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miércoles, 1 de enero de 2020

CARLOS BELMONTE MARTINEZ EN LA JAULA DE GATOS



Fecha: 27 de Noviembre de 2019
Lugar: LA POSADA DE LA VILLA
          Cava Baja, 9
          M A D R I D

Asistentes: Carlos Belmonte, (invitado), Silvia Hernández, Carola Beamonte, María Blasco, Patricia Porras, Beatriz Sanz, Felisa Benavides, Tamara Muñoz Calero, Gerardo Viada, Enrique Chico, Jacinto Santos, Antonio Hernando, Francisco Hidalgos, Julio Sanz, Leandro Crespo, Alberto Sánchez-Horneros, Antonio de la Riva, Santiago Pedraz, Antonio Blázquez de Lora, Javier López Facal, Guillermo Llamas, Jaime Porras, Alberto Valiente, Miguel Muñoz Calero y Luís Yáñez.
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Una persona que utiliza un lenguaje profesional y culto, conseguido después de haber llevado la investigación y el estudio de la biomedicina hasta límites insospechados. Su esfuerzo ha sido tal, que ha buscado de una forma incesante, explicaciones  a todo aquello que a una gran mayoría hasta hace muy poco tiempo les resultaba materialmente  incomprensible. Para un científico como Carlos Belmonte Martínez, su trabajo se ha convertido en una obsesión  a lo largo de toda su vida, y su permanente y constante investigación le ha llevado a tratar de esclarecer los misterios del cerebro a través de una minuciosa y persistente exploración científica. 
 Desde Santiago Ramón y Cajal que rompió todo tipo de  esquemas y marcó la senda, creando una nueva idea moderna de la Neurociencia, y por la que investigadores como él, han seguido disciplinadamente sus pasos hasta conseguir los logros que actualmente conocemos, y cuyo objetivo primordial no ha sido otro que prevenir, diagnosticar y curar las enfermedades del cerebro. A los profesionales como él les debemos la ilusión  de un futuro más saludable y prometedor  así como la esperanza de que en un plazo más o menos corto, aquellas patologías que parecían incurables tengan al final una solución satisfactoria.

Pero también es cierto que nos movemos en un terreno preocupante puesto que el impacto social de la Neurociencia y su tecnología se extiende mucho más allá del terreno estrictamente médico. Por ejemplo la remodelación de nuevos sistemas educativos, de los procesos judiciales, del ámbito laboral e incluso de la industria del ocio entre otros, los cuales si su uso fuese abusivo, podrían llevarnos a rozar los limites de la  ética y la legalidad, de ahí la necesidad de imponer cotos legales al uso de la información científica sobre la mente humana, ya que si no hubiese control, se  podría llegar a influir de una forma negativa  sobre las motivaciones y valores de la vida personal y social de los seres humanos.  


A finales del siglo XIX la información que se tenía respecto a la estructura-función en el cerebro humano, era la proveniente de aquellos pacientes con algún tipo de lesión cerebral, que evidenciaban de modo  dramático, en que medida las características personales  y afectivas dependían de la integridad física del cerebro. El advenimiento de la Neurociencia integrativa ha aportado nuevos datos experimentales sobre el funcionamiento interactivo de grupos neuronales en animales y en el propio ser humano.

