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lunes, 25 de marzo de 2024

JUAN LUIS ARSUAGA en la Jaula de Gatos

 


Presentación de Juan Luis Arsuaga por Pedro Piqueras (extracto)

Muy buenas tardes a todos. Bienvenido a este nuevo encuentro de la Jaula. Yo venía a escuchar a Juan Luis Arsuaga y eso es ya es una buena razón. Lo de presentarlo es otro cantar. Un cantar inesperado, un reto complicado si uno no quiere tirar exclusivamente de Wikipedia. Pero sí puedo decir que el profesor Arsuaga, con sus publicaciones y sus apariciones en medios de comunicación, nos ha permitido conocer cómo influyen la geología, el medio ambiente y el clima en la evolución del hombre y la historia. Gracias a él y a sus investigaciones entre cráneos, huesos y arena, particularmente en el yacimiento de Atapuerca podemos explicarnos cómo hemos llegado hasta este momento histórico de progreso, de tecnificación y hasta de peligro permanente de autodestrucción.

Les voy a contar algo personal. Yo sufrí un cierto rechazo hacia el mundo de la paleo-antropología. Cuando tenía trece años, en tercero de bachillerato, tuve un profesor de ciencias naturales que se llamaba Emilio García que olía fuertemente a colonia y a Bisonte, los cigarrillos que tenían un aroma bien particular y un bisonte, de los de las pinturas rupestres de las cuevas de Altamira, impreso en la cajetilla. Aquel era un tipo curioso, siempre encorbatado, que al entrar al aula nos ordenaba abrir las ventanas porque en aquella España de poca ducha y poco baño los alumnos - así en conjunto- debíamos oler muy mal.

Un día, explicando el hombre de cromañón me pidió que me dirigiera hacia su mesa, me puso de perfil al resto de compañeros y dijo: el cromañón, frente huidiza, mentón prominente. Para seguir haciendo otros comentarlos acerca de mi evolución, como que no tenía lóbulo en las orejas o el hecho de que los colmillos estaban pegados a las palas, cosa que la odontología consiguió corregir. El caso es que pueden imaginar el mote, el alias que persiguió desde entonces cuando al bulling de ahora le llamábamos coger manía. Sí, fui "el cromañón" durante dos cursos. Pero luego, viendo dibujos de supuestos hombres prehistóricos, pude ver que el cromañón no era el de la frente huidiza... sino que éste era el neandertal, al que también llamábamos el hombre de las cavernas, cosa que no me satisfizo en absoluto, porque era, según creo, menos agraciado físicamente…

Yo creo que me reconcilié con la paleo-antropología cuando este señor, Juan Luis, empezó a dar conferencias, escribir libros y a comunicar sus descubrimientos porque Arsuaga es un hombre sabio y uno de los más cercanos, el más cercano, al conocimiento de la evolución humana y, además, con un relato natural, claro, inteligible de lo que eran nuestros antepasados más lejanos, los de la Prehistoria.

Cuando veo a Arsuaga, me pregunto muchas cosas, por ejemplo, qué le debemos al Cromañón y al Neandertal... qué nos queda de ellos. Me pregunto si el hombre ha sido feliz en el pasado... Si hace decenas de miles de años existía la polarización, la crispación política, o esto es patrimonio únicamente de los seres tan educados, tan formados, tan solidarios y tan evolucionados de este siglo. Cómo era el machismo, cómo se manifestaba. Cuándo y por qué descubrieron aquellos seres que era necesario meterse en la senda del progreso. Y me pregunto todo esto intuyendo que él, Arsuaga, tiene una explicación.

