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domingo, 27 de noviembre de 2011

ROBERTO DOMINGUEZ, EN LA “JAULA DE GATOS :POR LA PUERTA GRANDE:”


POR LA PUERTA GRANDE
AYER, ASISTIMOS A UNA CORRIDA GENIAL
NO HABIA TOROS, NI PICADRES
NI ESTOQUE DE MATAR
ESTABA, UN GRAN MAESTRO
ROBERTO DOMINGUEZ
DIFICIL, DE IGULAR,
SI CON EL ESTOQUE, ERA BUENO
CON LA PALABRA, MUCHO MAS
NOS HA ENSEÑADO, QUE EN EL
MUNDO DEL TORO, EXISTE ALGO MAS
CUENTA HITORIAS, QUE LOS POLITICOS
DEBERIAN ESCUCHAR,
QUE LA FIESTA, DE LOS TOROS
NO ES MATAR POR MATAR
GRACIAS MAESTRO, POR LO QUE
NOS HAS, VUELTO A ENSEÑAR.
Jacinto



ROBERTO DOMINGUEZ,  EN LA “JAULA DE GATOS”


Foro: “JAULA DE GATOS”. Día: 24 de Noviembre de 2011

Lugar: Restaurante O CRUCEIRO.    C/ Núñez de Balboa, 29 – MADRID

ASISTENTES:



Roberto Domínguez (invitado), Jacinto Santos, Miguel Ansorena, Ramón Cervera, Javier Ruiz de Asín, Manuel García Hierro, Enrique Barrera, Agustín Ruiz,  Juan Llopìs Oliart , Carlos Bravo, Guillermo Llamas, Miguel Muñoz Calero y Luís Yáñez.

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Cuando anunciamos la asistencia como invitado al Foro JAULA DE GATOS del ex-torero Roberto Domínguez, hubo más de un  miembro, alguno por desconocimiento y  otros por su  escasa o nula afición a la fiesta de  toros, que se mostraron un tanto escépticos. Pensaron que nuestro invitado sería un “torero al uso”, de esos que a diario vemos en  las pantallas de televisión, oímos en distintas emisoras de radio y leemos en revistas de todo tipo, y  que lo único que saben responder por regla general a las preguntas de los periodistas,  son vaguedades sin contenido de ningún tipo y algún que otro exabrupto en la mayoría de las veces soltado  inoportunamente. Hoy el invitado en cuestión, era algo muy distinto, no solo por su  prestigio ganado a pulso en los ruedos durante su  carrera de “matador”, sino por su bien ganada y demostrada fama de hombre culto. Los que de alguna forma estamos y vivimos  más este mundo del toro, sabíamos de su preparación, de su erudición y de su saber, por eso no nos extrañó nada de lo que vimos y oímos, el resto de contertulios sufrieron la agradable  metamorfosis del paso del escepticismo y la desconfianza  a la admiración y al asombro.

Vallisoletano de nacimiento, vino al mundo el 21 de Febrero de 1.951. Viste su primer traje de luces “sin caballos” en Carballo (La Coruña)  el 25 de Julio de 1.968; y ya como novillero con picadores debutas en Medina del Campo (Valladolid) el 2 de Septiembre de 1.970. Posteriormente toma la alternativa como matador en Palma de Mallorca el 20 de Agosto de 1.972 de manos de José María Manzanares, actuando como testigo el fallecido Julio Robles. Confirmas la alternativa en Madrid en plena feria de San Isidro, el 19 de Mayo de 1.975, actuando como padrino Angel Teruel y nuevamente como testigo Julio Robles.  

Sus mejores temporadas fueron las de 1.989 y 1.990 en las que sale por la Puerta del Príncipe de Sevilla y por la Puerta de las Ventas en Madrid. Se retira en 1.992, con 41 años, cuando en opinión tanto de aficionados como de críticos estaba en lo mejor de su carrera.
   
Posteriormente fue comentarista taurino en Vía Digital Televisión, con el periodista Fernando Fernández Román, también vallisoletano, dejando un estilo de los  comentarios de lo más objetivo, en los que ambos además  poníais de manifiesto vuestra condición de grandes conocedores del rico lenguaje del mundo taurino, al tiempo que vuestros análisis altamente cualificados fueron dejando un estilo en el que han bebido posteriormente la mayor parte de los actuales comentaristas a los que les  habéis transmitido vuestra impronta y personalidad. Una forma de glosar y explicar las faenas a través de la TV que hoy todavía no ha sido superada.



Las instituciones de su tierra, Valladolid, concretamente la Diputación, decidió por unanimidad concederle este año el premio “Trayectoria Artística Provincia de Valladolid”, por su brillante carrera y por haber difundido el nombre de Valladolid y enriquecer el patrimonio artístico de la provincia.  



Nunca le gustó presumir de torero fuera de los ruedos, según él había que serlo en la plaza. Precisamente a él se le atribuye la siguiente reflexión: “El genio no es hereditario, nace y se desarrolla con la inteligencia y el talento de cada individuo”. La mayoría de los aficionados admiraron la forma de entender el toreo de Roberto Domínguez, por la gran seriedad y respeto que profesó a la profesión. Jamás volvió la cara ni rechazó las ganaderías más duras, sin embargo no fue un torero de largo recorrido en lo que a número de festejos se refiere, cuando superó aproximadamente las 300 actuaciones dijo adiós, y al contrario que muchos compañeros, no se volvió a plantear la posibilidad de volver y eso que fue tentado en múltiples ocasiones. Valga como prueba el comentario escrito en el diario ABC del día 19 de Agosto del 2002, firmado por Santos García Catalán en el que decía: “Con tu aspecto, tu clase y tu poderío, tal y como está el toreo, más de un empresario te lo iba a agradecer y por supuesto que te lo ibas a llevar crudo”; pero ni por esas, la decisión que tomó un día de “cortarse la coleta”,  la mantuvo por encima de cualquier tipo de  intereses bastardos, poniendo una vez más de manifiesto su condición de hombre serio y de palabra.  



En cierta ocasión calificó el mundo del toreo de duro e inhumano, ya que la trascendencia del éxito de un torero estriba en parte en el fracaso de los compañeros, puesto que si un matador corta orejas el solo, su éxito tiene más importancia que si también lo hacen los demás ya que de esta forma se repartirían los aplausos y de la otra el triunfo es solamente de uno. Un análisis que aunque pueda parecer muy descarnado y real  es al mismo tiempo muy  desapasionado e imparcial, máxime en boca de una persona como él que pasó frecuentemente por esos trances.



Lo duro que es el triunfo en Madrid para cualquier profesional en la actividad que sea, bien artística, deportiva, etc. etc. Tengo perfectamente grabado en mi memoria  el sufrimiento que  viví en una de las corridas más difíciles que lidié en la plaza de las Ventas. La terna la formábamos, Julio Robles, Curro Vázquez y yo, la ganadería era de Eugenio Lázaro Soria, encaste de Santa Coloma, que se caracterizaba por su bravura y por su facilidad para aprender y la dificultad que entraña el que el toro obedezca; aunque el tamaño de los toros no era ese perfil  mastodóntico que gustaba y que gusta en Madrid. Curro Vázquez sufre una serie de percances, y el tendido 7 que aquellos tiempos estaba orquestado por Alfonso Navalón, estuvo permanentemente gritando “es un gato, es un gato…”; dado el ambiente que se respiraba cuando me  toca salir a mi, decidí irme a “puerta gayola” es decir esperar al toro a la salida de los toriles, el toro me coge, me desgarra el chalequillo, me rompe dos costillas y me da varios revolcones, entonces me levanto enrabietado y me voy hacia el toro con la muleta en la mano mientras un sector del público empieza increpar al tendido 7, pero en cuanto llego frente al toro nuevamente el tendido discrepante empieza a gritar, “sigue siendo un gato, sigue siendo un gato…”,  una prueba más de lo difícil que resulta el público de Madrid para convencerlo y para que lo acepten a uno, pero también es verdad que cuando ven autenticidad y seriedad en lo que haces te aplauden y te encumbran, ahora bien en el momento que lo defraudas te rechazan permanentemente y para siempre.