Carlos Belmonte Martínez nacido en Albacete. Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense de Madrid. Neuroinvestigador. Especialista en análisis clínicos. Domina el inglés, francés y alemán. Innumerables galardones y premios avalan un “Curriculum vitae” extenso donde su crédito y ascendencia quedan señaladas con los cargos académicos que ha ostentado, premios y distinciones científicas, comités nacionales e internacionales, títulos  de pregrado y doctorado,  comités editoriales de publicaciones científicas, patentes y modelos de actualidad, congresos y reuniones científicas, dirección de cursos, conferencias plenarias, ponencias en congresos y simposios, coloquios y seminarios, dirección de tesis doctorales, publicaciones y artículos científicos y proyectos de contratos de investigación, son pruebas testimoniales de su brillante trayectoria que evidencian un nivel y una categoría científica reconocida en todo el mundo académico.
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El cerebro o la mente, por decirlo en un término más común y conocido socialmente, es el producto de la evolución como todos los aspectos del mundo en que vivimos, es decir, el cerebro ha ido surgiendo como resultado de la evolución de la especie en los seres vivos que tienen varios objetivos entre ellos uno de los primordiales es el de la reproducción, es decir sobrevivir el tiempo necesario para pasar sus genes a la generación siguiente. No hay ninguna lógica en la evolución, es un proceso al que se le pueden dar todas las  explicaciones que se quieran, pero la realidad es que la única fuerza claramente definida de cómo ocurren las cosas  es que el cerebro es el resultado de la evolución de los seres vivos que han ido buscando la supervivencia frente a los cataclismos externos. 
Los predadores han ido desarrollando un tipo de mutaciones genéticas que les han dado ventaja,  precisamente por eso algunos no han desaparecido, mientras que los que no las desarrollaron han ido desapareciendo a lo largo del proceso. De tal modo que no somos nada especial, podríamos decir que somos la punta de una evolución  que no sabemos si será exitosa o no, porque el tiempo que lleva la especie humana es tan corto, que por ejemplo, comparándola con los insectos es infinitamente inferior. Pero esto nos ayuda mucho a entender las características de nuestro cerebro, porque al final lo que hace este, es obtener y detectar del mundo externo una serie de parámetros de lo más críticos para poder subsistir, tales como ondas electromagnéticas que nos dan la visión, la audición y el resto de los sentidos, información que nos son útiles e imprescindibles para mantener la supervivencia  o librarnos de determinadas situaciones peligrosas.
 Además hemos ido adquiriendoevolutivamente  determinadas capacidades, entre ellas algunas aparentemente tan sencillas como el movimiento de aquellos miembros, con los que podemos recoger el alimento vital para poder  subsistir.
La mutación de un gen es el que ha hecho que el ser humano sea diferente a los primates, que no han evolucionado tanto. Las conexiones de unas neuronas con otras se fueron haciendo más grandes, más sólidas y más estables, y como consecuencia de ello se fueron desarrollando circuitos cerebrales que son los que sustentan todas nuestras conductas, y estos circuitos fueron creciendo cada vez más y haciéndose más sofisticados.

Hablando de la consciencia del yo, la mente, que es la parte más evolucionada del cerebro, la que recoge todos esos datos que le proporcionan unos órganos de los sentidos muy fragmentarios y muy completos, y que con ellos se va construyendo una imagen inmediata, continua y  permanente de nuestro entorno, aunque solo percibamos una minúscula parte del mundo real, pero esta minúscula parte, el cerebro la procesa dándole un sentido determinado y  haciendo con toda esa información una especie de película basada en imágenes sueltas, que es lo que hace que nuestra mente crea que estamos viendo la realidad, cuando lo cierto es que no es así. 

Y esto es precisamente  uno de los riesgos que tenemos con lo que está ocurriendo, porque nosotros a su vez con nuestro cerebro hemos ampliado nuestras capacidades de detección del mundo exterior y al mismo tiempo hemos ido  generando nuevas herramientas, de la misma manera que los animales más elementales, por ejemplo los primates, que con una caña sacan hormigas de sus cuevas para alimentarse, nosotros entre otras cosas, hemos inventado un ordenador, pero que a la postre  no dejan de ser instrumentos que amplían nuestra capacidad de supervivencia. De tal forma que con la ampliación de esas capacidades los seres humanos estamos ampliando tremendamente la percepción del mundo exterior, pero llegará un momento que no se va a  distinguir la información que nos proporciona nuestros sentidos con la que nosotros somos capaces de poner en nuestro cerebro. 
Esto filosóficamente nos crea una cierta inquietud, puesto que con el tiempo no sabremos a ciencia cierta cuales serán las secuelas y las consecuencias de cómo llegará a  ser todo esto.     
Hoy sabemos que el cerebro contiene aproximadamente ochenta mil millones de neuronas, que se conectan entre sí en una proporción media de mil sinapsis por neurona, que estas a su vez forman un número abrumador de micro y macro circuitos diferentes. La sinapsis es una sofisticada estructura de conexión entre neuronas, constituida por centenares de proteínas especificas con una gran diversidad estructural y funcional, así como una notable plasticidad para formarse y desaparecer o modificar su sensibilidad o robustez.

El progreso en la investigación, desde que Santiago Ramón y Cajal  estableció con su gran descubrimiento, la teoría   de que el cerebro está compuesto por unos elementos individuales que son las neuronas, las cuales se comunican entre si no de una manera caprichosa, sino formando nuevos circuitos que se conectan unos con otros, fenómeno que se dio en llamar la sinapsis, de tal modo que esa capacidad de interacción en términos prácticos, está demostrada científicamente  que es infinita.

