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martes, 31 de enero de 2017

MARCIAL PIRIZ, EN LA JAULA DE GATOS.



Fecha: 20 de Diciembre de 2016
Lugar: LA POSADA DE LA VILLA
          Cava Baja, 9
          M A D R I D
Asistentes: Marcial Piriz (invitado), Paca Astilleros, Baltasar Garzón, Javier Menéndez, Yann Reznak, José Luis Vilallonga, Jacinto Santos, Dolores Delgado,  Juan Chaves, Manuel García Hierro, José Ignacio Rodrigo, Antonio Hernando, Tamara Muñoz Calero, Luis Blázquez, Germán Navazo, Antonio Blázquez, Javier Gómez Bermúdez, Enrique Chico, Ramón Bustamante, Ana García, Jaime Porras, Javier Ruiz de Asín, María Carrillo, Gerardo Viada, Miguel Muñoz Calero y Luís Yáñez.
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Detrás de un personaje que desempeña un cargo de  gran responsabilidad, que tiene múltiples  obligaciones y competencias y además ocupa un estatus social importante profesionalmente hablando, siempre hay un ser humano con sus sentimientos de emotividad, sensibilidad y sobre todo de humanidad. Hoy nos ha visitado Marcial Piriz, una persona que encaja perfectamente con la definición anterior; un ser cercano, amable y abierto que nos ha facilitado una información de primera mano acerca del controvertido y desconocido mundo del terrorismo, en el que  sin duda alguna él es una auténtica autoridad.  
Como invitado la información que nos ha proporcionado ha estado  siempre dentro de los límites que a su criterio y buen entender haya podido facilitarnos, una prueba inequívoca de su gran profesionalidad, discreción y solvencia.
Marcial Piriz, es Comisario del Cuerpo General de Policía. Desde 1982 inicia su andadura como Inspector de Policía, dedicándose durante más de 30 años a la lucha antiterrorista fundamentalmente en el ámbito de ETA. Desde 2015 está destinado en la Embajada de España en París como Consejero de Interior, desempeñando funciones relacionadas con la lucha antiterrorista, inmigración ilegal, trata de seres humanos y de una forma muy directa con el terrorismo yihadista.
Posiblemente a nivel mundial sea uno de los profesionales con mayor conocimiento y preparación en el tema del terrorismo internacional, sobre todo en aquellas cuestiones relacionadas con el yihadismo islámico. Su erudición fruto de haber compartido datos con policías de otros países, como no podía ser de otra forma, le permiten tener una idea muy fiable de como se desenvuelven, actúan y ejecutan las  acciones terroristas aquellos movimientos que funcionan y se mueven con fines fanáticos.
Su preparación inicial pasa por su larga experiencia en la lucha contra ETA, que tal y como la conocimos, hoy se podría asegurar que prácticamente está finiquitada. A pesar de que no se haya auto-disuelto y no hayan llevado a cabo la entrega total de las armas, sino más bien de una forma simbólica, ha sufrido una transformación y hoy como grupo terrorista ya no tiene futuro  a nivel operativo, aunque siempre pueda quedar algún que otro díscolo que no esté de acuerdo con la situación de paz a la que se ha llegado.
A lo que hoy aspira ETA es a un amparo político dentro de un partido abertzale que les permita difundir su pensamiento ideológico y sus criterios sobre lo que según ellos debiera ser Euskal Herría. Hay un hecho que si es importante y muy significativo, el reconocimiento de las víctimas, que antes no se producía y que ahora es más general e incluso admitido por parte abertzale, que lo va aceptando poco a poco. Este es, sin duda alguna, uno de los logros más importantes del final de la etapa violenta de ETA.
Considera que la definición de terrorismo islámico es  errónea; es mucho más ajustado a la realidad el término “terrorismo yihadista” detrás del cual está el movimiento convulso DAESH. Por ejemplo los atentados del 13 de Noviembre de 2015 en París o los del 22 de Marzo de 2016 en Bruselas, son obra de ellos, los cuales funcionan como una organización que manda una serie e individuos que actúan con un plan minuciosamente estudiado y  preestablecido y además con una logística extraordinaria. Todos los atentados que cometen los llevan a cabo previa investigación y con una gran precisión, donde no dejan nada al albur.
De la misma forma instigan a otros grupos y les prestan ayuda en la ejecución de este tipo de actos criminales. También cabe la posibilidad de que exista el fanático que no está encuadrado dentro de una estructura como el DAESH u otras similares, pero si inspirado en la ideología del yihadismo revolucionario salafista, y actúa como un “lobo solitario” convencido que así sigue el mandamiento coránico interpretado a su manera. Este tipo de exaltados siempre será muy difícil de controlar.
Su opinión actual respecto al DAESH es que está debilitándose cada vez más, en parte debido a que sus fuentes de financiación son cada vez más escasas, y además está siendo sometido a una presión tremenda tanto militar como policial a nivel internacional.
DAESH es un acrónimo de una frase en árabe que tiene una connotación y un significado muy peyorativo, que da a entender algo así como: “aplastar, pisotear”, definición que está muy mal vista incluso por los yihadistas que no la aceptan ni siquiera  a la hora de que alguien los encuadre dentro de esta organización.
Uno de los problemas mas preocupantes de los terroristas yihadistas es su total desapego a la vida, no les importa inmolarse u obligar a sus familiares que lo hagan con tal de conseguir sus objetivos. Todo lo contrario que otros grupos terroristas que siempre preparan una vía de escape cuando llevan a cabo cualquier tipo de atentado.
Hoy el yihadismo global se puede conceptuar como una ideología. AL QAEDA que hace aproximadamente diez años era el movimiento terrorista del que hablábamos todos y popularmente más conocido, hoy aunque sigue activo en algunas partes del mundo, ha sido superado por el DAESH, que ha conseguido establecer un califato precisamente por el hecho de haber logrado controlar un territorio al que ha dotado de una cierta estructura de Estado, donde incluso hasta se recaudan impuestos.
Su actividad fundamental es en Siria e Irak, pero poco a poco está siendo colapsada, y aunque no nos guste se seguirá expandiéndose por el mundo como una ideología político-religiosa. Ejemplo de su operatividad está en países como Nigeria, Chad y Camerún, que hasta hace poco operaba salvajemente bajo las órdenes de Boko Haram, y ahora lo hace como la provincia del Estado Islámico del Africa Occidental. Seguramente no hay un vínculo real operativo, pero lo cierto es que la ideología se ha trasladado allí. Lo mismo ocurre en países del norte de Africa como Libia  o los de la franja del Sahel subsahariano, en cuyas zonas  operan organizaciones terroristas diferentes, pero todas ellas dentro de la órbita del DAESH.
El combate contra el yihadismo es una guerra asimétrica, no es nada convencional, tal como se entiende militarmente. Es la lucha de unos Estados contra una pléyade de organizaciones ilegales y clandestinas que no utilizan medios convencionales, algo que tiene una gran repercusión, no solamente  sobre la seguridad de los ciudadanos, sino también en materia de índole económico.

La lucha contra el terrorismo en terminología militar, en las zonas de conflicto, se rige por las leyes para la guerra. Otra forma es la lucha contra el terrorismo de los estados democráticos, que se rige por el derecho penal y procesal; que no se pueden confundir unas con otras.
Aunque bien es cierto que en la lucha contra el terrorismo yihadista no solo se debe llevar a cabo  militarmente o policialmente sino también socialmente. La confrontación que hoy se está llevando a cabo en Oriente Medio, se está extrapolando al mundo entero, más que nada como una guerra de poder, teniendo en cuenta además que el componente religioso también es un factor importante, aunque no sea determinante.
El yihadismo que antes tenía unas connotaciones muy particulares, ahora es el “salafismo revolucionario. El origen de todos estos movimientos terroristas, es precisamente el salafismo, que es una doctrina “suní rigorista”,   que lo que predica es volver al Islam puro tal y como lo vivía el profeta Mahoma y sus seguidores llamados “sahaba o sallah” de donde proviene el nombre de salafistas.
Estos se han dividido en dos ramas, el “salafismo quietista” que quiere llegar al poder sin la violencia y la otra rama denominada “salafismo revolucionario” que es el que considera que el único camino válido es el de la violencia y del terrorismo, (yihadismo islámico). Este terrorismo existía desde hace más de 30 años, pero de una forma larvada.
El detonante fue la invasión soviética de Afganistán, en cuyo país había un régimen prosoviético que consiguió el poder a través de un golpe de estado, lo cual provocó una reacción en cadena por parte de las distintas tribus disidentes en contra del régimen totalitario comunista.
La Unión Soviética establece una ayuda al régimen afgano enviando 100.000 soldados para reprimir el levantamiento. Ante esta situación EE.UU., alentó, armó y financió a la resistencia, por una cuestión geopolítica, apoyando en ese momento a Osama Bin Laden, que era de nacionalidad saudí, un salafista rigorista que lideró el movimiento antisoviético, consiguiendo que Rusia se retirase de malas maneras y que a su vez caiga el gobierno prosoviético que en aquel momento gobernaba Afganistán.
Esta situación un tanto descontrolada provoca que en un plazo aproximado de 2 años surjan los talibanes que en un principio fueron financiados por EE.UU., pero una vez instaurados en el poder dejan de ser amigos de los americanos y se convierten en sus en sus enemigos más feroces. Aparentemente fue un error de EE.UU. pero en aquel momento era más importante y prioritario cortocircuitar la expansión de la Unión Soviética que otras razones.
El DAESH vive fundamentalmente del contrabando de petróleo y de la extorsión. El petróleo, en gran parte su tráfico se ha visto interrumpido ya que el mayor comercio ilegal era con Turquía y este ha quedado prácticamente suspendido, sobre todo desde la entrada de Rusia en la contienda en Siria, donde se han dedicado más a atacar a los rebeldes sirios que a  los yihadistas, pero la presión es angustiosa y es materialmente imposible que mantengan sus posiciones.
Mosul se prevé que caerá en poco tiempo lo mismo que  Al Raqa que  es la capital del califato,  donde ya se está combatiendo en los suburbios, lo cual quiere decir que es cuestión de semanas para que estas ciudades emblemáticas de la organización terrorista caigan definitivamente.
Una gran parte de la entrada de terroristas en Europa se ha producido durante la era migratoria de los últimos años en la que han tenido acceso más de un millón de personas de forma totalmente clandestina,  buena parte de ellas  con documentos falsos y adoctrinados  por el DAESH con unas instrucciones muy concretas y específicas. A fin de evitar todo esto es necesario tener unos buenos registros públicos utilizando la información y las bases de datos de todas las policías del continente europeo con lo que se podrá controlar el movimiento de pasajeros en Europa;
algo que sí se está haciendo en EE.UU. y que le está dando buenos resultados. Este tipo de vigilancia no va en contra del refugiado, ni mucho menos, ellos son las auténticas víctimas de lo que está sucediendo, y lo único que hacen es huir de sus países a causa de la situación bélica en los que se encuentran.
Los países de la Unión Europea son los responsables de que con los refugiados entren en Europa operativos del Estado Islámico, en parte porque los miembros de la Unión Europea no han sido capaces de llegar a un acuerdo en lo que a las políticas migratorias se refiere.
Es una realidad que las redes criminales aprovechan las grandes migraciones para introducir activistas, pero una de las formas de luchar frontalmente contra ellas, es precisamente reformulando la actual política antiterrorista europea. Todo lo que se haga en este sentido será beneficioso en la contienda contra el terrorismo yihadista.
Por razones humanitarias hemos de asumir que los refugiados debemos acogerlos en Europa, pero hay que ser inflexibles con los que no vengan por el canal oficial. El terrorismo yihadista es global, pero tiene manifestaciones locales según las características de cada país en el que esté implantado.
Por ejemplo, la forma de actuar los terroristas  en Bélgica o en Francia, no tiene nada que ver con el modo de proceder en España, aunque todos se nutren de la misma ideología y con la misma finalidad, por ello hay que dar respuesta al modus operandi de cada una de las facciones. En España tenemos mucha gente dispuesta a entregarse al yihadismo, a adoctrinarse y radicalizarse con el movimiento y la idea de la “yihad”. Posiblemente seamos el único país de Europa que desde el año 2004 hemos tenido que luchar contra el terrorismo de ETA y el yihadista al mismo tiempo. Es cierto que hoy en día España no tiene el problema de segundas o terceras generaciones de población árabe asentadas en otros países de Europa desde hace 50 años, pero si existe un problema claramente detectado, que todo aquel que se va a luchar en su “guerra santa”, cuando vuelve es prácticamente irrecuperable, puesto que viene impregnado de un barniz ideológico producto de una preparación de tal calibre que difícilmente podemos comprender con nuestros criterios occidentales.
Por ejemplo, como primer paso les obligan a memorizar el Corán como un acto místico y religioso, y en segundo lugar les instruyen en un minucioso adiestramiento del uso de las armas de todo tipo, manejo de explosivos y una preparación psicológica que los  llega a convencer en muchos casos para llevar a cabo todo tipo de atentados suicidas en cualquier zona del mundo.
Durante la década de los 90 del pasado siglo, España estaba considerada  una zona tranquila, de paso e incluso de refugio para el movimiento yihadista, motivos por los cuales al terrorismo islámico no le interesaba llevar a cabo atentados en nuestro país. Pero a partir del 11 de Marzo de 2004 que es cuando se produce  la masacre terrorista de los trenes de Atocha, que costó la vida a 191 personas y más de 200 heridos, algo que nadie había previsto hasta ese momento, se empieza a trabajar de una forma conjunta a todos los niveles; inteligencia, policía, guardia civil y Audiencia Nacional, y es precisamente por estas razones que los resultados están siendo muy aceptables. Ellos saben perfectamente que España cuenta con uno de los servicios de información mejores del mundo, prueba de ello es que muchos países recurren a nosotros por nuestra larga experiencia en la lucha contra  ETA y ahora, como todos, contra el terrorismo yihadista. Sin olvidar  que hubo un atentado terrorista el 12 de Abril de 1985 en el restaurante El Descanso de Madrid que en principio fue reivindicado por un grupo de la yihad islámica, en él que murieron 18 personas y hubo más de 100 heridos. Un restaurante que era frecuentado por militares estadounidenses, aunque todos los fallecidos fueron españoles. Las investigaciones no pudieron determinar la autoría del atentado por parte de ningún movimiento yihadista.  
Que en la lucha contra el terrorismo yihadista hay que utilizar la acción policial e incluso militar en ocasiones, por supuesto, pero este problema no se resolverá solamente con este tipo de intervenciones. Hay una realidad de exclusión social que está presente en todos los países de Europa incluida España, que es terrible y ese es uno de los caldos de cultivo idóneos para captar gente que vive en una desorientación absoluta. Es muy común que hijos cuyos padres están asentados en países europeos desde hace más de cinco décadas, que forman esa segunda y tercera generación, incluso con pasaporte europeo, se consideren sin identidad y con el sentimiento de que no forman parte de la ciudadanía de la nación donde han nacido, por eso, cuando cumplen la mayoría de edad, e incluso antes, su idea es volver al país de origen de sus padres. Esta gente, después de haber participado directamente en las guerras de la zona de Oriente Medio, cuando regresan a sus respectivos países, son prácticamente irrecuperables para la sociedad y jamás volverán a ser normales.
El cóctel que conforma esa gente sin una identidad definida, con gran exclusión social, una criminalidad que está presente en ese ambiente completamente deteriorado, un absentismo escolar elevadísimo y además vivir en un barrio de características complejas que son auténticos guetos, todo esto planteado de una forma metafórica, es una auténtica bomba, pero que se aproxima mucho a la realidad.  Esta combinación la  “agitas” y la resultante es tremenda y de lo más caótica y sobre todo muy adecuada para que cualquier organización capte con facilidad miembros para sus fines criminales.
