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sábado, 4 de junio de 2016

PATXI ANDION EN LA JAULA DE GATOS.


Fecha: 12 de Mayo de 2016
Lugar: LA POSADA DE LA VILLA
          Cava Baja, 9
          M A D R I D

Asistentes: Patxi Andión (invitado), Gerardo Viada, Mariano Fernández Bermejo, José Ignacio Rodrigo, Santiago Pedraz, Leandro Crespo, Jacinto Santos, Julio Rodríguez, Sylvia Molina Muro, Juan Chaves, Carlos Bravo, Fernando Ramírez de Haro, Félix Colomo, Julio Sanz, Carlos Beamonte, Javier Bermejo, Jaime Porras, Miguel Muñoz Calero y Luís Yáñez.
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Era un reto que teníamos pendiente desde hace mucho tiempo. Una persona con una trayectoria tan sugestiva  y sus  múltiples e interesantes vivencias entendíamos que necesariamente tenían que resultar muy atrayentes a los más de cien mil seguidores que hoy visitan nuestro Foro. 
 Patxi Andión fue uno de los cantautores con más enjundia en la década de los sesenta y setenta del pasado siglo, lo que se dice todo un referente. Un cantautor que por su ideología progresista se vio en la necesidad de exilarse de nuestro país, por no comulgar con ruedas de molino. La “trágala franquista” no era para él, y ese fue el motivo que le obligó a dar con sus huesos en el París que vivía intensamente las libertades conseguidas en Mayo del 68. Hoy fiel a sus principios sigue manteniendo su conciencia de clase. Nadie podrá negarle nunca su valentía y su consecuencia. 
Se podrá estar de acuerdo o no con el pensamiento y la ideología de Patxi Andión, eso es potestativo de cada uno, pero lo que nadie puede negarle es la coherencia que ha mantenido a lo largo de toda su vida. Incansable luchador desde su juventud por las libertades, lo que le costó más de un disgusto y en ocasiones vivir críticas situaciones ante las fuerzas represoras de la época.
Que duda cabe que la influencia familiar le marcó desde la niñez, y el hecho de ser hijo de padres republicanos y sindicalistas, que sufrieron las represalias de los vencedores cuando estalló la “paz de Franco”, dejó en él una manera de entender la vida y una imperiosa necesidad de expresar su disconformidad a través de lo que mejor sabía hacer, componer y cantar a gritos por la libertad.

Fueron unas horas muy gratas las que departimos con Patxi Andión. Nos supieron a poco. Nos hizo rememorar aquellos tiempos convulsionados y de clandestina agitación política. Tiempos que nos tocó vivir y que de alguna forma nos fueron moldeando para aceptar una libertad que se nos había negado.
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Nos dijo muchas cosas interesantes, algunas fueron estas:

”Desde la óptica de su agnosticismo cree que la vida del ser humano comienza cuando nace y termina cuando muere, y lo único que queda es la herencia de lo que dejemos aquí, lo cual solamente tiene sentido si uno ha sido capaz de dudar, ya que  través de la duda se inicia el camino de la especulación para ver que es lo que realmente sucede y si hay alguna explicación detrás de la duda”.

“Se considera un escritor de canciones, es decir de cosas pequeñas, jamás se ha considerado un escritor en el sentido literal, lo que ocurre es que cuando hay alguna cosa que no puede explicar de otra manera, termina escribiendo un libro, pero de ahí a considerarse un escritor hay todo un trecho. Cree que tiene muchas carencias, por eso siempre busca aquello con lo que pueda ensayar y ejercitarse,  lo cual con un poco de suerte y esfuerzo  poder encontrar solución o explicación a  aquellas carencias a las que se refiere. 
Por ejemplo en el camino artístico en todo aquello en lo que ha tenido capacidad de poder asumir y comprender, como el nuevo lenguaje y las expresiones de este tiempo, ha procurado asimilarlas y adaptarse a ellas, ya que fundamentalmente sirven para el enriquecimiento personal. 
Como actor, si es cierto que ha hecho varias películas, (15), pero nunca se preparó para serlo; ha actuado circunstancialmente y en un momento determinado, pero no se ha considerado profesionalmente un actor, cree es una profesión demasiado seria como para que un advenedizo pueda usurpar la categoría de actor. Aunque reconoce que su trabajo en el cine ha sido tremendamente provechoso y en el que ha disfrutado muchísimo. Sus inicios en la Universidad fueron por pura casualidad. Haber coincidido con una persona como Luis González Seara, catedrático y ex ministro,  que dirigió su tesis doctoral en Sociología fue determinante para integrarse en la misma. 
Hace poco tiempo que esta persona ha fallecido y guardará de él un recuerdo imperecedero y sigue pensando que ha sido una de las mentes más preclaras de la España en  los últimos cincuenta años. El razonamiento de que la Universidad es un buen cuartel de invierno le convence para integrarse en el cuadro de profesores de la cátedra de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense en el período de 1985/86; y de ahí hasta ahora donde está en estos momentos, en la Universidad de Castilla la Mancha, concretamente en Cuenca, en la cátedra de Imagen. 
Tenía que haberse jubilado, pero es tan ilusionante el trabajo que desempeña, con un equipo humano extraordinario, que seguirá mientras se lo permitan. Como músico es la faceta de su vida en la que se considera más profesional ya que su actividad como tal fue bastante larga y todavía sigue haciendo sus pinitos. Su vocación de cantautor de alguna manera le viene en parte de su madre que era una cantante excepcional, su abuela fue soprano y su familia en general eran grandes amantes de la música”.


“Se considera un hijo de la libertad. Su progenitor fue excarcelado en Enero de 1947 y él nace en Octubre del mismo año, ¡nunca la libertad fue mejor aprovechada!. Después de ser condenado a 3 penas de muerte por haber sido Comisario Político de la 59ª División Republicana, tuvo la suerte que en la misma lista de ingreso en el penal de Ocaña figurasen tres miembros de una organización internacional, lo cual le salvó milagrosamente de ser fusilado, posiblemente por temor a que aquello pudiera tener algún tipo de repercusión o trascendencia  en el exterior”.

“En su anecdotario de aquellos  tiempos en que la censura cercenaba cualquier vestigio de libertad, recuerda un concierto en la ciudad de León, donde al llegar le dice el empresario que solamente habían autorizado una canción de las 60 o 70 que se habían presentado, de las cuales 40 o 50 eran falsas y muy light con el fin de que nos aprobasen un número con el que poder llevar a cabo el concierto. 
A la vista de la situación le dijo al empresario que no quedaba otro remedio que   suspender el recital, algo que según el promotor era mucho más complicado que el problema de la censura en si ya que tenía vendido todo el aforo, y la gran mayoría del público asistente iban a ser mineros de la cuenca leonesa que en aquellos momentos vivían horas de gran agitación laboral, por lo que temía que si se llegaba a suspender el concierto, se pudiera provocar un grave altercado, incluso llegarle a quemarle el local. 
Ante esta disyuntiva decide actuar, sin autorización de ningún tipo, cantando sus temas más reivindicativos socialmente; lógicamente al finalizar la actuación fue detenido, durmió en la cárcel y ello le generó otra nueva multa gubernativa de las muchas que ya le habían impuesto. Mereció la pena haber tomado la decisión de actuar pese a los pequeños contratiempos que le ocasionaron; el público asistente que demandaba justicia social según el propio Patxi, se jugaban bastante más que él y lógicamente aquella gente se merecían el pequeño sacrificio que hizo”.
“Hace 3 o 4 años le escribió una persona que estaba haciendo una tesis doctoral sobre la censura franquista, pidiéndole si podía colaborar con él. No lo dudó un instante, se puso a su entera disposición. Le dijo que en la investigación que previamente había llevado cabo, había encontrado el oficio por el cual su primer disco, un single con dos canciones. En la cara “A” estaba “La Jacinta” que fue prohibida de inmediato, y en la cara “B” otra canción que fue prohibida igualmente, pero 15 días después. La Jacinta era un tema que trataba sobre una prostituta, que el censor prohíbe con el siguiente razonamiento:
No se autoriza la difusión de esta canción por la evidente mala fe del autor, al pretender demostrar que existe la prostitución, cuando es sabido que está prohibida en España”. Un sólido argumento que ponía de manifiesto la arbitrariedad con la que se ejercía la censura en aquellos días”.

