cuando uno no tiene la información
posible, pero tiene cuatro elementos que pueden resultar vendibles y sobre todo
rentables, por el interés que uno pueda tener de la índole que sea, a través de
los medios de comunicación y redes sociales, se puede transmitir a ese sector
de la población que visceralmente hace ruido, una idea manipulada y con un
interés determinado. Por eso a ella lo que menos le ha gustado de esta historia
de La Manada, ha sido que el discurso de la chica fuese lo que menos ha trascendido,
precisamente porque nadie sabe con exactitud lo que en aquellos momentos
pensaba esta persona.
Respeta mucho las decisiones de sus compañeros, porque
sabe que siempre estarán muy razonadas jurídicamente y con una asepsia total.
Es decir que en este caso, se han valorado unos hechos con unas pruebas que han
servido para tomar una decisión justa, sin destruir en ningún momento, la
presunción de inocencia que amparaba a los miembros de La Manada. Si leemos la
sentencia y el voto particular, no cabe la menor duda que los videos y los
washap han sido trascendentales a la hora de tomar la decisión más ajustada a
derecho.
Aunque en su opinión considera que jurídicamente está más elaborado el
voto particular que la propia sentencia, la cual de alguna forma está
construida al revés, inicialmente estima que se basan en el voto particular
para llegar a la sentencia.
Unos individuos que son capaces de manejar este
tipo de washap, rayan en la imbecilidad, y moralmente lo único que provocan es
el desprecio de cualquiera con un mínimo de sensibilidad. Hablan de las mujeres
con unos calificativos que resultan total y absolutamente inaceptables, y cuyo objetivo primordial es
el de manipular la conciencia y la voluntad de las mismas.
Pero desde una
óptica jurídica, lo que se enjuicia es un hecho, no la conducta y la manera de
vivirlo, y desprenderse de todo esto resulta un tanto difícil. En un caso como
este lo primordial es evitar el
contaminarse de los juicios paralelos y de las opiniones sin fundamento
alguno, porque el pensamiento jurídico al fin y al cabo, es la lógica
aristotélica, donde el razonamiento necesariamente debe llevarnos a la
conclusión.
Lo que pasa es que en el siglo XXI es muy difícil hacer un
planteamiento sin influencias sociales, porque la mayor parte de la gente no lo
entendería; pero si se quiere impartir justicia hay que despojarse de la
ideología y guiarse solamente por los principios jurídicos que deben inspirarle
a uno, es decir la presunción de inocencia siempre debe estar ahí, sino la justicia
como tal tendría fallos irreparables. Hay una cierta osadía, un tanto
preocupante, cuando algunos dicen que hay que darle una vuelta de tuerca a este
tipo de delitos, por supuesto siempre que se introduzca el principio de la
igualdad de género, lo cual como base le parece bien, pero cualquier teórico
puede decir que el problema es quien posee la solvencia y la autoridad jurídica
incontestables para elaborar estos principios.
Está claro que este caso de La
Manada ha sido movilizado y utilizado por plataformas feministas, y con todos
los respetos hacia ellas, por sus manifestaciones, le da la impresión que no
habían leído el voto particular, el cual genera dudas, y si uno tiene dudas,
carece de autoridad para aseverar de una forma rotunda que algo es así, sin
más. En función de lo que ha leído del auto, expone una hipótesis, bien
entendido que solo es un supuesto, de lo que le pudo pasar aquel triste día a
esta chica:
Por supuesto que tiene todo el derecho a tener el sexo que ella quiera, siempre
que la respeten. Lo que no se acaba de entender, ni se puede valorar, es lo del
teléfono móvil, la razón porque se lo quitaron, quizás porque hubiera fotos
comprometidas o algo por estilo, de otra forma no se entiende. Después de haber
vivido este desagradable episodio, ya en
la calle, se siente consternada por su
situación y rompe a llorar, momento en el que aparecen dos jóvenes que al verla
en tal estado le preguntan a que es debido su llanto, y ella les dice que ha
perdido el móvil, porque lógicamente no quiere decirles el motivo real de su
angustiosa situación. Es natural y muy comprensible que no se lo cuente a unos
desconocidos”.
La literalidad
de lo que ella ha contado, como se ha reproducido en el voto particular; los
nervios, las presiones, la excitación, etc., no tiene información de ello, por
lo tanto no puede dar una opinión fundamentada. Pero si es cierto lo que figura
en el voto particular, que son sus manifestaciones y sus contradicciones, las
cuales siembran ciertas dudas. Lo que sí parece ser es que ella en principio no
quería denunciar, probablemente a causa de la educación que recibió como mujer, que ante una situación como esta,
es mejor callarse y que no trascienda, ya que ello sería como un estigma para
una chica tan joven. Hubiera sido un tremendo error, haber silenciado un caso
como este.
Las
disquisiciones de matices, son propias de una conversación entre fiscales y
jueces, y en un caso tan actual como el de La Manada, habría que revisar la
redacción de los delitos sexuales, puesto que hay nuevas sensibilidades. Y
sobre todo nuevas situaciones y valores de los cuales el Código Penal está en
proceso de adaptación todavía. Todas estas controversias han surgido porque
nadie entiende la teoría de la jurisprudencia del consentimiento de la mujer,
la cual es totalmente retrógrada. Hoy en día el consentimiento es SI o NO, sin ningún otro tipo de especulaciones.
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El caso Gurtel es el nombre por el que se conoce
una investigación que se inicia en el año 2007, sobre una red de corrupción
política vinculada al Partido Popular, que funcionaba principalmente en las
comunidades autónomas de Madrid y Valencia.
Una trama que estaba encabezada por
el empresario Francisco Correa Sánchez. Hasta la fecha se han celebrado los
juicios siguientes, con sentencias firmes: Caso
Gurtel. (Epoca I – 1999-2005). Caso Fitur. Caso de los trajes de Camps y Caja B
del Partido Popular valenciano. En ellos se juzgado delitos como: Cohecho,
fraude, malversación, asociación ilícita, falsedad documental, blanqueo de
capitales y delitos contra la Hacienda Pública. Faltan por celebrarse los
siguientes juicios: Caso Gurtel. (Epoca
II – Boadilla del Monte. Madrid). Caso Papeles de Bárcenas, Visita del Papa en
2006. Caso Aena, Caso Ayuntamiento de Jerez y Orange Market, que
actualmente están en la Audiencia Nacional.
Sobre los
juicios celebrados hay sentencias firmes para los implicados en los mismos. A
nadie se le escapa que ciertas frases puestas de aquella manera, en la
sentencia han provocado la situación política que tenemos en estos momentos. No
pretende hacer ningún juicio de valor acerca de este caso, pero hay una cosa
muy clara, el razonamiento jurídico es como una fórmula matemática,
aparentemente son palabras, pero un jurista sabe que en una sentencia no se
pueden hacer apreciaciones subjetivas, o por lo menos no se deben hacer.
Si no
se tienen pruebas, no se puede llegar a ninguna conclusión. El haber sugerido
que había una trama, bajo mi punto de vista, fue una extralimitación por parte
del ponente. Primero, porque los papeles de Bárcenas son otro procedimiento,
sino nos tendríamos que cuestionar porque razón los vamos cortando en trozos.
Segundo, porque se excedía del hecho. En principio solo se juzgaba la trama de
Correa y compañía, pero no había porque hacer un comentario general. No sabe
que pensamientos pasaron por la persona, que intenciones, que finalidades
ocultas o que cuestiones ideológicas. Hay unos hechos descritos en una
acusación que han sido admitidos en el auto de apertura del juicio oral, y esos
son los únicos hechos que se deben juzgar, después unas pruebas que proponen
las acusaciones y las defensas, y todo lo que se salga de esto, es
cuestionable. Es cierto que el caso Gurtel
con sus 16 piezas está muy
contagiado.
Por un lado los papeles de Bárcenas, está toda la vinculación
política y mediática, así como la opinión pública que lo contamina todo. El
hecho de que se formen comisiones parlamentarias paralelas a la celebración de
los juicios, supone una contaminación absoluta. El Sr. Bárcenas es la pieza
principal del caso Gurtel y no hizo las mismas manifestaciones que
había hecho ante la comisión parlamentaria. El razonamiento jurídico no es el
hecho probado, aunque este difícilmente podrá ser removido por nadie. Aunque el
hecho probado no aparece redactado de que el Partido Popular sea el inductor de
todo este proceso.
