Fecha: 18 de Octubre de 2016
Lugar: La Posada de la Villa
Cava Baja, 9
M A D R I D
Asistentes: Almudena Grandes (invitada), Tamara Muñoz Calero, María Blasco, Marta Albella, Ana García, Marta Robles, Carmen Posadas, Silvia Hernández, María Carrillo, Leandro Crespo, Jacinto Santos, Mariano Fernández Bermejo, Agustín Ruiz, Julio Rodríguez, Jaime Porras, Ramón Cervera, Antonio Hernando, Santiago Pedraz, Alberto Sánchez Horneros, Javier Bermejo, Antonio de la Riva, Alejandro Martínez, Gerardo Viada, Miguel Muñoz Calero y Luís Yáñez.
No me equivoco
nada si digo que Almudena Grandes es una de las novelistas españolas más
importantes del siglo XXI, si, si, como suena, de lo que va de siglo. En mi
opinión, si tuviera que completar una lista de escritoras de los últimos 20
años, Almudena Grandes estaría en el top ten de los mejores. Su trayectoria ahí
está, reconocida y admirada por todos. Con la enorme ventaja y la posibilidad
de que todavía no ha llegado al cenit de su producción literaria, lo que nos
lleva al convencimiento que la gran mayoría de sus grandes éxitos están todavía
por llegar. De un escritora de este porte solo se puede esperar la excelencia y
esa meta Almudena Grandes ha demostrado sobradamente que puede alcanzarla,
aunque yo creo que en buena parte ya la ha conseguido. Cuando una escritora es
traducida a más de 20 idiomas es que algo tiene, no es por casualidad.
Siempre que ha
sido invitada a un auditorio o tertulia prefiere que le formulen preguntas y
ella dar respuesta en base a su opinión y ceñida al tema en cuestión. No es que
no pueda disertar de muchas cosas relacionadas con su profesión de escritora o
incluso de otros temas cualquiera, lo que ella cree es que con las preguntas
sabríamos que materias pudieran interesar más a los contertulios.
Respecto a la
escritura femenina o masculina hay un punto de partida que conviene establecer.
Escribir es mirar al mundo y contar lo que cada uno ve. Cada escritor mira su
entorno y ofrece una versión determinada en base a los atributos que configuran
su personalidad, y al género, que también sin lugar a dudas es uno de ellos.
Cree que los
hombres y las mujeres son básicamente iguales, pero es verdad que hay algunos
aspectos del mundo que no tienen el mismo peso, si los mira un hombre o una
mujer. En ese sentido la escritura tiene
género, el problema es que cree que el género no basta para dividir la
literatura en dos mitades; de hecho cree que el mundo de un hombre rico y el
mundo de una mujer rica, se parecen mucho más que el mundo de un hombre pobre,
o sea que la literatura se podría clasificar en infinitas categorías, en
función de los atributos del autor. Podría haber una escritura de hombres y de
mujeres y también de ricos y de pobres,
de blancos y de negros, de americanos y de europeos, en fin por poder podría
haber un sinfín de escrituras. Tampoco es lo mismo cuando el mundo lo mira un
hijo único que cuando lo mira el tercero de una familia se siete hermanos, y en
se sentido cree que puede hablar de literatura femenina igual que se puede
hablar de muchas otras categorías literarias. A ella no le importaría que la
clasificaran como literatura femenina si existiera la literatura masculina.
El problema es que la literatura masculina no existe porque se entiende que la literatura universal de todos los tiempos es masculina y entonces la literatura femenina fue como un subgénero un tanto marginal. Y en ese sentido aunque a ella esto no la saque de quicio o la enfurezca, porque no da para ello, pero si es verdad que se resiste a considerar que existe una literatura femenina.
El problema es que la literatura masculina no existe porque se entiende que la literatura universal de todos los tiempos es masculina y entonces la literatura femenina fue como un subgénero un tanto marginal. Y en ese sentido aunque a ella esto no la saque de quicio o la enfurezca, porque no da para ello, pero si es verdad que se resiste a considerar que existe una literatura femenina.
Está
convencida que todos los novelistas occidentales han crecido bajo la sombra y
la influencia de Gustave Flaubert, su obra Madame Bovary marcó un antes y un
después en la novela literaria.
Es posible que
las mujeres tengan una pequeña ventaja con respecto a los hombres. