Fecha: 30 de Noviembre de 2016
Lugar: LA POSADA DE LA VILLA
Cava Baja, 9
M A D R I D
Asistentes:
Benjamín Prado (invitado),
Dolores Delgado, Luís García Montero, Baltasar Garzón, Jacinto Santos,
Cristina Carrillo, Guillermo Llamas, Javier Ruiz de Asín, Leandro Crespo, José
Ignacio Rodrigo, Juan Chaves, Carlos Arribas, Luís Blázquez, Antonio Hernando,
Antonio de la Riva, Javier Bermejo, Jaime Porras, Ana García, Santiago Pedraz,
Fernando Andreu, Gerardo Viada, Miguel Muñoz Calero y Luís Yáñez.
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De las tertulias y
coloquios siempre se aprende algo, y en ocasiones como esta en la que Benjamín Prado fue nuestro invitado y
protagonista, muchísimo más. Su visita
nos ha dejado un gratísimo sabor y además nos ha aportado cosas realmente curiosas e interesantes.
Muchas de ellas de carácter marcadamente instructivas, sobre todo en esa
parcela literaria en la que él es un notable y destacado poeta.
Su presencia ha resultado para todos mucho más
valiosa y sugestiva de lo que en un principio podríamos imaginar. Una sensación que se percibe y se palpa en el
ambiente, cuando un contertulio como el que hoy nos acompañó, alcanza a la hora
de responder a una pregunta o ampliar
una exposición de la trascendencia que
sea, un nivel de atención máximo como el que él consiguió.
Este madrileño de 56
años. Escritor de profesión, pero sobre todo y ante todo poeta. Hoy es realidad
una solvente y acreditada pluma en el mundo de la literatura española. Incluido
y formando parte de esa Generación del 99
en la que figuran ilustres escritores como Vicente Gallego, Amalia Bautista,
Aurora Luque, José Mateos y un largo etcétera de autores que como él nos han ido
dejando lo largo de los años una pátina
de esplendor en nuestras letras.
Benjamín
Prado hace su aparición como escritor en 1986 con un
libro de poesías titulado “Un caso
sencillo”, y hasta el año 2015 que publica “Más que palabras”, nos ha ofrecido 29 obras de claro interés
literario que van desde la poesía hasta la novela, el ensayo, el relato y la
biografía, en cuyos géneros ha dejado la impronta de su preparación y
sensibilidad.
Como premio a su trayectoria ha sido distinguido con importantes
galardones nacionales e internacionales; pero si yo particularmente tuviera que citar y destacar uno, sería el “Premio Internacional Generación del 27” por
lo que nos evoca del recuerdo de escritores como Lorca, Alberti, Cernuda,
Guillén, Aleixandre, etc. que en su momento renovaron el panorama cultural
español.
Fue muy generoso a la
hora de narrar muchas de sus vivencias. Abundó en detalles que para nosotros
nos resultaron muy sugerentes. Cuando pormenorizó en los relatos en los que expuso algunos de los momentos
vividos con personajes que antaño fueron y hoy son de notable interés social,
fue de lo más lúcido y brillante. Pese a su juventud, tiene un gran currículo de
experiencias, y lo mejor de todo es que su memoria prodigiosa y su verbo fluido
hacen que su descripción resulte de lo más cautivadora.
Bebió en las fuentes
generosas y sabias de Rafael Alberti,
del cual fue compañero en sus últimos años y sobre todo su amigo.
Curiosamente su relación con él se inicia de una forma casual.
Un día lo
abordó en un bar de un pueblo de la
periferia de Madrid, donde circunstancialmente se hallaba el poeta. Fue como un
flash. Alberti ya con más de 80 años
sintonizó con un joven de escasos 20 años, cosa que no era nada fácil dado el
carácter complejo y difícil del maestro.
Algo debió ver el genio cuando le brindó su amistad de una forma incondicional
y desde ese instante se convirtieran en
camaradas inseparables. Fueron años de una profunda relación en los que sin duda alguna Benjamín Prado se impregnó de esa sensibilidad artística de la que era poseedor el poeta gaditano. Difícilmente se podría tener un maestro mejor. A veces la casualidad que casi siempre es veleidosa, brinda una oportunidad como la que tuvo Benjamín Prado.
Estoy convencido que durante toda su vida bendecirá aquel día en que fortuitamente entró en aquella cafetería, aunque justo es decirlo, también hay que poner en valor el descaro que tuvo Benjamín para abordar a Rafael Alberti sin conocerlo de nada.
Su trato con Joaquín
Sabina sobrepasa el terreno profesional, son íntimos amigos. Se conocieron en
los años de la “movida madrileña” y
con el paso del tiempo su relación y sus lazos de amistad se han ido fortaleciendo de una forma más
entrañable.
Han vivido momentos de gran intensidad siempre girando en torno al
terreno literario y al profesional que prácticamente viene a ser lo mismo. Se
fueron a Praga a grabar un disco y en Ávila se batieron verso a verso en un
evento que organizó la Fundación Caja de Ávila en Noviembre del año 2014. Hoy
colabora codo a codo con él en las letras de su nuevo disco, (500 noches para una crisis), que saldrá al mercado en la primavera de 2017.
Una prueba de la
admiración que Benjamín Prado siente por la poesía de Joaquín Sabina queda
reflejada en una nota publicada en la que deja muy claro su reconocimiento:
“Se
escribe peleando cada verso, cada coma, cada rima, siendo capaz de de estar
hasta las seis de la mañana buscando una palabra. Esto es bonito, ver como una
persona como Joaquín Sabina no ha querido dar un paso hacia un sitio en que ya
hubiera estado. No creo que mucha gente pueda tener tanta fe en la poesía como
él”.
Que fue un acierto
haber invitado a Benjamín Prado a nuestro Foro, no me cabe la menor duda, es
más, diría que ha sido una gratísima sorpresa haber conocido a un poeta de su
categoría y sobre todo a una persona de una extraordinaria condición humana
como la suya.
Progresista donde los haya, algo que rezuma en su forma de ser,
una tendencia que siempre será una vitola
de presentación que define la bonhomía de un ciudadano como él.
Que hemos de
felicitarnos, por supuesto. Contar con contertulios de este porte, engrandecen
y prestigian este Foro.
Puedo asegurar que la visita de Benjamín Prado, según
el sentir de la totalidad, ha sido uno
de los invitados que más hondo han calado en el ambiente tertuliano de esta
Jaula de Gatos, que tantos y tantos años lleva trayendo a su escaparate
personas de gran talla y enjundia que siempre han dejado y aportado cosas de interés social.
Hasta siempre
Benjamín, esta será desde hoy tu casa. Tu presencia será siempre bien recibida.
Ha sido un honor y un placer haberte conocido.
Gracias, muchas
gracias.
Por: Luís Yáñez.