“La primera entrevista que le hicieron en su vida se la hizo el periodista Pedro V. García del diario Pueblo. Fue un artículo muy corto donde dijo dos cosas que ha mantenido a lo largo de su vida, como principios fundamentales. Una que hace canciones como herramientas, que no son elementos finales sino iniciales; y dos, que se considera un conserje de su generación; y no solamente él, sino otros muchos que también fueron considerados sirvientes de una sociedad civil  que se creía con todo el derecho, metafóricamente,  de enviarnos a comprar tabaco cuando a ellos les apeteciera.
Era la propia sociedad, viciada de años de abusos y atropellos pero que había ganado la guerra, la que llegó a considerar como algo normal violar hasta el más mínimo derecho de ciudadanía. El largo período de oscurantismo y el miedo, llegaron  a retorcer y modificar hasta los más nobles sentimientos de humanidad y de comprensión, pero al final pese a todos los inconvenientes que hubo, que fueron muchísimos, fue parte de aquella sociedad silenciosa la que lanzó y puso en el camino a toda aquella inquieta juventud, para que expresase sus ansias de libertad con los escasos medios que tenían. Y lo consiguieron, vaya si lo consiguieron, Patxi fue uno de ellos”.

“Hace unos días tuvieron en Llanes (Asturias), un encuentro de cantautores de antaño, organizado por “Tertulias de Llanes”, que fue algo realmente extraordinario. Entre otros muchos estuvieron: Paco Ibáñez, Raimon, María Rosell, Kiko Piedra la Serra, Amancio Prada, Elisa Serna, Julia León. Jerónimo Granda, Luis Pastor, etc. etc. y el propio Patxi Andión, donde todos ofrecieron algún retazo de su obra. Entre las muchas preguntas y respuestas que hubo, al hacer la presentación ante la prensa le preguntaron a Patxi Andión, cual creía él que era la diferencia entre aquella época de efervescencia de cantautores y la actual. Les devolvió la pregunta diciéndoles, si conocían a alguien que estuviese ahorrando para comprar un libro o un disco, y la respuesta fue que no, que no conocían a nadie. La contestación estuvo ahí. El que más y el que menos recuerda el final de la década de los sesenta, en la que todos sin excepción ahorrábamos para comprar discos y libros, y aquel que no tenía posibilidades de hacerlo, se las ingeniaba como buenamente podía para hacerse con ellos. Eran otros tiempos, tiempos de escasez y de falta de todo, pero con una moral y una ilusión fuera de cualquier duda”.
“En estos momentos dentro de  la propia Universidad, está colaborando con Sylvia Molina y Julio Sanz en un proyecto en el que se está rescatado el Gabinete de Música Electroacústica de Cuenca, un conjunto de archivos de arte sonoro, es decir la música y el sonido entendidos como elementos de creación y de construcción artística que sean legibles, y de paso traerlos a la Facultad de Bellas Artes para integrarlos a través de el Grupo de investigación FUZZYGAB.4 en las CAAC (Colecciones de Archivos de Arte Contemporáneo) de la Universidad de Castilla la Mancha, cuyos archivos  afortunadamente van creciendo día tras día, gracias al trabajo de personas como las citadas anteriormente y donaciones de artistas de todo el mundo.
Su compromiso de colaboración desde el Departamento de Arte, ha sido que cualquier cosa que se pueda hacer a costa de lo que sea, se hará, a fin de consolidar este proyecto de interés cultural tan importante.”

“Tiene un recuerdo entrañable de Víctor Jara, aquel cantante chileno, miembro de Quilapayún, que fue torturado y asesinado por el régimen de Pinochet en 1973. En su exilio en París durante los años 1968 y 1969, Patxi Andión empezó  a tocar en una cave en París que se llamaba La Candelaria, donde se interpretaban sobre todo canciones latinoamericanas y españolas. Allí también actuaban Violeta Parra, Paco Ibáñez y otros más, muchos de ellos chilenos, y fue precisamente en aquel lugar donde conoció a Víctor Jara en 1970. Siempre lo consideró  un personaje de un enorme compromiso político y un carisma extraordinario. 
Es cierto que en aquella época, cuando él lo conoció, sus condiciones artísticas posiblemente estaban un tanto limitadas y quizás un poco deterioradas, pero lo que nadie puede negar es que toda la trayectoria de Quilapayún está fundamentada en la figura de  Víctor Jara. Se dice de Víctor Jara de un forma un tanto maledicentemente, que hay que tener tino y ser oportuno hasta para morir, lo cual le parece una maldad ya que está completamente convencido que de no haber sido asesinado por el terror pinochetista, podría  haber seguido haciendo cosas maravillosas. 
Aparte de un cantautor extraordinario, Víctor Jara fue también  músico, profesor, director de teatro,  un gran activista político y uno de los exponentes más representativos de la cultura chilena de aquel tiempo”.

“Tocante al tema de la caza, cree que es una cuestión bastante compleja y muy controvertida.  La actividad cinegética tiene un desarrollo histórico que siempre se suele tomar como argumentario para justificarla y que no es otra que la relación dramática del hombre con la naturaleza. 
Al principio de los tiempos, el hombre cazador, aquel que mantiene a su prole, les provee de pieles para su vestimenta y todo  ese tipo de cosas necesarias en la tribu y en su entorno más cercano, nos debiera llevar a admitir y comprender todo esto y de alguna forma sentirse heredero de todo aquello. Cree que hay un punto de inflexión en el que de la actividad cinegética se empieza a desgajar la cuestión alimentaria.
 El cazador mientras su función fundamental durante siglos fue cazar para alimentarse, tenía todas las justificaciones sociales, y nadie cuestionaba el acerbo cinegético en el hombre, es más se le admiraba, al fin y al cabo aportaba los vestidos y los alimentos necesarios.
No hay que retroceder muchos años atrás, y en la década de los años 70 y 80 del pasado siglo, había un programa semanal en la televisión pública que hablaba de caza y pesca, donde se informaba de las cuestiones relativas a estas actividades. Esto que parece una nimiedad tiene una tremenda importancia, ya que simbolizaba de una manera evidente como la actividad de la caza estaba socializada, es decir que la sociedad entendía la práctica tanto de la caza como de la pesca, alguien podrá no entenderlo ahora, pero era así. 
Con el paso de los años todo aquello deriva hacia otros criterios, y hay un momento en que la caza deja de ser una actividad con funciones alimentarias y pasa a ser una actividad lúdica, es decir la caza se convierte en  una diversión. A partir de ese momento empieza a ser cuestionada, formulándose la pregunta: “Porque se mata a un animal que está viviendo en libertad”.
El problema no es porque se mata, sino porque alguien lo quiere matar; y esa pasa a ser la gran interrogante acerca de la condición ética del cazador. Y es aquí donde hay que hacer una distinción básica, que no es otra que la condición del cazador como elemento social y personal. Como elemento social, hemos de aceptar que la naturaleza está humanizada, pudiendo asegurar que quedan muy pocos lugares en el mundo en los que la naturaleza es hoy como era antaño, es decir totalmente salvaje.
En consecuencia no se puede considerar a la naturaleza sin la presencia del hombre dentro de la misma, y en ese sentido respecto a las poblaciones de animales salvajes en los países más desarrollados, la presencia del cazador como elemento social, de control de dichas poblaciones es imprescindible e inevitable. Cree que este criterio está asumido por todos, o sea que el cazador como tal, bien deportivo, profesional o incluso de fortuna (furtivo), es necesario.
Las pirámides poblacionales de animales sin depredadores naturales estarían descontroladas y con graves problemas de subsistencia, por ese motivo el hombre ha asumido el papel de depredador natural, ya que al haber desaparecido aquellos animales que mantenían el equilibrio, el hombre-cazador pasó a ocupar su sitio. 

La cuestión está en porqué se siente satisfacción por cazar y dar muerte a un animal, ese es otro problema, pero la necesidad de la presencia del cazador en la naturaleza hoy en día, no es que sea  necesaria, es imprescindible.
En España todos los años se cazan aproximadamente unos 28 millones de conejos; ¿alguien se puede imaginar lo que podría pasar si a partir del año viene se decidiese no sacrificar ningún conejo?; las consecuencias serían catastróficas, producirían tal devastación en el mundo vegetal que acabarían provocando una desertización total en pocos años.
En definitiva, nos guste o no, una población animal no controlada, o acaba desapareciendo o provocará secuelas incontrolables y trágicas en el medio ambiente. Pero a pesar de estos argumentos hay una cuestión que difícilmente puede justificarse y es el hecho de matar un animal. Así que cuando alguien formula una pregunta en esa línea, no hay una respuesta convincente para un sector de la sociedad muy sensibilizada, que sea capaz de explicarle  este tipo de acciones.
Y en tanto ahí están, los cazadores por un lado  y los movimientos proteccionistas por el otro, que difícilmente podrán entenderse algún día, pero con la legislación vigente en la mano, cada uno tiene la posibilidad de ejercer sus derechos, uno practicando una actividad legal y el otro manifestando su disconformidad”.

“Tiene muy claro que la profesionalización va en contra del desarrollo del artista. El artista necesita la crítica, la duda y nunca la autocomplacencia. Cuando el artista ha conseguido el éxito, la gerencia del mismo es lo más complejo de esta profesión, entre otras cosas porque el entorno te va condicionando y te marca un camino que en muchas ocasiones no es el que uno ha elegido. Patxi Andión no empezó en este oficio de cantautor por el deseo expreso de llegar a ser un artista afamado. 
Sus inicios se deben a las armas que tuvo a su alcance en la adolescencia; un ambiente familiar adecuado, una cultura musical y unas ciertas dotes para cantar, le llevaron por ese camino. Es cierto que el éxito le va condicionando y le lleva a la profesionalidad, y es aquí donde inciden de una forma muy directa las compañías de discos que lo que buscan es que gane más dinero, sea más famoso y tenga mejores resultados en su carrera, para que así esté supeditado a tu trayectoria.  
Pero hay un momento en que se da cuenta que él no es capaz de adecuarse ni adaptarse a los tiempos que venían, su deseo era una actividad artística con una actitud crítica que le permitiera soñar con ser un poco mejor cada día, no el oropel del éxito a costa de lo que fuera. Las compañías llegan a una presión tal sobre su trabajo a la hora de presentar sus propias canciones que resulta insoportable mantener esa situación. 
Hubo varios motivos por los cuales decide ir apartándose poco a poco de este mundo, cree que fue en 1983, no recuerda exactamente la fecha, cuando saca un disco que se llamaba “Cancionero prohibido”, en el que la canción más señera era “Mi niñez” en la que en una parte del estribillo dice: “… bebiendo de un sorbo el vaso, oliendo  coño y a tabaco, me largué”; que no dejaba de ser una metáfora, porque lo que yo realmente quería decir y sentía en ese momento, es que me largaba de mi niñez, la dejaba atrás  y empezaba a sentirme un hombre.
Presentado el disco en la compañía que por aquel entonces era CBS, me dicen que la Cadena SER ve esta canción con serias posibilidades de ser nº 1, pero que tenía que quitar lo de “oliendo a coño”. Ante esta petición, le devuelve la pregunta al gerente de la compañía diciéndole: ¿Y tu qué harías?; y el le respondió: “Yo creo que una canción es como es”.
Esto y otras muchas cosas le llevaron a la determinación de retirarse y  no seguir grabando, aunque eso si continuó escribiendo y componiendo canciones y al mismo tiempo experimentando y buscando nuevas fórmulas. Volvió al Conservatorio y hasta el año 1998 no vuelve a grabar, cuando ya cree estar liberado de aquellas ataduras profesionales que en ningún momento llegaron a convencerle”.
“Su opinión sobre algunos de los cantautores de su época, es la siguiente:
Joan Manuel Serrat: Fue uno de los grandes cantautores del comienzo. Es un pionero, con una capacidad de fabulación espectacular. Su obra está muy encasillada en su época. Es de una honestidad contrastada.
Paco Ibáñez: Es el alma de todo esto. Encarna perfectamente el espíritu del cantautor, aunque no haya compuesto nunca, pero lo que sí ha hecho, de una forma maravillosa, es ponerle música a la poesía de los demás. Con más de 80 años sigue dando conciertos y  sigue manteniendo la incorrección política de toda su vida.
Joaquín Sabina: Su estilo es muy peculiar y muy particular, y sobre todo de una gran aceptación por parte del gran público. Sus canciones no son solamente obra suya, algunas de ellas están firmadas por varios autores, sin que esto de alguna forma lo descalifique, ni mucho menos. Sus triunfos son incuestionables. Personalmente le tiene un gran aprecio.
Luis Eduardo Aute: Es un grande de los grandes. Una institución en el mundo de los cantautores. Una persona que ha mantenido su independencia creativa y de conciencia por encima de cualquier cosa. Nunca se ha traicionado a sí mismo y jamás ha aceptado imposiciones de ningún tipo. Es autor de obras que son auténticos símbolos.
De los cantantes actuales cree que hay gente muy interesante que se inspiran en lo que tienen a su alrededor. No es igual que en los tiempos de la dictadura la cual era un auténtico filón en el que inspirarse y donde el que más y el que menos trataba por todos los medios de expresar su disconformidad y llevar cabo su lucha contra ella y contra la opresión”.
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También nos dejó algunas reflexiones tales como:
“El azar, normalmente, en la vida real del individuo tiene un función extraordinaria y en muchos casos determinante”.
“Tan inútil es justificar el pasado como especular sobre el futuro”.
“No se considera un caso excepcional en la lucha contra la dictadura, cree que muchos como él tenían las dudas hereditarias necesarias como para creer que era posible otro mundo mejor”.
“De Mendigorría, el pueblo navarro de sus raíces, tiene muy presente el aserto popular que dice: “No te hagas tan humilde que no eres tan importante”.

“Era necesario manifestar la disconformidad, cada uno a su manera, estábamos en la creencia y teníamos el convencimiento de que otro mundo mejor era posible”.
“Para los que vivimos aquellos años difíciles, la gran decepción fue la “segunda transición”…”
“La condición de cazador social es incuestionable y la condición personal de cazador, siempre será cuestionable”.
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Su trayectoria de cantautor, actor, escritor y catedrático, son actividades que están sobradamente avaladas por su dilatado currículo profesional, y eso está muy bien, por supuesto que sí, pero si algo destaca sobre todo en Patxi Andión es su gran condición humana, algo que germina en el ADN del ser humano y que no todos consiguen manifestarla, el lo ha conseguido, como prueba el hecho que donde quiera que vaya sus amigos se cuentan por cientos, prueba inequívoca de que lo que ha hecho, lo ha hecho bien, que ha ido por derecho, que ha dado la cara allí donde hiciera falta y eso quiérase o no siempre le ha hecho dejar  una profunda huella por donde ha ido pasando.
No me ciega la amistad, ni mucho menos, si a la hora de hacer una descripción de su perfil, lejos de las intelectuales y profesionales, dejase de enumerar algunas de sus virtudes más mundanas: Excelente jugador de mus, respetuoso cazador con el medio ambiente, extraordinario contertulio y magnífico compañero de viaje.
 Y sobre él como persona es  un canto a la bonhomía, virtud  que le confiere esa condición de “buena gente”, algo de lo que no todos pueden presumir, él por supuesto que sí.
Ha sido un auténtico placer tenerte como invitado Patxi. Se que a  los asistentes que no te conocían les has dejado gratamente impresionados. 

Los que te conocemos desde hace años sabíamos de tu capacidad y condición. Para mi no ha sido ninguna sorpresa.

Gracias Patxi, hasta siempre.

Por: Luís Yáñez.