En este momento ya entendemos cada vez más como se relacionan las neuronas entre sí, de tal manera que la introducción de la inteligencia artificial ha venido a representar algo novedoso y un gran avance en el terreno de los descubrimientos cerebrales, desde el instante que introducimos una información en los ordenadores los cuales son capaces de procesarla a una velocidad y precisión extraordinaria, que si las comparamos con la capacidad de procesamiento del cerebro humano, en estos momentos la diferencia es abismal.  Pero es que cada vez van más de prisa y lo curioso es que su capacidad y su talento  sorprendentemente  son más avanzados. La aproximación reduccionista para entender el cerebro, nos está permitiendo descomponerlo cada vez más cercano al límite, identificando así cada uno de sus circuitos y como se interrelacionan entre sí. Los ordenadores en este campo nos están ayudando muchísimo, puesto que son los que luego podrán reconstruirlo todo con la información que nosotros les hallamos facilitado.

Posiblemente una de las grandes preocupaciones de la sociedad actual es el envejecimiento neuronal sobre el cual se lleva mucho tiempo investigando, para lograr mediante modificaciones genéticas que las células que ahora son mortales  conseguir que no lo sean en un plazo breve. Pero las mutaciones se están produciendo y forman parte de la entropía del sistema y que lo  va degradando todo, y aunque la investigación está en permanente lucha contra esto, hoy todavía se ve como ciencia ficción, que no quiere decir que no se vaya a conseguir, ni mucho menos, el mundo científico está convencido que en futuras generaciones llegaremos a lo que pueda ser una situación óptima en el que se podrá mejorar el sistema, e incluso quien sabe si se podrán recuperar las células que hoy damos por muertas.


Una serie de genes que en condiciones normales, de un joven que está en una granja aislado, criado fuera del circuito de las nuevas tecnologías, a los quince años le das un teléfono móvil y es incapaz de manejarlo, en cambio el joven que ha estado viendo en su entorno el teléfono desde los seis meses,  a los dos años lo maneja perfectamente. 


Esto quiere decir, que a consecuencia de la información sensorial que le llega, y al estar activas unas neuronas,  activan a la vez una serie de genes que se quedan modificados, lo cual produce una planificación de las terminaciones que se conectan entre sí creando nuevos circuitos. La herencia de los datos epigenéticos está muy discutida, pero empezamos a tener una información de que algo está pasando, lo cual es una gran esperanza social de cara al futuro en el mundo de la investigación.




Una de las características  del cerebro diseñado para la supervivencia es el que se rige por  determinados patrones de conducta y determinados circuitos que  dan lugar a una acción exitosa, porque te ayuda a supervivir, por ejemplo lo que te da miedo y por eso sales corriendo, o aquello que te provoca agresividad y la reacción es de atacar, esos son mecanismos que han ayudado a la especie a sobrevivir, y que han ido apareciendo evolutivamente también como mecanismos de  recompensa. 
Nosotros sentimos placer cuando hacemos algo que es evolutivamente útil, como un contacto sexual, una degustación de una buena comida, cuidar a  nuestros seres queridos u otra serie de acciones, eso es algo que lo lleva una parte del cerebro que es fundamental, y que es lo que se llamó cerebro emocional; este tipo de emociones  no los tienen los ordenadores, ni creo que sea posible ni conveniente que las tengan en el futuro.

La esperanza y posibilidad de los ordenadores,  jamás estará dirigida a mover sus acciones en desentrañar  e investigar las cuestiones  determinadas con los factores emocionales que son los que realmente  rigen nuestra conducta, por el mero hecho de que a los investigadores de estas maquinarias la cuestión emocional no les interesa, lo que realmente les interesa es una ampliación de la  comprensión  del universo a través de los ordenadores, y en este caso todo lo relacionado con el cerebro.

Se ha visto que en el hipocampo donde está asentada la memoria, si hay mitosis, o sea posibilidad de sustitución de neuronas. Precisamente esa es la zona donde se están formando las nuevas conexiones que establecen la memoria, de forma que parte de ella está asentada físicamente en el hipocampo. Estas neuronas parece que en determinadas circunstancias podrían llegar a reproducirse, lo cual abriría una ventana de esperanza en la investigación, pero a nivel celular la sustitución de las neuronas cuando se mueren, en el 99% son terminales, por lo que sustituir una neurona con sus tres mil conexiones es algo que con los conocimientos de hoy en día es algo materialmente imposible. En el futuro, ya veremos

La aplicación a las Neurociencias de las potentes técnicas analíticas de la biología y la genética moleculares, de la microscopía electrónica, de la fluorescencia y de la optogenética, han llevado a establecer que las neuronas no son solo diversas en su morfología y conexiones, sino que poseen una gran especificidad genética, molecular y funcional, lo que les confiere características  propias a cada subtipo neuronal, destacando sus singularidades de disparo y la síntesis y liberación de neurotransmisores químicos diferentes, que activan o inhiben de manera selectiva a otras neuronas.