En cualquier caso, solo puedo decir que voy a dar paso a un invitado realmente ilustre. Juan Luis Arsuaga es biólogo y catedrático de Paleontología en la facultad de Ciencias Geológicas. Es autor y coautor de distintas publicaciones... Atapuerca y la Evolución Humana, La saga Humana, El reloj de Mister Darwin o Nuestro Cuerpo… donde descubrimos, en un diálogo con el arte y la historia, nuestro ser físico y, entre otras cosas -permítanme la anécdota- "por qué caminar no adelgaza..." (porque nuestro cuerpo ha evolucionado y se ha rediseñado para aguantar largas caminatas con el menor gasto energético posible). Arsuaga es reconocido como un gran comunicador de temas científicos y tiene, entre otros premios, el Príncipe de Asturias de Investigación científica y Técnica. 



Tertulia con Juan Luis Arsuaga. Ideas fuerza.

* The Day After es una película catastrofista que habla de la glaciación como la mayor catástrofe natural que se puede dar. De producirse, Europa y gran parte de América serían inhabitables. Habría que preguntarse si esto puede ocurrir y la contestación es que porque ya ha ocurrido hace 12.000 años al igual que ya han ocurrido grandes terremotos y maremotos como el que arrasó Lisboa en 1755. Lo que ha ocurrido puede volver a ocurrir.


* Equipos noruegos y suecos, preocupados por el clima frío, han publicado en Nature un estudio presentando un modelo matemático que predice una glaciación entre 2050 y 2090. ¿Puede ocurrir? Puede. La corriente del Golfo, con su agua caliente cargada de sal, hace posible vivir en Europa. Si esta corriente se detuviera bloqueada por el calentamiento global del planeta, se podría producir una glaciación. Esta corriente asciende hacia el Polo Norte e intercambia calor con la atmósfera hasta que se enfría siendo más densa e hundiéndose retornando al fondo marino para volvera empezar. Si el agua dulce del polo se derrite puede bloquear y debilitar a la corriente impidiendo que suba. De hecho esto ya está ocurriendo y lo sabemos porque la corriente está monotorizada.


 *Para controlar el clima hay que hacer ingeniería planetaria. Los movimientos astronómicos no los podemos controlar. El clima depende del movimiento de la Tierra alrededor del Sol. Hay factores naturales muy difíciles de controlar sino es a través de esta ingeniería planetaria. No basta con la gestión del medio ambiente de forma local o continental, tiene que ser global, a nivel planetario. Habrá que tomar decisiones sobre fuentes de energía, los recursos, etc. para poder compensar, ya que no se pueden controlar, los factores naturales. Para hacer ingeniería planetaria hacia falta ciencia y un gobierno mundial o un concierto mundial. Si esto es así puede haber un futuro en armonía en un planeta maravilloso. Se necesita conocimiento, cordura, cooperación.



* Si los humanos queremos vivir en este planeta tenemos que sobreponernos a las leyes de la naturaleza que no siempre nos favorecen. La Naturaleza es amoral. Y para no estar sometidos a los vaivenes del clima, por ejemplo, necesitamos esa ingeniería planetaria; lo que no podemos hacer es “nada” frente a los que piensan, por ejemplo, que la naturaleza es buena per se. El conocimiento del funcionamiento del planeta nos permitirá su modificación y adaptarlo a los intereses de los humanos con ideas e intereses planetarios.


* Los desarrollos tecnológicos, y a eso me refiero con ingeniería planetaria, hacen posible que la leche se pueda pasteurizar y la podamos vender lejos de donde se produce y eso transformó todo el paisaje del norte de España, por ejemplo. Lo que necesitamos en una ingeniería bien planificada a nivel planetario que aporte equidad, racionalidad porque si no ocurrirá que lo que comemos en España estará acabando con el bosque de Sumatra porque se está plantando todo de aceite de Palma.