El torero cuando empieza sufre en sus propias carnes el verse postergado de un cartel en una feria determinada donde tenía depositadas muchas esperanzas, esta situación en la mayoría de las veces está provocada por las figuras del toreo que exigen precisamente por su condición de figura,  quien le acompañan y quien no en determinados carteles. Cuando el novel llega arriba entonces actúa de la misma forma como si de una revancha se tratara, a veces inconscientemente y otras premeditadamente. Un torero que ha tomado recientemente la alternativa lo que quiere es “pelea” en el ruedo, precisamente porque no tienen nada que perder y si mucho que ganar, cosa que a  las figuras no les interesa ya que la pelea la provocan  ellos cuando  les conviene no cuando quieren otros. Hay ocasiones, que por enemistad,  las menos, hay toreros que no permiten a otros compañeros que figuren en los carteles en los  que ellos aparecen.  Hay un ejemplo ocurrido el 16 de Julio de 1.947 en la Corrida de la Beneficencia en Madrid, donde Manolete no quiere que Luis Miguel Dominguín aparezca en el cartel, precisamente porque venía “apretando mucho” a las figuras,  y pese a las protestas del empresario de la plaza de las Ventas, Camará que era el apoderado de Manolete dice que “el que manda es Manolete y que bajo ningún concepto Luis Miguel va en esa corrida, que el cartel estará confeccionado como el diga”, y el cartel aquella tarde fue: Gitanillo de Triana, Pepín Martín Vázquez y Manolete, sin embargo el día 28 de Agosto de ese mismo año en Linares, concretamente el día de la muerte de Manolete, hizo el cartel con Gitanillo de Triana, Manolete y Luis Miguel Dominguín, como diciendo “ahora te pongo porque yo quiero”; poniendo así de manifiesto su poder y de su mando. Hubo otros casos como el de Miguelín con El Cordobés, que después del altercado que tuvieron durante la lidia de un toro de El Cordobés en Madrid, este lo vetó para siempre en las corridas que el actuara.



En los casos de alternativa o confirmación el orden de actuación  es el siguiente,  el torero más antiguo, es decir el que ha tomado antes la alternativa, acompañan al “toricantano”, término que se utiliza para aquel novillero que va a tomar o confirmar la alternativa,  actuando como padrino el más antiguo y como testigo el siguiente de la terna. El padrino pide permiso al presidente de la plaza y le entrega al ahijado los “trastos de matar” - muleta y espada - quien por su parte entrega al padrino el capote, todo ello en presencia del testigo, cediéndole en ese momento la muerte del primer toro y confirmándolo como matador de toros y Doctor en Tauromaquia. En el siguiente toro se repite el acto de devolución de “trastos”, interviniendo los mismos protagonistas.  Este rito tradicional viene de la antigüedad, cuando el maestro cedía la muerte de un toro a su discípulo más aventajado, por regla general un miembro de su cuadrilla, y era como un espaldarazo, recordando la usanza medieval de caballería por la que el Señor nombraba Caballero al más aguerrido de sus soldados, premiando así su valor y fidelidad.



Se dice que estando su tío Fernando gravemente enfermo, en el lecho de la muerte, le cogió la mano y le dijo: “Roberto, yo estoy contigo, no te aburras”. Efectivamente nos confirma que esto fue cierto. Su tío Fernando Domínguez, fue un torero de la época heroica que tomó la alternativa en el año 1.933, en los tiempos en que no había penicilina y la muerte hacía el paseillo todas las tardes al lado de los toreros. Eran años en que se moría más de las infecciones que de las propias cornadas. En aquel tiempo los toros estaban sin “domesticar”, no eran iguales a los de  ahora, se criaban y se preparaban “para que matasen y atacasen al que se pusiera por delante”, no para ser toreados, y es cuando aparecen una serie de toreros como Victoriano de la Serna, Cagancho, Curro Puya, Gitanillo de Triana,  mi tío Fernando y otros  que empiezan a torear tal y como se concibe hoy en día, de tal forma que toreros como Rafael de Paula, Curro Vázquez o el mismo Morante de la Puebla cuando llevan a cabo una buena faena se les compara con aquellos, es decir que la forma de torear con el capote de aquellos maestros todavía no ha sido superada. Es cierto que no eran profesionales como los de ahora que llevan a cabo una  preparación física adecuada y  una vida acorde con las exigencias de su profesión, entonces eran unos auténticos bohemios y no tenían nada de profesionales,  de ahí que los éxitos fueran de tarde en tarde. La irregularidad era la nota predominante, podrían enviarle un toro al corral y al toro siguiente hacían una faena antológica, tenían algo de mágicos y de genios. Estas cosas que me contó mi tío y los consejos que me dio, me sirvieron para forjar los criterios  que me han servido para desarrollarme  tanto como torero y como persona. Mi tío Fernando fue mi gran maestro. Me insistió en muchas ocasiones que era fundamental prepararse para el fracaso, ya que el éxito por regla general no necesita preparación alguna. Que la carrera de torero era muy efímera y que el hombre siempre ha de trascender al torero, ya que   si uno no acepta esto cuando llega la hora del retiro lo normal es que caiga en una frustrante depresión. Aquí es oportuno citar aquel viejo refrán: “A la puta y al torero a la vejez los espero”. Sobre los códigos que existían en el mundo del toreo, fundamentalmente en lo que al dinero respecta, se arreglaban con un apretón de manos y era más que suficiente, cosa que hoy es impensable a causa de los desalmados y los pillos que han hecho su aparición en el mundo de los toros.



Nos cita  un libro escrito por Pepe Alameda gran cronista y escritor,  cuñado de Domingo Ortega,  exiliado en México después de la Guerra Civil Española, titulado “El hilo del toreo”, que habla de los heterodoxos  del toreo cuyo mayor exponente es  Juan Belmonte, que curiosamente llega al mundo del toro siendo un heterodoxo y su heterodoxia acaba convirtiéndose en la más pura ortodoxia y en el paradigma del clasicismo. Hasta entonces el torear era un constante  huir y sortear las acometidas del toro, y preparar la muerte de este, de hecho lo natural era ir con el estoque en la mano izquierda y la muleta en la mano derecha, dar dos o tres pases y en cuanto se paraba el toro se intentaba matarle. El nombre de  “pase natural” viene precisamente de eso, de citar con la mano izquierda y estar preparado con el estoque en la derecha para dar muerte  al toro a la primera oportunidad.  Todos los toreros anteriores a Belmonte citan y se apartan de la trayectoria del toro, llega Belmonte y con sus carencias y limitaciones físicas no se quita de la trayectoria es precisamente él con su “arte”, es decir con los brazos, no con el movimiento de piernas, el que cambia la trayectoria del toro, sin moverse, y empieza el toreo en circulo, desplazando al toro, templando, y al templar el toro pierde la velocidad de la embestida y al perder la velocidad  va despacio y llega al público como si fuera un cataclismo novedoso dentro del ruedo, algo que no se había visto nunca, y desde ese momento se forja la leyenda y comienzan a llamarlo el “Pasmo de Triana”. Es precisamente él a partir de ese momento el que impone una revolución artística en el arte de torear. La vieja teoría de “O te quitas o te quita el toro”, ya no es válida a partir de Belmonte, el la transforma en “No te quitas tu ni te quita el toro, si sabes torear”.  Rompe con  todos lo moldes del toreo hasta aquellos momentos, viéndosele como una especie de suicida,  tanto es así que a Guerrita se le atribuye aquella famosa frase con respecto a Belmonte: “Darse prisa, que el que quiera  verlo que aligere”;  pero curiosamente su rival en las plazas, Joselito el Gallo, que era todo facultades y que dominaba todas las suertes lo mata un toro en Talavera de la Reina en 1.920 con una trayectoria de solo 8 años de matador y sin embargo Belmonte tiene una carrera dilatada de 23 años hasta que  se quita vida con 70 años en 1.962,  lo que no hizo sino inmortalizar más su mito. 

