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domingo, 12 de mayo de 2024

Melania Ottaviano y Lucrecia Prat en la Jaula de Gatos

 


Presentación a cargo de Alejandro Dolz (extracto)

Melania Ottaviano innova en el ámbito educativo poniendo el foco en el desarrollo de habilidades humanas a través de procesos digitales planteándose la cuestión de si la tecnología puede desarrollar también habilidades socioemocionales. Actualmente desempeña la tarea de Advisor del consejo internacional Aplicaciones Humanas con IA, Inteligencia Artificial. S.L. Es también Directora de la Diplomatura en Innovación educativa de la Universidad Siglo 21y parte del Equipo académico de la Especialización en Entornos de Aprendizaje de la Facultad de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica Argentina entre otros cargos y responsabilidades.






Lucrecia Prat Gay es neurosico-educadora, Self-Esteem Practitioner y educadora en Disciplina Positiva. Co-fundadora del Colegio Río de la Plata Sur donde ha puesto en marcha el modelo de enseñanza compatible con el cerebro. Estudió “Brain Bases learning” y como Teacher Trainer, ha dado presentaciones en congresos y jornadas de perfeccionamiento docente en Estados Unidos, Italia, Grecia y toda Latinoamérica. Lucrecia tiene a su cargo el módulo de Neuroeducación en la Formación de Coaching con Especialización en Coaching Educativo (Creando Puentes) y en el Diplomado de capacitación Docente en Neurociencias (Asociación Educar). Ha escrito numerosos artículos y estudios sobre neuroeducación. Algunas de sus propuestas son que para oxigenar el cerebro hay que “utilizar las músicas de "Rocky" y "Superman". Escuchar a Chopin para cuando los niños tienen situaciones conflictivas y a Mozart para tranquilizar. También se recomienda a Ricky Martin para "energizar" y Queen para realizar "actividades rutinarias”.






DEBATE. IDEAS PRINCIPALES

- La aparición de la inteligencia artificial ha creado mucha controversia al igual que, en su día, hubo manifestaciones de docentes de matemáticas en Estados Unidos cuando apareció la calculadora al igual que otros inventos como la imprenta generó dudas de si realmente se iban a perder facultades cognitivas y sobre todo la memoria. Estamos viviendo un cambio de época y no solo por la inteligencia artificial sino por el propio desarrollo de la tecnología que avanza muy rápido y nos preguntamos qué pasa con nosotros y qué desafíos tenemos como humanos frente a ella.

-El gran desafío que tenemos con con estas nuevas tecnologías es la forma en que preguntamos y el contexto que le damos a cada pregunta ya que estas inteligencias se nutren de la información que nosotros también le vamos proporcionando y alimentando con nuestras búsquedas o consultas. Hay que hacer especial hincapié en todas las ciencias de datos que son las que las sostienen y enriquecen. Asistimos a los primeros pasos de la IA. Todavía aparecen muchos errores y debemos ser muy críticos que la información que nos proporciona.




- En Human IA estamos trabajando la parte más humana de la inteligencia artificial si cabe. A través de un texto entre 800 y 1000 palabras y aplicando la IA podemos sacar el perfil de una persona con unas 35 habilidades socioemocionales; es decir, el nivel de creatividad, de liderazgo, de tolerancia en las frustración, etc. El proyecto ayuda a conocer a quién tenemos delante más allá del currículum y de las titulaciones ya que proporciona información sobre las habilidades y predisposiciones del sujeto. Viene bien para armar equipos de trabajo más por las habilidades que por la formación como bien recomienda la OCDE. Es fundamental a la hora de conocer, tratar, mejorar la inteligencia artificial formar equipos de trabajo desde todos los ámbitos profesionales que analicen los pros y los contras, que vean la manera de mejorar, de los recursos que se necesitan, de los beneficios y peligros que se pueden producir, etc. Y sobre todo, de la necesidad de una normativa válida para todos a pesar de las diferencias de intereses que puedan haber. Se discute sobre el uso del ChatGPT, sobre la proliferación de las noticias falsas… Hay que desarrollar más el espíritu crítico y cada vez se necesita más formación para poder utilizar estos recursos y por eso se habla del desarrollo de habilidades para entender mejor el funcionamiento de los algoritmos y saber qué nos pasa a nosotros, a nuestro cerebro, frente a toda esta incertidumbre que nos generan estas nuevas tecnologías. La buena o mala noticia, según para quién, es que la inteligencia artificial ha llegado para quedarse y prohibirla ya no tiene sentido porque es una batalla perdida.




-Nos preocupamos por lo que puede hacer la Inteligencia Artificial pero poco sabemos de este cerca de kilo y medio gelatinoso que tenemos en la cabeza cuando nos enojamos, cuando nos emocionamos, cuando pedimos un aumento…

-Recordemos a Shakespeare cuando en Hamlet escribió que no hay nada bueno ni malo, solo tu pensamiento que lo hace bueno o malo. O la frase de Yuval Noah Harari cuando afirma que los humanos siempre fuimos mucho mejores en inventar herramientas que en saber usarlas inteligentemente. Hay mucha investigación científica acerca de todo lo bueno que trae la inteligencia artificial pero hay también alertas. Una de ellas se refiere a todo lo que nuestro cerebro va a dejar de hacer a favor de la inteligencia artificial. Le estamos entregando tareas cognitivas a la inteligencia artificial. Hay que tener cuidado porque el cerebro funciona bajo una premisa: úsalo o lo pierdes. No podemos dejar que el cerebro pierda todo lo que nos hace humanos, perder todas nuestras capacidades cognitivas.




-La anedonia es la incapacidad de experimentar placer, algo que está ocurriendo entre los adolescentes de hoy en día y que buscan ese placer y el contacto humano en las redes sociales. Hay que recuperar espacios donde podamos encender el núcleo accumbens que es el área del placer del cerebro. Y ese área crece cuando el cerebro trabaja junto a otro. No perdamos esa posibilidad maravillosa de juntarnos para crecer y nutrirnos de los otros.


- La educación es clave para saber manejar lo mejor posible esta nueva tecnología y hay que enseñar también cómo funciona el cerebro para saber que entre el enojo y la respuesta al enojo hay un espacio de conciencia donde yo puedo elegir. Las inteligencia artificial tiene que ser usada también éticamente, con valores humanos, utilizarla para sumar valor en la vida del otro. Yo incorporaría en el currículo escolar una materia que llamaría alfabetización emocional.


- Una de las grande preocupaciones es el miedo a la pérdida de puestos de trabajo. Estamos asistiendo a la quinta revolución y a un verdadero cambio de época. El Foro Mundial anuncia que para dentro de unos cinco o diez años se necesitarán unos 97.000 puestos nuevos de trabajo.





- Al principio la inteligencia artificial la hacen los seres humanos y tenemos por ello que ponerle mucha energía al autoconocimiento. Por eso e vital desarrollar el pensamiento crítico y lo que nos hace humanos. La profesión de educador será muy difícil de sustituir porque se basa en el poder del amor y de la empatía y falta mucho, mucho para que eso pueda ser reemplazado por la inteligencia artificial. Pero cómo hacemos para mantenernos humanos, hacer del cerebro un músculo fuerte, usándolo en toda su dimensión.


- Preocupa mucho más la inteligencia artificial generativa ya que somos nosotros mismos los que la vamos alimentando y va teniendo cada vez mayor capacidad de decisión. Por ejemplo, en Japón los juicios masa que responden a un mismo proceso es una inteligencia quien dicta sentencia en muchos de los casos. La clave está en la minería de datos, si nosotros seguimos alimentando a esta inteligencia generativa empezará a mostrar mayor agilidad y habilidad. Crece exponencialmente y es inimaginable hoy en día a dónde puede llegar. Debemos trabajar en equipos, en comunidad, en ecosistemas donde cada uno pueda aportar desde su ámbito su visión porque la inteligencia no tiene sesgos y tomará decisiones lejos de los estados socioemocionales de las personas.




- Tendremos que empezar a poner peritos especializados en cada área para poder discernir si una noticia o trabajo o documento o fotografía o video es verdadero o falso. Hacen falta ya programas que analicen los resultados de la IA. Tenemos que ser proactivos frente a la inteligencia artificial proporcionando información veraz, de calidad, sin sesgos ni prejuicios. Cada uno en su contexto y en equipos de trabajo tiene que comprometerse con ese cuidado de la información y del tratamiento de los datos porque si no todo será muy manipulable. La Wikipedia en su día puso regresores, por ejemplo. Volvemos a la importancia de la educación donde hay que enseñar desde muy pequeños a descubrir las fakenews, a buscar de forma eficaz, etc. Lo ideal es estar nosotros al manejo de la IA y no al revés. Hay que enseñar diferente.


Lista de asistentes:

Lucrecia Prat-Gay, Melania Ottaviano, Belén Soba , Carmen Posadas , Laura de Lorenzo, Marta Robles , Amaya Miñano, Susanna Griso , Claudia Caso , María Mañas , Patricia Porras , Alejandro Dolz, Antonio de la Riba , Celso Arango, Francesc Guardans, Gerardo Viada, Jesús Aguado , Joaquín B de Quirós, Javier G. Bermúdez, Jaime Porras, Luis Blázquez, Iván Matamoros, Luis Puente, Enrique Pérez Pla, Juan Mendoza, Íñigo Afán de Ribera, Julio Rodríguez, Antonio Hernando, José Ramón Navarro, Manuel Sanz , Nacho G. Rasina , Santiago Casares , Santiago Pedraz, Francisco Hidalgo, Víctor Manuel, Ricardo Goizueta , Miguel Bernáldez y Miguel Muñoz -Calero.

Resumen de la tertulia: Alejandro Dolz.

Fotografía: Iván Matamoros.


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