* La actividad solar es importante en el clima. Esto es un buen ejemplo de algo que no controlamos pero que podemos compensar. A veces cuando se produce una gran erupción volcánica llega menos radiación solar a la Tierra y se produce un cierto enfriamiento. Recordemos el año sin verano de 1816 donde un volcán indonesio arrojó cenizas a la atmósfera y se perdieron cosechas en todo occidente y en Estados Unidos. No paró de llover y no salía el sol y reunidos en el Lago Leman, Mary Shelley escribió Frankenstein con 19 años, Lord Byron un poema y Polidori la primera novela de vampiros. Este es un buen ejemplo de cómo la naturaleza puede afectar al clima y puede producir incluso revoluciones como se produjeron en en ese año con grandes hambrunas como en Irlanda.


* Cuando yo era estudiante en la Universidad Complutense de Madrid no se hablaba del calentamiento global. Y se decía que el gran peligro de la época era la superpoblación. Hoy ese problema ha desaparecido. A mí me explicaron en clase que el océano era la despensa de la especie humana, que el océano era inagotable y que nos proporcionaría materias primas y alimento a la humanidad para la eternidad. Al cabo del tiempo, el cambio climático del que no se hablaba es hoy la principal amenaza y el océano ha sido por completo vaciado y el mayor peligro que iba a ser la superpoblación ha dejado de serlo porque en la mayor parte del planeta se está en decrecimiento. Ya en mi época se decía que el mejor método autoconceptivo era la clase media que traía bienestar y comodidad. Conforme se ha ido ampliando la clase media, se ha ido reduciendo la natalidad.


* No hay ningún país desarrollado que tenga más de un 3% de población agraria. La mecanización del campo ha hecho que no se necesite tanta mano de obra en el campo. En Arcos de Jalón los tractores funcionan sin conductor. El campo tienen grandes virtudes, pero la civilización está en la ciudad. Otro ejemplo son los barcos. Antes un barco de vela llevaba una tripulación de 200 personas. Ahora lo puede tripular una. Ya no hay marineros, hay barcos y hay transporte marítimo, pero lo que no hay es marineros. Y por supuesto, la tendencia planetaria es al despoblamiento del campo y la concentración en las ciudades. En términos de eficiencia energética, las ciudades son más eficientes que la población dispersa.


* Una de las cosas que he descubierto es la dificultad de contar las cosas, de contar la verdad. Antes un científico podría decir verdades incómodas sin exponerse a una lapidación, ahora mismo es muy difícil. La democracia consiste en que te dejen hablar, no en que te den la razón. Es muy difícil transmitir un mensaje científico. Ahora hay tanto ruido que es muy difícil transmitir la señal. Una cosa que caracteriza al científico es que el 90% de las veces estamos llenos de dudas. Pero es evidente que las tres cuartas partes de la población humana vive en riesgo climático, pensemos en la escasez del agua.

* El problema con la ciencia es que requiere tiempo. En España solo hay un programa de divulgación científica. En todo el espacio radiofónico solo hay un programa de ciencia que se emite el domingo a las 6:00 h de la mañana en Radio Nacional de España. Curiosamente si vemos las estadísticas, a finales de año, de las 10 noticias más visitadas de los periódicos las ocho primeras son de ciencia.





Listado de asistentes:


Juan Luis Arsuaga, Lourdes Carreras, Amaya Miñano, Marta G. Cassina, María Zaplana, Rosa Bernabé, Beatriz Sanz, Patricia Melgarejo, Verónica Fernández de Córdova, Cata Moreno de la Cova, Patricia Porras, Carlos Martínez, Alfonso Martínez de Irujo, Ernesto Fernández Bofill, Edmundo Gil, Francesc Guardans, Fernando Puig de la Bellacasa, Enrique Chico, Julio Rodríguez, Luis Blázquez, Jesús Aguado, Gerardo Viada, Iván Matamoros, Luis Puente, Miguel Bernáldez, Pedro Piqueras, Santiago Pedraz, Ricardo Rodríguez, Javier Ruiz de Assín, Alberto Sánchez, Alejandro Dolz, Carlos Jardón, Miguel Muñoz-Calero.