Durante la tertulia deja patente en varias ocasiones su gran conocimiento del mundo taurino, relatándonos hechos e historias verdaderamente interesantes que le contó su tío Fernando y que él además en su interés por todo lo relacionado con  la profesión se documentó con la abundante bibliografía publicada a lo largo de los años. De aquellos maestros bohemios, a los que hemos hecho referencia, nos dice que pese a venir de un extracto social frecuentemente bajo, cuando alcanzaban la fama, se reunían con la flor y nata de la cultura de la época. Son famosas las tertulias en las que participaban Ortega y Gasset, Valle Inclán, Sebastián Miranda, Ignacio Zuloaga, Pérez de Ayala, Julio Camba, etc. etc. en las que no podía faltar la presencia de toreros como  Juan Belmonte, Ignacio Sánchez Mejías, Marcial Lalanda, Domingo Ortega,  etc. que incluso llevaban la iniciativa. Nos cuenta una anécdota vivida en cierta tertulia en la que Valle Inclán le dice a Juan Belmonte: “Lo tienes todo, has llegado al máximo, para completar tu éxito tienes que morir en la plaza”, a lo que Juan Belmonte con la socarronería que le caracterizaba le respondió: “Se hará lo que se pueda”.   


Sobre los toreros que más le han impactado, Roberto Domínguez considera que para él lo más importante es la personalidad, lo que realmente llega al público, por encima de que sea calificado de bueno o malo. Que  digan ahora  que el Litri y Manolete fueron toreros técnicamente  malos, es verdad, pero no podemos  negar que consiguieron transmitir al público emociones y sensaciones extraordinarias y además llegar a ser auténticas figuras del toreo en su época, y esto no es producto de la casualidad, hay que tener algo que no todos tienen.  Admiró toreando la despaciosidad de Antonio Ordóñez así como la maestría  con la mano izquierda y la habilidad para matar toros de Paco Camino. Pero últimamente los tres toreros que más le han impresionado son. José Tomás, Morante de la Puebla y El Juli, este último no porque lo apodere él, sino por lo inteligente que es y por las condiciones innatas que tiene para esta profesión, es un torero capaz de reducir las embestidas, algo que no es nada fácil y para lo cual se necesita una técnica muy depurada. Morante de la Puebla porque es el torero actual que más se acerca al toreo antiguo, al torero gitano, al torero imprevisible, que no sabes lo que va a pasar pero que te engancha y es capaza de hacerte soñar, y además siendo un torero de los catalogados artistas es el más valiente de los que se han dado en calificar así.  José Tomás, sin sacar ninguna ventaja artística a los demás ha conseguido que el público vuelva a lo mítico del toreo. Pone por encima de todo su casta de torero en  cada uno de los toros que lidia, al margen de si la condición del toro  es la apropiada o no, él no vuelve la espalda nunca y eso le ha producido innumerables percances. Es  el torero que  ha vuelto a “tirar la moneda al aire y a que la muerte haga de nuevo el paseillo cada tarde que torea”, y eso es algo muy difícil, por eso precisamente su actitud trasciende a los tendidos y produce una especie de catarsis en el público que lo hace vibrar desde el primer momento.

Dentro del anecdotario hay un hecho curioso acaecido  en la corrida de la Beneficencia del año 1.975, en la cual el fue el ultimo torero que le brindó a Franco un toro. Cuentan que en la época de Manolete, cuando salía de su casa en Córdoba, un buen número de chavales iban detrás imitando sus andares. El toro de lidia americano es distinto al español, menos bravo, con menos acometividad, por eso las figuras de América cuando vienen a España les resulta muy difícil el triunfo; me viene a la memoria solamente el nombre de dos toreros americanos que hayan triunfado plenamente aquí, César Rincón y Carlos Arruza. Otra de las anécdotas es la relativa a Luis Miguel Dominguín, cuando se preguntaba: ¿Cómo yo que soy un triunfador y una figura del toreo la gente no me quiere, sin embargo a El Cordobés la gente le adora?, la respuesta según el es muy simple, El Cordobés que escupía en las manos, hacia el salto de la rana y salía siempre de la plaza manchado de sangre, cualquiera del público podía identificarse con él, sin embargo con Luis Miguel Dominguín nadie se identificaba, él era un tipo esbelto, alto, guapo, con mucho éxito con las mujeres, rico y lógicamente su perfil no era precisamente el del público de los tendidos. 
 