Se dice que el sistema multicultural que hoy está más o menos asentado socialmente en países como el Reino Unido, Holanda o Suecia, en Francia está fallando y la integración se deteriora de un día para otro, pese a que este país cuenta con uno de los mejores servicios secretos del mundo, lo cual no deja de ser un tanto relativo, ya que países como Bélgica con 11 millones de habitantes tiene más del doble de individuos luchando en la guerra de Siria que la mayor parte de los países de la Unión Europea.
El 80/85% aproximadamente de los musulmanes del mundo son sunitas, y el resto del 15/20% se reparte entre otras ramas islámicas en la que los chiitas  representan poco más o menos el 80%, y el 20% restante son alauitas, drusos, etc. Los chiitas sostienen que solo los descendientes de Mahoma tienen derecho a liderar la comunidad musulmana. Este pensamiento prueba que lo que realmente se ha generado es una lucha de poder dentro del propio Islam. Por ejemplo los chiitas iraquíes se enfrentan a los sunitas representados en una parte muy importante por Arabia Saudí, argumentando que  este enfrentamiento se remonta al año 632 en que muere Mahoma.
El terrorismo que actualmente asola el mundo occidental y también el árabe, de base salafista revolucionaria, es el fruto de la política de Arabia Saudita, que desde hace más de cuarenta años ha estado subvencionando a las mezquitas y a los imanes a través de los cuales se ha enviado el mensaje de que hay que aniquilar  al enemigo cercano, es decir a los apostatas del islamismo y después ir a por el resto de los enemigos, que somos todos los infieles del mundo occidental.
Una de las diferencias entre Al Qaeda y el DAESH es la siguiente: Al Qaeda en principio su idea era atacar al enemigo cercano, hasta que cometió el atentado de del 11-S, (Torres Gemelas de Nueva York); el DAESH sin embargo inicialmente quería conseguir un territorio propio y después ir a por enemigo lejano.

Y en este difícil punto nos encontramos. Las relaciones del mundo árabe islámico y el occidente cristiano es la historia de dos grandes civilizaciones tradicionalmente enfrentadas. Pero ambas civilizaciones han tenido distintos significados y formas, y posiblemente uno de los principales problemas sea que muchos cristianos y musulmanes tienden a poner de relieve las diferencias que nos separan, sin resaltar lo que hay en común entre ellos. Han confundido la religión con la acción social que ciertos individuos o grupos llevan a cabo en su nombre.
¿Cómo podríamos llegar a entendernos y acabar con la barbarie?. Esta es la cuestión.
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Que Marcial Piriz nos ha ampliado los conocimientos sobre un tema tan preocupante como el  terrorismo, algo que tristemente es una auténtica realidad. Y además nos ha hecho un análisis profundo de las causas. Nos ha dado una visión de las motivaciones. Nos ha hecho ver la perspectiva desde una óptica puramente profesional. Nos ha hecho comprender cosas que sin una explicación profunda jamás hubiéramos entendido. Nos ha mostrado una versión objetiva lejos de apasionamientos ofuscados. Nos ha hecho ver la realidad y el futuro que se prevé en los próximos años. Todo esto es un claro análisis y el profundo razonamiento de una voz autorizada,  que habla con argumentos desde la experiencia y el conocimiento, después de muchos años analizando una materia tan crítica y de tanta controversia como el asunto que hoy hemos abordado.
El Foro Jaula de Gatos, como siempre, trata de estar en primera línea de la polémica y del estudio sobre cuestiones que afectan directamente a la sociedad. Hoy el sumario era de claro interés general, como prueba el hecho de que en el debate hayan participado posiblemente las voces más autorizadas de nuestro país en la cuestión del terrorismo.
Solo nos queda expresar a Marcial Piriz nuestro profundo agradecimiento por haber aceptado la llamada que le hicimos en su momento, al tiempo que le ofrecemos nuestra invitación para que nos visite siempre que su deberes profesionales se lo permitan.
Gracias Marcial, aquí serás siempre bien recibido.
Un cordial y afectuoso saludo.
Por: Luis Yáñez