Resumen de la tertulia: Alejandro Dolz
Fotografía: Iván Matamoros



jueves, 7 de marzo de 2024

PEDRO PIQUERAS en la Jaula de Gatos

 



Presentación. Susana Griso

    Pedro es historia de la televisión pero es también presente y por supuesto futuro. Si hubiera un productor avispado ya estaría viendo un programa de un relato pausado de la realidad, un cocido a fuego lento alejado del fastfood por el que procesamos las noticias en los telediarios. Pedro es un periodista todoterreno: escribe, dirige, produce y presenta y todo lo hace con maestría, con esa voz que acuna y esos ojos azul mediterráneo que, como la canción de Serrat, desprenden amor, juegos y penas. Porque Pedro tiene alma de marinero, su niñez sigue jugando en su playa, poco importa que haya nacido en Albacete; su velero está amarrado en Altea y, como Serrat, es cantor pero no embustero. Pilar Miró fue su descubridora y mentora en RTVE y la nombra a menudo porque Pedro es generoso. Su despedida en Telecinco destilaba cariño y complicidad junto con los 300 compañeros que le despidieron. Le regalaron un reloj para seguir acompasando juntos el paso del tiempo como ha hecho durante 34 años en la televisión y 16 en la radio. Preguntad en todas las redacciones donde ha trabajado Pedro, en TVE, Antena3, Radio Nacional, Telecinco, todas os dirán que era un compañero maravilloso. Os hablarán de su personalidad y su señorío y esa elegancia le ha llevado a participar en la elección de su sucesor, Carlos Franganillo. He llamado a Matias Prats para preguntarle por su amigo y por su supuesto rival durante años en el primetime televisivo y le he añadido una foto donde se dan un abrazo para recaudar fondos para la UCI pediátrica y me dice “no ha habido un abrazo más cariñoso y sincero entre dos supuestos rivales, los Matias te deseamos lo mejor en tu nueva vida Perico”.



Introducción

    Dejo la profesión porque llevo ya 51 años en esto. Empecé en el Diario Pueblo con Emilio Romero pero he trabajo más tiempo en la radio y en la televisión. Años muy buenos pero no todos, pero ha sido un periodo muy satisfactorio al que tenía que decir adiós con toda la tranquilidad del mundo. Franganillo se parece un poco a mí con más cualidades como hablar idiomas. Ha sido corresponsal en Moscú y en Washington y creo que puede ser el mejor. Me puse la fecha de dejarlo en el momento político de la investidura de un nuevo gobierno y pensaba que él podría liderar un nuevo proyecto. Me preocupaba salir y salir bien y he procurado siempre saber estar y gracias a la Compañía y a los compañeros y a las circunstancias todo ha ido bien. He sido muy feliz en este trabajo y he pasado noches sin dormir por tener la sensación de no haber sido justo en algo o que perjudicara a alguien con alguna noticia. Y me he ido sin plan ninguno pero prestando atención a los grandes problemas que existen hoy en el mundo y así poder aportar esa credibilidad que muchos dicen que tengo.



La necesidad de transmitir sensación de “paz” al dar una noticia

    Hay en España un proceso claro de polarización pero también de cierta enajenación que va de arriba a abajo pasando por los periodistas y esta es una razón por la que me voy. Hay una llamada continua a la confrontación. No me siento de ningún equipo, puede que me identifique más con cuestiones relacionadas con la izquierda pero nunca he dejado de atender a cualquier ideología que tuviera que salir en el informativo y no he tenido nunca queja de nadie, excepto una vez de Abascal. Pero de las entrevistas a políticos que yo he hecho no se me puede acusar de intentar enajenar a nadie, me he colocado siempre en el lugar del ciudadano y de una forma educada. Pero esa enajenación es mayor en las redes que en los medios. Cuando un periodista firma con nombre y apellidos ofrece una cierta garantía. Sigo confiando en el periodismo.