Las emociones humanas pueden utilizarse en un momento determinado para cosas indebidas, de ahí que el control sea necesario, aunque somos conscientes que es muy complicado. Con la información que se le puede introducir a una persona en el cerebro, de una forma completamente artificial, puede estar viviendo una situación que no la distingue de la auténtica realidad.
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Para una mejor comprensión, nos dejo reflexiones que no por ser cortas en su extensión, dejan de ser profundas en su contenido. Estas son algunas de ellas:                                 
“La figura de Santiago Ramón y Cajal es tan o más importante como las de  Isaac Newton o de Charles Darwin”.
“La interpretación de que la mente es una cosa tangible, tiene la posibilidad de resolver cuestiones con criterios científicos”.
“El advenimiento de la Neurociencia integrativa, ha aportado nuevos datos experimentales sobre el funcionamiento interactivo de grupos neuronales tanto en animales como en el sr humano”.
El gran desafío en la interpretación científica del cerebro que hoy tiene la humanidad, es saber lo que es y como funciona el cerebro y cuales son sus limitaciones”.

“El avance de los conocimientos sobre el sistema nervioso, ha tenido lugar en un plazo de tiempo muy corto”.
“El estudio de las bases moleculares y genéticas del desarrollo temprano y la maduración del cerebro es también esencial para llegar a entender su función y sus patologías”.

“Lo ideal de un cerebro sería que se desarrollase hasta el máximo de sus posibilidades genéticas”.
“En el momento del nacimiento de una persona, ya están establecidos muchos de los esquemas organizativos neuronales y su activación da lugar a imágenes coherentes”.

“El impacto social e individual de las Neurociencias y sus nuevas tecnologías se extiende mucho más allá del terreno estrictamente médico”.
“Si los grandes avances de la Neurociencia, en un momento determinado pueden parecer potencialmente temibles, también invitan al optimismo”.

“El nivel de suicidio en aquellos niños que fueron  maltratados, una vez que llegan a la edad adulta, es tres veces superior  al de los niños que no han sufrido ese trato”.

“La ciencia desde hace tiempo, aunque de una forma lenta, va sustituyendo poco a poco a las religiones”.

“Como investigador desconoce hacia donde vamos, lo que si estamos es empezando a saber donde nos encontramos en estos momentos, que no es poco”.
“Hay mecanismos y manipulaciones hoy en dia  por los cuales podemos modificar el cerebro”.

“La experiencia sensorial en etapas tempranas de la vida remodela las redes neurales, genéticamente establecidas antes del nacimiento”.
“La progresiva pérdida de contactos sinápticos con la edad, está detrás del deterioro de la memoria y de las actividades cognitivas, sensoriales y motoras que acompañan al envejecimiento normal o a  las patologías neurodegenerativas como el Alzheimer”.

“Le preocupa el mal uso que se le pueda dar al avance de la inteligencia artificial, sin embargo todo lo que sea avanzar  en ese terreno es extraordinario por las grandes posibilidades que puede aportar a la ciencia”.

“La resonancia magnética ha sido uno de los grande hallazgos, la cual mide el cambio de consumo de oxigeno expresivo  de la actividad de las neuronas del cerebro”.

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No es el primer científico que nos ha visitado. Todos sin excepción nos aportaron conocimientos cada uno es su especialidad. Hoy el tema sobre el que ha girado la tertulia ha sido una materia tan delicada e interesante como el cerebro. 
Un órgano principal del sistema nervioso central, que se encarga de regular y mantener cada función vital del cuerpo, como de ser el órgano donde reside la mente y la conciencia del individuo. Es el último responsable del pensamiento y movimiento que el cuerpo produce e interpreta la luz, el sonido, el olor y el dolor e interviene directamente en la respiración y liberación de hormonas. Además gran parte de las funciones fisiológicas del cerebro implican recibir información del cuerpo, interpretarla y guiar la respuesta del resto del cuerpo.

Investigar sobre todo esto es un trabajo ímprobo y laborioso,  solo aquellos que se han entregado de una forma constante y como no altruista, han conseguido avances en esta complicada investigación, Carlos Belmonte ha sido uno de ellos.

Gracias por tu generosidad Carlos. Hoy nos has iniciado en un mundo apasionante que hasta ahora nos parecía algo muy distante e incomprensible, y aunque seguimos siendo legos en esta materia, tus  explicaciones a partir de ahora  nos  hará pensar sobre las cosas que un día como hoy tu nos has explicado con tanta precisión y paciencia.
Muchas gracias Carlos. Hasta siempre-
Por: Luis Yáñez.