“Muchas fueron las preguntas que todos y cada uno de los miembros del Foro le formulamos a nuestro invitado, algunas sobre temas actuales otras sobre cuestiones relacionadas con el mundillo taurino, no dejó ni una sola sin responder, es mas abundó y se explayó largamente sobre los temas dándonos su autorizada y sabia opinión que incluso aquellos que no eran aficionados a los toros a partir de ahora posiblemente vean este espectáculo con otra óptica distinta”

“Sobre la prohibición de los espectáculos taurinos – corridas de toros – en Cataluña, considera que esta situación puede tener repercusión en el resto de España. Posiblemente nosotros no lo veamos, pero nuestros nietos cabe la posibilidad de que no puedan ver una corrida de toros en ningún sitio del territorio español. Hay una sensibilidad exacerbada hacia los espectáculos donde acaban con la muerte de los animales.  El considera que tiene que protegerse y cuidarse a los animales, eso es indiscutible, pero paradójicamente ocurren cosas que rompen todos los esquemas y tienen una gran carga de cinismo, y sirva como ejemplo casos que ocurren con frecuencia en ciudades como Nueva York, donde un ciudadano puede estar desangrándose y muriéndose en medio de una calle y la gente pasa sin prestarle atención alguna, sin embargo está un gato en el alero de un tejado con posibilidad de caerse y a los dos minutos aparecen tres coches de bomberos, cuatro de policías, paralizan el tráfico y se monta una operación de rescate impresionante; esto le parece muy bien, pero no vaya a ser que trastoquemos la escala de valores, la vida de un ser humano, en su opinión, siempre será muchísimo más importante que la de todos los animales del mundo”

“Opina que el hecho de que la mujer no haya alcanzado el éxito en el mundo de los toros es debido a que  ha tratado de imitar al hombre, y eso en su opinión ha sido un error. Piensa que si la mujer ante el toro hubiese actuado como lo que es, una mujer, seguro que habría alcanzado un éxito clamoroso. No podemos olvidarnos que el toreo es un espectáculo un tanto feminoide, donde el macho de verdad es el toro y el torero figuradamente es la hembra, como prueba el hecho de que se vista  con colores y trajes muy femeninos. La mujer deba actuar en los toros como lo que es, una mujer, nunca imitar al hombre”

“Si alguien ha descabellado con arte de verdad, sin duda este ha sido Roberto Domínguez, su maestría para abanicar la cara del toro haciéndole humillar y después con verdadera parsimonia describir un arco perfecto y rematar asestando un certero golpe con el verduguillo, es algo que desde que él se ha retirado no hemos vuelto a ver. Quedarán para siempre esas imágenes únicas de su figura que eran pura plasticidad. Su aprendizaje nos dice que lo llevó a cabo en los mataderos de Valladolid, ya que su padre era carnicero y por recomendación tuvo la oportunidad de descabellar a vacas y toros, lo cual le permitió una soltura que de no haber sido a sí difícilmente la habría adquirido”

“Todos los toreros tienen miedo. Unos lo disimulan mejor, que son los tachados de valientes, y otros son incapaces de disimularlo y son tachados de medrosos. Pero cuando uno se está vistiendo en el hotel para ir a la plaza, o es un inconsciente o está loco, o tiene que tener miedo, ya que te vas a enfrentar a un animal que como tenga la menor oportunidad y tu no seas hábil te pueda dar una cornada que te puede matar y eso lógicamente genera miedo. Hay ejemplos de toreros como José Tomás que son capaces de disimular el miedo y vencerlo incluso en situaciones límite, pero miedo lo que se dice miedo,  tiene como todos”.

Nos contó infinidad de anécdotas de todo tipo, nos abrió su memoria torera al tiempo que nos habló de momentos vividos en situaciones límite y respondió sin pega de ningún tipo a todas y cada una de las preguntas que se le formularon. No dio en ningún momento la espalda a nada ni a nadie, y puso de manifiesto que el coraje y la valentía siguen siendo al igual que entonces, virtudes que fue desgranando a diario en todos aquellos cosos del mapa taurino que admiraron su valor y su galanura. Castellano puro y recio de mirada limpia  y condición noble, fiel a los principios que le inculcaron sus mayores y  a los que siempre honrará y  jamás renunciará.



Este es en  síntesis Roberto Domínguez, un hombre que ha triunfado en una profesión tan difícil y compleja como el toreo.  Después de convivir con él durante varias horas si algo en mi opinión  tendría que destacar de él,  es su seriedad, su respeto a su profesión y su gran señorío, virtudes que le han permitido dejar una huella imborrable e imperecedera, y que  hoy casi 20 años después de su retirada, su nombre sigue despertando la admiración  y el respeto de todos, poniendo una vez más de manifiesto su gran categoría profesional y humana.  Roberto Domínguez, un torero, un hombre…



Por: LUIS YAÑEZ.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Assumpta Serna recibe el premio a la Excelencia Empresarial

De manos del Círculo de Mujeres

La actriz recibió anoche el galardón del Círculo de Mujeres de Negocios por su labor al frente de la Fundación First Team
Los premios reconocen la labor de las mujeres al frente de iniciativas empresariales
Assumpta Serna preside desde hace una década la Fundación First Team dedicada a la formación cinematográfica más exhaustiva

www.fundacionfirstteam.org
V
K Comunicación
Madrid, 18 de noviembre de 2011.- Assumpta Serna acaba de recibir el Premio a la Excelencia Empresarial otorgado por el Círculo de Mujeres de Negocios. Se trata de un reconocimiento a su labor al frente de la Fundación First Team, dedicada a formar a actores, directores, guionistas, etc. desde hace once años.
La conocida actriz agradeció este galardón, el primero que le entregan como presidenta de First Team: "En mi carrera ha habido muchos premios, pero este es el primero que me entregan por mi otra faceta; no la de actriz, sino la que yo escogí a partir de los 40".
Además, Assumpta Serna reflexionó sobre el papel de la mujer en el mundo empresarial: "La mujer puede incorporar en el mundo de la empresa unos valores más humanos, en los que prevalece que finalmente lo importante es dar y querer a los demás". Además, agradeció a todo el equipo de la Fundación First Team, que hace posible cada día acercarnos a la misión con la que nació la Fundación: mejorar el cine español.

El Círculo de Mujeres de Negocios, por su parte, es una asociación, sin ánimo de lucro, que aglutina a las mujeres profesionales y de negocios: empresarias, directivas, ejecutivas, autónomas, profesionales y emprendedoras.
First Team
First Team es una Fundación sin ánimo de lucro presidida por Assumpta Serna y su marido, Scott Cleverdon. Desde hace 11 años es referente en el sector cinematográfico, tanto en España como internacionalmente.
Nació como un proyecto para cineastas hecho por cineastas. Los profesores y los miembros de First Team trabajan para lograr el objetivo de formar y elevar el prestigio de la profesión de actor, y equiparar su formación a la de otros gremios del sector audiovisual.
Por eso, desde hace más de una década First Team respalda nuevas iniciativas y difunde su principal aportación en materia de formación al sector audiovisual: la formación pionera en Interpretación Cinematográfica en seis países.
Su Comité de Honor está compuesto por 30 prestigiosos profesionales, entre otros por Philip Noyce (presidente), Emma Thompson, Bigas Luna, Paco León, Eduard Fernández o Antonio Saura, entre otros.

Para más información:
Virginia López
Tfno: 944 01 53 06 Móvil: 619793803
E-mail:
vlopez@vkcomunicacion.com