Una vez que se celebren todos los juicios que faltan, y con
sentencias firmes, sabremos de principio a fin toda la trama, así como el
transcurso y el proceso de este complejo y escandaloso caso de corrupción
institucional en un partido político, que ha llevado a la caída de un gobierno,
algo impensable desde el punto de vista popular.
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La violencia
de género es un problema que está a la orden del día, no solo en nuestro país,
sino generalizado en todo el mundo. Es cierto que hace unos años la mayoría de
los casos no se denunciaban, pero no por ello había menos agresiones que ahora.
Felizmente la sociedad, y de una forma muy particular las mujeres, a base de
recibir constantes mensajes, que haya vencido el miedo a denunciar,
consiguiendo así, que los maltratadores y violadores sean castigados como se
merecen. Es un triunfo de todos los que han sido capaces de superar los temores y las posibles
represalias, en pro de acabar definitivamente con esta lacra social. En España los
casos de violencia de género, en un 80% aproximadamente, se dan en ciudadanos extranjeros,
fundamentalmente sudamericanos; y estos datos no es una cuestión de racismo, ni
mucho menos, son datos contrastados y
una pura estadística, que sin duda alguna es la consecuencia de un
problema educacional. No estaría mal que
estas cifras se publicasen en los medios de comunicación, con lo que
conseguiríamos aclarar que en España la violencia de género no es mayor que en
otros países de nuestro entorno. Los países con el índice más elevado de
violencia de género, son por este orden: Países
nórdicos (Suecia, Noruega y Finlandia), Italia y España. Lo que hay que
combatir desde el punto de vista humano, son las conductas y actitudes, tanto por parte de hombres como de mujeres,
absurdas, excluyentes, irrespetuosas y ofensivas, teniendo en cuenta que el
hombre y la mujer somos diferentes, pero que estamos obligados a compartir y a
respetarnos mutuamente. De no ser así el futuro sería muy poco halagüeño.
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Nos dejó
frases y reflexiones impactantes sobre los temas que se trataron a lo largo de
esta jornada:
“Un alto porcentaje de la población reclusa en España,
tiene problemas mentales, antes de entrar en prisión”.
“El estado mental de una persona es trascendental
en su conducta. Los sistemas que disponemos en los juzgados para evaluar el
estado mental de alguien, son francamente deficientes. Solamente se emplean
medios eficaces en casos de asesinatos. En los delitos de violencia de género,
sería fundamental disponer de los medios necesarios”.
“En una sentencia no puede haber ningún tipo de
conclusiones especulativas”.
“En el razonamiento jurídico no caben los
caprichos y las arbitrariedades, porque tanto la arbitrariedad como el capricho
están fuera de lo que es jurídicamente admisible”.
“Se habla de educar a los jueces en el tema de la
igualdad de género, pero por muchos cursillos que les den, si uno no tiene un
mínimo de sensibilidad hacia la humanidad en general, de poco vale lo que
teóricamente te enseñen sobre esta materia tan delicada”.
“Los jueces y los fiscales están más atados por la
ley, de lo que pueda parecer”.
“En el tema de abusos sexuales, no se usa la misma
vara de medir para hombres y mujeres. Aún hoy, que un hombre haya tenido relaciones
sexuales con varias mujeres, desde algunos sectores, se ve como una hazaña, sin
embargo en una mujer, el calificativo menor es de promiscua y libertina”.
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De Susana
Fagil nos quedamos entre muchas cosas, con su gran nivel jurídico, su capacidad
analítica y de ver las cosas con una lucidez admirable, y lo que es mejor,
explicarlas con una claridad cristalina.
A todos nos
ganó su gran convicción jurídica pura, dialogante y tolerante. Nos ha dejado
una grata sensación su sinceridad, su lenguaje, su estilo y su tono.
Sin lugar a
dudas es un nuevo éxito de este Foro que en su ardua gestión, ha sido capaz de
traernos hoy una invitada tan interesante.
Bienvenida y
gracias por tu generosidad Sandra. Esperamos que nos acompañes en el futuro; tu
presencia siempre será bien recibida.
Muchas
gracias.
Por: Luís Yáñez.