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martes, 17 de julio de 2018

SANDRA FAGIL, EN LA JAULA DE GATOS



Fecha: 20 de Junio de 2018
Lugar: LA POSADA DE LA VILLA
          Cava Baja, 9
          M A D R I D

Asistentes: Sandra Fagil (invitada), Cristina Carrillo, Marta Robles, Carmen Posadas, Patricia Porras, Tamara Muñoz Calero, Jacinto Santos, Guillermo Llamas, Miguel Muñoz Calero Jr., Antonio Hernando, José Manuel Gredilla, Ernesto Ekaizer, Javier Menéndez,  Jaime Porras, Juan Chaves, Jesús Díaz, Emilio Fernández, Santiago Pedraz, Santos Eraso, Francisco Hidalgos, Germán Gamazo, Miguel Muñoz Calero y Luís Yáñez.

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Antaño cuando se hablaba de jueces o fiscales, en muy contadas ocasiones se conocía su rostro, nadie o casi nadie sabía nada de sus vidas, donde vivían, que aficiones tenían e incluso  con quien se relacionaban. 

Era como si fueran seres de otro mundo, que impartían justicia con un sincretismo un tanto misterioso, que nadie entendía ni mucho menos se discutía. Las cosas eran así, nadie las cuestionaba. Se aceptaban y punto. ¿Se les temía?, yo creo que de alguna forma, si. Que duda cabe que el negro brillante de la toga y el bordado blanco de las puñetas, siempre han impuesto un cierto respeto, eso no lo puede negar nadie. 
Hoy creo que es bueno, francamente bueno, que los profesionales de la justicia se conozcan, sepamos quienes son y que además estén plenamente integrados en la sociedad. Al fin y al cabo son  miembros de ella. Pienso que esto  es uno de los logros que nos ha traído la democracia en la que actualmente vivimos.  Claro que este pensamiento seguramente no es compartido por todos, pero yo sigo creyendo que es bueno que sean conocidos, que los ciudadanos los vean cercanos y no por eso dejarán de ser mejores, ni más profesionales, ni más justos.  
El hecho de que hoy nos acompañe en este Foro  SANDRA FAJIL,  una mujer joven, valiente y con una muy alta cualificación jurídica, prueba lo que anteriormente he manifestado. Fiscal adscrita a la Fiscalía General, que ha dedicado una gran parte de su actividad como jurista a la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, en delitos como: Trata de seres humanos, prostitución, matrimonios forzados, mutilación genital, y otros muchos más.
Es cierto que en los tiempos que vivimos, con demasiada frecuencia, tenemos exceso de casos en los tribunales de justicia, donde diariamente se  juzgan delitos de todo tipo: Económicos, políticos, abusos y violencias de género, malversaciones, trata de blancas, agresiones y un largo etcétera que hacen que el aparato judicial se ralentice ante los innumerables casos que llegan permanentemente a los juzgados.

Sin duda alguna uno de los casos más notorios de los últimos años es el de “La Manada”. El tribunal que lo juzgó, ha sufrido el acoso y la presión por parte de la opinión pública, sobre su resolución judicial, algo a  todas luces intolerable. La presión mediática jamás debe pretender influir sobre las conclusiones y el fallo de un tribunal, ya que ello sería un ataque directo a uno de los poderes en los que se sustenta un estado democrático.

Esta fue la sentencia a los 5 miembros de La Manada: “Condenados a 9 años por abusos, pero absueltos por agresión sexual. No había supuestos de violencia o intimidación, necesarios para consideración de agresión sexual”.
El tema de La Manada da para mucho. Hay versiones de todo tipo y de lo más contradictorias. En primer lugar las opiniones que se dan acerca de los juicios y las resoluciones judiciales, en un tema como el que nos ocupa, en la mayoría de las veces  se carece del material probatorio del que disponen los protagonistas de dichos casos, y por lo tanto se están haciendo interpretaciones de los análisis, que en este sumario ha hecho el Tribunal. 