El servicio público consiste en ponerse en lugar del ciudadano y exige neutralidad

    Muchas veces las presiones internas vienen influenciadas por las externas. He tenido presiones cuando era más joven, después ya no y en Telecinco ninguna porque estaban más preocupados en aquellos programas que daban dinero a la compañía que es comercial; yo no daba ese dinero y esa situación era la mejor para sentirme libre y han tenido suerte porque yo no era un loco de la vida. El otro día daba una conferencia a universitarios sobre la “verdad” cuestionando el propio término. Estoy completamente de acuerdo con Borges cuando dice que en verdad la realidad no existe y en realidad la verdad tampoco. Lo que existe es el deseo de encontrar la verdad; es como ir por un camino en La Mancha hacia el horizonte. La búsqueda de la verdad te ayuda a ser honesto. En defensa de los periodistas hay que decir que muchas veces tienen que trabajar en territorio enemigo donde los jóvenes se informan por TikTok. Existe la posverdad como un conjunto de verdades, mentiras, sentimientos, enajenaciones que construyen una forma de entender la vida que se parece mucho a la obra de George Orwell 1984 donde el Big Brother es el bigdata de hoy. Antes había un relato más o menos creíble, ahora hay una posverdad. Recuerdo cómo desde el programa Sálvame me daban paso y yo entraba diciendo que había mil muertos de COVID. Esto no era nada fácil. Yo quería hacer un informativo serio, riguroso tenía que ganarme a la audiencia. Tuve que jugar en equilibrios y poner lo que había que contar y añadir más sucesos de los que yo hubiera deseado. ¿Y cómo lo he conseguido? Pues acercándome a la gente, mirándolos de frente y transmitiendo la mayor veracidad y humildad posible.




Un mundo de entrevistas

    La entrevista que me hubiera gustado realizar ha sido a Adolfo Suárez. Lo conocí porque su hija trabajó conmigo y un día mantuvimos una larga conversación sobre política donde guardo todo lo que me dijo y sentí que aquello no se hubiera convertido en una entrevista. Con Pedro Sánchez es fácil porque entra a todas las preguntas. Feijó viene con las respuestas preparadas. Con Rajoy son divertidas. Pero hoy es muy difícil hacer entrevistas normales en España. A mí me gusta entrar por lo privado para que el protagonista se relaje, se quite la armadura, etc. Pero si haces esto te dicen rápidamente que estás con él. Parece que hay que entrar duro desde la primera pregunta. Difícil y dura fue la entrevista con Abascal porque le saqué que no fue un magrebí quién mató a aquella señora en Tirso de Molina. Los datos confirmaban que era español. Y no encuentro diversión en las entrevistas porque me las planteo con mucha seriedad y las vivo mucho antes pensando en lo que quiere saber el ciudadano. Las preguntas tienen que ser muy claras y siempre existe la incertidumbre de cómo serán recibidas. Y muchas veces me he arrepentido de no haber hecho la pregunta que hubiera querido, en ocasiones no me han contestado a lo que yo requería y otras donde yo mismo he rechazado un tipo de cuestiones. El periodismo no debe tener límites y se puede entrevistar a Ternera como hizo Évole o al asesino de Lenon que fue entrevistado al día siguiente.




La noticia más difícil

    La noticia que más dolor me produjo y que más sentimientos me hizo aflorar fue el atentado contra Irene Villa y su madre. La escena entre el polvo y el humo de la madre intentando levantarse para ver qué le había pasado a su hija fue la imagen más dura, más conmovedora y real del terrorismo. María Antonia Iglesias, jefa de informativos, no quería dar esas imágenes y yo opinaba que si queríamos apelar a la conciencia de los terroristas esta era la imagen real del horror. Hubo, gracias a esta emisión, cierto cuestionamiento en las cárceles pero pasó el tiempo y no sirvió de nada. Esa imagen me persigue.


¿Qué es la comunicación?