Y en este caso concreto, al haber una sentencia y un voto particular, se da la circunstancia que este último, es más extenso que la propia sentencia. Leyendo toda la información, a nadie se le escapa que ahí ha pasado algo que no ha puesto de acuerdo a tres personas, que  necesariamente no tenían porque tener ningún tipo de prejuicios. Este caso de La Manada, se ha utilizado un procedimiento que cualquier jurista sabe de antemano, la repercusión social que ha tenido y tiene.
 Por otro lado la dificultad intrínseca de los delitos sexuales, que evidentemente una persona con experiencia jurídica, sabe lo dificultoso que resulta discernir, en si ha habido consentimiento tácito o no lo ha habido. Luego también hay una necesidad, desde su punto de vista como mujer, en el que parte de determinados colectivos, de inducir y comunicar a través de las redes sociales, que evidentemente son unos de los mecanismos más eficaces de divulgación de una idea, opiniones subjetivas que es solo una parte  con lo que se han quedado algunos de estos movimientos. 
No es de recibo que el Ministro de Justicia en aquel momento,  a la vista de la sentencia, defina a un juez como un señor retrógrado, algo que no deja de ser una valoración fuera de lugar y una falta de respeto hacia la persona destinataria de ese comentario, con independencia de que sea juez o no. Asimismo también han incidido de una forma muy activa, los movimientos feministas.
 Nunca ha habido un discurso unívoco, puesto que este tipo de organizaciones no son movimientos que estén verdaderamente formados, asentados y sólidos jurídicamente hablando. Lo que existen son muchas asociaciones que defienden intereses a veces tendenciosos y muy particulares. Todos sabemos que hay una nomenclatura que les permite una inclusión, un asociacionismo y unas subvenciones por parte de según qué administraciones, que se mueven fundamentalmente por cuestiones ideológicas, lo cual resta gran parte de su credibilidad. 
Cuando uno no tiene la información posible, pero tiene cuatro elementos que pueden resultar vendibles y sobre todo rentables, por el interés que uno pueda tener de la índole que sea, a través de los medios de comunicación y redes sociales, se puede transmitir a ese sector de la población que visceralmente hace ruido, una idea manipulada y con un interés determinado. Por eso a ella lo que menos le ha gustado de esta historia de La Manada, ha sido que el discurso de la chica fuese lo que menos ha trascendido, precisamente porque nadie sabe con exactitud lo que en aquellos momentos pensaba esta persona.
 Respeta mucho las decisiones de sus compañeros, porque sabe que siempre estarán muy razonadas jurídicamente y con una asepsia total. Es decir que en este caso, se han valorado unos hechos con unas pruebas que han servido para tomar una decisión justa, sin destruir en ningún momento, la presunción de inocencia que amparaba a los miembros de La Manada. Si leemos la sentencia y el voto particular, no cabe la menor duda que los videos y los washap han sido trascendentales a la hora de tomar la decisión más ajustada a derecho. 
Aunque en su opinión considera que jurídicamente está más elaborado el voto particular que la propia sentencia, la cual de alguna forma está construida al revés, inicialmente estima que se basan en el voto particular para llegar a la sentencia. 

Unos individuos que son capaces de manejar este tipo de washap, rayan en la imbecilidad, y moralmente lo único que provocan es el desprecio de cualquiera con un mínimo de sensibilidad. Hablan de las mujeres con unos calificativos que resultan total y absolutamente  inaceptables, y cuyo objetivo primordial es el de manipular la conciencia y la voluntad de las mismas.
 Pero desde una óptica jurídica, lo que se enjuicia es un hecho, no la conducta y la manera de vivirlo, y desprenderse de todo esto resulta un tanto difícil. En un caso como este lo primordial es evitar el  contaminarse de los juicios paralelos y de las opiniones sin fundamento alguno, porque el pensamiento jurídico al fin y al cabo, es la lógica aristotélica, donde el razonamiento necesariamente debe llevarnos a la conclusión.
 Lo que pasa es que en el siglo XXI es muy difícil hacer un planteamiento sin influencias sociales, porque la mayor parte de la gente no lo entendería; pero si se quiere impartir justicia hay que despojarse de la ideología y guiarse solamente por los principios jurídicos que deben inspirarle a uno, es decir la presunción de inocencia siempre debe estar ahí, sino la justicia como tal tendría fallos irreparables. Hay una cierta osadía, un tanto preocupante, cuando algunos dicen que hay que darle una vuelta de tuerca a este tipo de delitos, por supuesto siempre que se introduzca el principio de la igualdad de género, lo cual como base le parece bien, pero cualquier teórico puede decir que el problema es quien posee la solvencia y la autoridad jurídica incontestables para elaborar estos principios.
 Está claro que este caso de La Manada ha sido movilizado y utilizado por plataformas feministas, y con todos los respetos hacia ellas, por sus manifestaciones, le da la impresión que no habían leído el voto particular, el cual genera dudas, y si uno tiene dudas, carece de autoridad para aseverar de una forma rotunda que algo es así, sin más. En función de lo que ha leído del auto, expone una hipótesis, bien entendido que solo es un supuesto, de lo que le pudo pasar aquel triste día a esta chica: 

“Llega a San Fermín, conoce a unos jóvenes aparentemente divertidos, y se va de fiesta con ellos; algo bastante normal en Pamplona en días como estos. Uno de ellos le gusta y da comienzo un tonteo entre los dos. La situación empieza a ir por unos derroteros un tanto escabrosos, de tal forma que llega un momento en que deciden irse  los cinco amigos con ella, lo cual públicamente no es muy normal, pero a lo mejor en aquel momento y en aquel estado, no lo era tanto. Hoy en los ambientes de la juventud ya no es tan raro el intercambio de parejas, que 2 o 3 chicas se vayan con un chico o viceversa, sin que por ello los jóvenes se escandalicen de este tipo de relaciones sexuales. Sobre esta cuestión hay muchas variables que no se tienen en cuenta como los últimos estudios sobre la sexología de los jóvenes, donde se reflejan muchos cambios de conducta. Supuestamente en un caso como este de La Manada, una chica que va con cinco chicos, es ella la que debe llevar la voz cantante y ser la dueña de la situación, y nada se debiera hacer sin su consentimiento. 
Por supuesto que tiene todo el derecho a tener el sexo que ella quiera, siempre que la respeten. Lo que no se acaba de entender, ni se puede valorar, es lo del teléfono móvil, la razón porque se lo quitaron, quizás porque hubiera fotos comprometidas o algo por estilo, de otra forma no se entiende. Después de haber vivido  este desagradable episodio, ya en la calle, se siente  consternada por su situación y rompe a llorar, momento en el que aparecen dos jóvenes que al verla en tal estado le preguntan a que es debido su llanto, y ella les dice que ha perdido el móvil, porque lógicamente no quiere decirles el motivo real de su angustiosa situación. Es natural y muy comprensible que no se lo cuente a unos desconocidos”.

La literalidad de lo que ella ha contado, como se ha reproducido en el voto particular; los nervios, las presiones, la excitación, etc., no tiene información de ello, por lo tanto no puede dar una opinión fundamentada. Pero si es cierto lo que figura en el voto particular, que son sus manifestaciones y sus contradicciones, las cuales siembran ciertas dudas. Lo que sí parece ser es que ella en principio no quería denunciar, probablemente a causa de la educación que recibió  como mujer, que ante una situación como esta, es mejor callarse y que no trascienda, ya que ello sería como un estigma para una chica tan joven. Hubiera sido un tremendo error, haber silenciado un caso como este.  

Las disquisiciones de matices, son propias de una conversación entre fiscales y jueces, y en un caso tan actual como el de La Manada, habría que revisar la redacción de los delitos sexuales, puesto que hay nuevas sensibilidades. Y sobre todo nuevas situaciones y valores de los cuales el Código Penal está en proceso de adaptación todavía. Todas estas controversias han surgido porque nadie entiende la teoría de la jurisprudencia del consentimiento de la mujer, la cual es totalmente retrógrada. Hoy en día el consentimiento es SI o NO, sin ningún otro tipo de especulaciones.

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El caso Gurtel es el nombre por el que se conoce una investigación que se inicia en el año 2007, sobre una red de corrupción política vinculada al Partido Popular, que funcionaba principalmente en las comunidades autónomas de Madrid y Valencia. 
Una trama que estaba encabezada por el empresario Francisco Correa Sánchez. Hasta la fecha se han celebrado los juicios siguientes, con sentencias firmes: Caso Gurtel. (Epoca I – 1999-2005). Caso Fitur. Caso de los trajes de Camps y Caja B del Partido Popular valenciano. En ellos se juzgado delitos como: Cohecho, fraude, malversación, asociación ilícita, falsedad documental, blanqueo de capitales y delitos contra la Hacienda Pública. Faltan por celebrarse los siguientes juicios: Caso Gurtel. (Epoca II – Boadilla del Monte. Madrid). Caso Papeles de Bárcenas, Visita del Papa en 2006. Caso Aena, Caso Ayuntamiento de Jerez y Orange Market, que actualmente están en la Audiencia Nacional.

Sobre los juicios celebrados hay sentencias firmes para los implicados en los mismos. A nadie se le escapa que ciertas frases puestas de aquella manera, en la sentencia han provocado la situación política que tenemos en estos momentos. No pretende hacer ningún juicio de valor acerca de este caso, pero hay una cosa muy clara, el razonamiento jurídico es como una fórmula matemática, aparentemente son palabras, pero un jurista sabe que en una sentencia no se pueden hacer apreciaciones subjetivas, o por lo menos no se deben hacer. 
Si no se tienen pruebas, no se puede llegar a ninguna conclusión. El haber sugerido que había una trama, bajo mi punto de vista, fue una extralimitación por parte del ponente. Primero, porque los papeles de Bárcenas son otro procedimiento, sino nos tendríamos que cuestionar porque razón los vamos cortando en trozos. Segundo, porque se excedía del hecho. En principio solo se juzgaba la trama de Correa y compañía, pero no había porque hacer un comentario general. No sabe que pensamientos pasaron por la persona, que intenciones, que finalidades ocultas o que cuestiones ideológicas. Hay unos hechos descritos en una acusación que han sido admitidos en el auto de apertura del juicio oral, y esos son los únicos hechos que se deben juzgar, después unas pruebas que proponen las acusaciones y las defensas, y todo lo que se salga de esto, es cuestionable. Es cierto que el caso Gurtel  con sus 16 piezas está muy contagiado. 
Por un lado los papeles de Bárcenas, está toda la vinculación política y mediática, así como la opinión pública que lo contamina todo. El hecho de que se formen comisiones parlamentarias paralelas a la celebración de los juicios, supone una contaminación absoluta. El Sr. Bárcenas es la pieza principal del caso Gurtel  y no hizo las mismas manifestaciones que había hecho ante la comisión parlamentaria. El razonamiento jurídico no es el hecho probado, aunque este difícilmente podrá ser removido por nadie. Aunque el hecho probado no aparece redactado de que el Partido Popular sea el inductor de todo este proceso.
 Una vez que se celebren todos los juicios que faltan, y con sentencias firmes, sabremos de principio a fin toda la trama, así como el transcurso y el proceso de este complejo y escandaloso caso de corrupción institucional en un partido político, que ha llevado a la caída de un gobierno, algo impensable desde el punto de vista popular.
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La violencia de género es un problema que está a la orden del día, no solo en nuestro país, sino generalizado en todo el mundo. Es cierto que hace unos años la mayoría de los casos no se denunciaban, pero no por ello había menos agresiones que ahora. Felizmente la sociedad, y de una forma muy particular las mujeres, a base de recibir constantes mensajes, que haya vencido el miedo a denunciar, consiguiendo así, que los maltratadores y violadores sean castigados como se merecen. Es un triunfo de todos los que han sido capaces de  superar los temores y las posibles represalias, en pro de acabar definitivamente con esta lacra social. En España los casos de violencia de género, en un 80% aproximadamente, se dan en ciudadanos extranjeros, fundamentalmente sudamericanos; y estos datos no es una cuestión de racismo, ni mucho menos,  son datos contrastados y una pura estadística, que sin duda alguna es la consecuencia de un problema  educacional. No estaría mal que estas cifras se publicasen en los medios de comunicación, con lo que conseguiríamos aclarar que en España la violencia de género no es mayor que en otros países de nuestro entorno. Los países con el índice más elevado de violencia de género, son por este orden: Países nórdicos (Suecia, Noruega y Finlandia), Italia y España. Lo que hay que combatir desde el punto de vista humano, son las conductas y actitudes,  tanto por parte de hombres como de mujeres, absurdas, excluyentes, irrespetuosas y ofensivas, teniendo en cuenta que el hombre y la mujer somos diferentes, pero que estamos obligados a compartir y a respetarnos mutuamente. De no ser así el futuro sería muy poco halagüeño.
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Nos dejó frases y reflexiones impactantes sobre los temas que se trataron a lo largo de esta jornada:

“Un alto porcentaje de la población reclusa en España, tiene problemas mentales, antes de entrar en prisión”.
“El estado mental de una persona es trascendental en su conducta. Los sistemas que disponemos en los juzgados para evaluar el estado mental de alguien, son francamente deficientes. Solamente se emplean medios eficaces en casos de asesinatos. En los delitos de violencia de género, sería fundamental disponer de los medios necesarios”.
“En una sentencia no puede haber ningún tipo de conclusiones especulativas”.
“En el razonamiento jurídico no caben los caprichos y las arbitrariedades, porque tanto la arbitrariedad como el capricho están fuera de lo que es jurídicamente admisible”.
“Se habla de educar a los jueces en el tema de la igualdad de género, pero por muchos cursillos que les den, si uno no tiene un mínimo de sensibilidad hacia la humanidad en general, de poco vale lo que teóricamente te enseñen sobre esta materia tan delicada”.
“Los jueces y los fiscales están más atados por la ley, de lo que pueda parecer”.
“En el tema de abusos sexuales, no se usa la misma vara de medir para hombres y mujeres. Aún hoy, que un hombre haya tenido relaciones sexuales con varias mujeres, desde algunos sectores, se ve como una hazaña, sin embargo en una mujer, el calificativo menor es de promiscua y libertina”.
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De Susana Fagil nos quedamos entre muchas cosas, con su gran nivel jurídico, su capacidad analítica y de ver las cosas con una lucidez admirable, y lo que es mejor, explicarlas con una claridad cristalina.
A todos nos ganó su gran convicción jurídica pura, dialogante y tolerante. Nos ha dejado una grata sensación su sinceridad, su lenguaje, su estilo y su tono.
Sin lugar a dudas es un nuevo éxito de este Foro que en su ardua gestión, ha sido capaz de traernos hoy una invitada tan interesante.
Bienvenida y gracias por tu generosidad Sandra. Esperamos que nos acompañes en el futuro; tu presencia siempre será bien recibida.
Muchas gracias.
Por: Luís Yáñez.
                                                                  


16 comentarios:

Anónimo dijo...

ES CIERTO QUE LA FIGURA DE LOS JUECES Y LOS FISCALES SIEMPRE HAN DADO UN POCO DE MIEDO, HOY MENOS QUE ANTAÑO, PERO SIEMPRE HA HABIDO UN PEQUEÑO REPELÚS HACIA SUS FIGURAS. AL FIN Y AL CABO SON LOS QUE IMPARTEN JUSTICIA, Y EN OCASIONES CUANDO LOS FALLOS NO LE FAVORECEN A UNO, CREE QUE SE HA COMETIDO CON EL CULPABLE UNA INJUSTICIA.

Anónimo dijo...

Increible tertulia con Sandra Fagil , a su belleza se une su preparación jurídica y la facilidad con que nos instruye.Gracias Sandra

Anónimo dijo...

Sin lugar a dudas los fiscales y los jueces están más atados a la Ley de lo que podamos pensar. Totalmente de acuerdo con lo que dice Sandra Fagil, los profesionales de la justicia no pueden hacer valoraciones particulares tanto del Código Civil o del Penal a su capricho, han de atenerse a la Ley sin ningún otro paliativo. Teodoro Bascuñana. Ciudad Real.

Anónimo dijo...

De acuerdo con el resumen de vuestra tertulia, el Foro que lideráis sigue la senda de éxito tras éxito. Los personajes que invitáis tienen un nivel que difícilmente se puede ver en otros foros. Sandra Fagil es una fiscal con experiencia, formación y categoría jurídica difícilmente igualable. Os merecéis un aplauso y el reconocimiento de todos. Foros como este ilustran y aportan cultura. Seguid así. Saludos. Leonardo San Emeterio. Madrid.

Anónimo dijo...

Leyendo vuestro blog, en el que se relata de una forma minuciosa la autorizada opinión de vuestra invitada, Sandra Fagil, Fiscal, sobre el caso de La Manada, uno se da cuenta que el griterío de la calle y el manifestarse incluso violentamente, casi siempre sin conocimientos sobre el tema, no le dan la razón a las multitudes. No recuerdo quien dijo en algún momento, "que si uno no creyera en la justicia, habría que marcharse del país", pues bien, si no dejamos a los juristas realizar su trabajo, sin presiones ni acosos, difícilmente tendremos una justicia imparcial y sobre todo justa. Ya no estamos en los tiempos en que lo fácil era aplicar la ley de Lynch, solo por que el reo tenía cara de facineroso, no se lavaba, ni se afeitaba y además tenía una mirada abyecta, y solamente por eso era más que suficiente para ahorcarlo. Menos mal que hoy tenemos a juristas de talla como Sandra Fagil y otros muchos más, que no se dejan influenciar por las presiones foráneas que en algunos casos esconden intereses bastardos. Menos mal. José Manuel de la Torre. Madrid.

Julio Sanz dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Nuestro país puede estar muy satisfecho por el nivel jurídico de los representantes de la ley. Como visitante asiduo de vuestro foro he visto pasar por aquí insignes juristas, entre ellos cabe destacar a la actual Ministra de Justicia, Dolores Delgado, que hace unos meses tuvisteis en esta palestra. Hoy Sandra Fagil, una fiscal, aunque joven, con una gran experiencia nos hace análisis de los casos de más actualidad. Un verdadero acierto. Hay que felicitaros. Victor Alejo. Madrid.

Anónimo dijo...

Me ha gustado la visión que tiene Sandra Fagil sobre el problema de La Manada. Como jurista experimentada que es, no entra en la vorágine de los juicios paralelos que se hace a través de los medios de comunicación y de distintos tipos de organizaciones. Ella es jurista y acepta los veredictos y sentencias de sus compañeros, que tienen más información y conocimiento que nadie, y en ningún momento se habrán dejado llevar por reacciones temperamentales. Es una profesional. Eleuterio Chaves. Madrid.

Anónimo dijo...

Leyendo los razonamientos de Sandra Fagil, uno se da cuenta que la justicia en nuestro país, es tan buen o mejor que en los países de nuestro entorno. Ella, con más conocimientos que la gran mayoría, asegura que en la aplicación de la justicia, no caben caprichos y arbitrariedades, ya que ambas están fuera de o jurídicamente admisible. Rotunda reflexión. Con juristas así, el ciudadano tiene que creer en la justicia. Antonio Revuelta. Oviedo.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con lo que dice la fiscal Sandra Fagil, "EN EL TEMA DE LOS ABUSOS SEXUALES, NO SE USA LA MISMA VARA DE MEDIR PARA HOMBRES QUE PARA MUJERES". Eso es algo que la sociedad sabe perfectamente. Un hombre si tiene muchas relaciones sexuales con distintas mujeres se le tacha de macho, fenómeno y mil adjetivos de tinte machista, sin embargo si una mujer tiene relaciones aunque solo se accidentalmente con dos hombres, se le califica de promiscua y de puta. No es justo, ni mucho menos, por eso es necesario cambiar ese tipo de mentalidad que lamentablemente nace en el seno de la mayor parte de las familias españolas. Ahí está el germen del machismo ancestral, y es ahí donde hay que iniciar el combate, para erradicarlo de una vez por siempre, Espero y deseo que así sea. Elvira Asier. Vitoria.