    La comunicación es básica y está perdiendo su esencia. Las redes están rompiendo la capacidad de “hablar”. Yo cuando estaba en la TV leía ensayo, ahora leo novela que me ayuda a recuperar una cierta reflexión. Y la comunicación necesita aprendizaje porque no solo es transmitir hechos o datos sino que hay que hacerlo de corazón. A mí, desde la tele, al comunicar me gustaba abrazar un poquito al espectador para que sintiera que le estaba hablando a él directamente. Comunicar con empatía es fundamental. Pilar Miró me dio la primera lección y me dijo que tuviera cuidado con la cámara porque no hace una fotografía sino una radiografía. Jesús Hermida me dio la segunda lección cuando me enfrentó a una cámara y me dijo que eso me tenía que enamorar.


Presencia de la inteligencia artificial en la comunicación

    Me pregunto qué pasaría antes de una elecciones si con IA se recrea la voz de los candidatos diciendo cualquier tipo de barbaridad y que esto se extiende y se da por verdad. ¿Qué se puede hacer ante esto? Sin duda hace falta una legislación al respecto porque, como dice Christine Lagarde, la mentira corre a velocidad de gacela y la verdad de tortuga. Umberto Eco hace un ensayo sobre la fuerza de lo falso. Los periodistas tienen que estar muy atentos a las fakenews. El futuro del periodismo es la verificación aunque esto entraña muchas dificultades. Hay ahora tres grandes preocupaciones: la inteligencia artificial, el cambio climático y la utilización perversa de la inmigración. La encuesta realizada en Países Bajos arroja que el 42 % cree que la IA debería gobernar a las personas. También la IA puede hacer sin problemas las entradillas de cualquier telediario pero eso sí, sin alma, sin corazón. Y aún más, hay ya presentadores virtuales que no protestan, no cobran y trabajan 24 horas. Pero cuando todo este proceso vaya a más y empiece a ser cotidiano verlo en todos los aspectos de nuestra vida, me pregunto: ¿tendremos alma nosotros? Es necesaria una vuelta al humanismo. Altman, uno de los creadores del ChatGPT, ha pedido al congreso de los Estados Unidos legislación para controlar la inteligencia artificial porque puede llegar a ser un ataque a la propia democracia. Sin duda está siendo útil para procesos médicos, quirúrgicos, químicos… pero hay que estar atentos a los peligros. Hay que buscar los equilibrios.


El futuro de la profesión.

    Creo que hay suficiente relevo generacional para asegurar la profesión. Pero lo que sí se ha roto es una forma de hacer. Mi generación es antigua y es momento de irse. Y se han roto las referencias, se piensa más en Instagram que en el formato televisión, por ejemplo. No se compran periódicos, no se pone la radio en el coche… esto ha cambiado. Ahora el “ego” se dispersa en Facebook, Instagram y en acumular “me gustas”. Y no sé si es malo o bueno pero yo me he pasado de moda. Y el terreno de juego ha cambiado con la existencia de las privadas donde aparecen intereses que influyen en la forma y contenido de las noticias.




Lista de asistentes:

Pedro Piqueras, Susana Griso, Dolores Delgado, Carmen Pagans, Cristina Cifuentes, Beatriz Sanz, Verónica Fernández de Córdova, Marta Giménez Cassina, Laura Martínez Sanz, María Mañas, Patricia Melgarejo, Elena Hormigos, Olga Andrino, Baltasar Garzón, Santiago Pedraz, Víctor Manuel, Alejandro Dolz, Carlos Jardón, Gerardo Viada, Ernesto Fernández Bofill, Guillermo Llamas, Francesc Guardans, Iván Matamoros, Jesús Aguado, Julio Rodríguez, Jaime Porras, Luis Puente, Alfonso Martínez de Irujo, Manuel Sanz, Luis Blázquez, Miguel Pérez Valiente, Miguel Bernáldez, Nacho González Rasina, Tony Hernando, Ricardo Rodríguez, Miguel Muñoz -Calero.



Resumen de la tertulia: Alejandro Dolz
Fotografía: Iván Matamoros