Anónimo dijo...

Es cierto lo que decís en vuestro resumen, antaño, los jueces, fiscales, secretarios judiciales y hasta los administrativos que trabajaban en un juzgado, se les miraba, no respeto, sino con miedo. Yo nací y viví en pueblo de Castilla y León donde ocurría esto que cabo de decir, es más, prácticamente no se codeaban con los demás vecinos, eran lo que se dice una verdadera casta. Felizmente eso ya no es así, hoy son ciudadanos respetables como cualquier otro. Eso hemos ganado. Con profesionales como Sandra Fagil, no es de extrañar que se haya evolucionado de forma positiva. César Cuadrado. Burgos.

Anónimo dijo...

Muy preparada, pero que muy preparada me parece vuestra invitada Sandra Fagil y además valiente a la hora de manifestar su forma de pensar y dejar sobre todo las cosas muy claras. Viene esto a colación por el artículo aparecido en El Mundo en el que Alicia Gil, manifiesta que la idea de penar al consumidor de sexo de prostitución, como se hace en Suecia, donde más violaciones se producen, es una medida que no va acabar con la prostitución. ¿Ha acabado eso con a prostitución en Suecia?. ¡No!. La prostitución existe, ha existido siempre. Negarlo, o negar que alguien libremente se quiera dedicar a la prostitución es intentar imponer una determinada moral, y eso en el fondo es fruto de paternalismo y fundamentalismo, que no tiene nada que ver con el feminismo. No se lo que pensará la fiscal Sandra Fagil, pero en mi opinión, en las manifestaciones de Alicia Gil, subyace mucha verdad, que alguien no quiere entender. Juan José Alonso. Madrid.

Anónimo dijo...

De acuerdo con Sandra Fagil, en que jamás deben tenerse en cuenta los juicios paralelos y las opiniones in fundamento, que solamente la razón debe prevalecer sobre todo. Pero esto es algo muy difícil, puesto que hay intereses de todo tipo para que una teoría de la tendencia que sea, contamine a los ciudadanos. ¿Soluciones a esto?; difícil las veo. Posiblemente vuestra invitada, como jurista experimentada que es, pueda apuntar una solución, aunque como he dicho antes, lo veo muy difícil. Mariano Rincón. Valencia.

Anónimo dijo...

Lo cierto es que una fiscal tan joven como Sandra Fagil llevando casos de tanta importancia jurídica, ponen de manifiesto que es una profesional con una muy alta preparación en su carrera. En mi opinión es muy esperanzador que personas jóvenes ocupen cargos de tan alta responsabilidad en un mundo tan complejo como es el de la justicia. Felicitémonos todos por estos logros de la sociedad. Arturo Pérez, Madrid.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo en que el capricho y la arbitrariedad no caben en el ordenamiento jurídico, es decir en el momento de impartir justicia a través de una sentencia. Mi pregunta a la fiscal Sandra Fagil es: ¿Cree usted que un porcentaje de sentencias no se han visto influidas por cuestiones ideológicas, bien de religión o políticas?. Antonio Valdés. Oviedo.

Anónimo dijo...

Un jurista, bien sea juez, fiscal o el cargo que ocupe tiene muy claras sus funciones, en primer lugar por su preparación y por su vocación, de ahí que el ejercicio de su profesión sea lo primordial para él a la hora de cumplir escrupulosamente con su deber, de eso a nadie le cabe la menor duda; la cuestión es cuando pasa a ocupar un cargo político; ¿en ese momento que es lo que prevalece, la responsabilidad de gobernar, la disciplina hacia el partido político que lo ha nombrado o sus criterios jurídicos?. Juan E. Montiel. Ciudad Real.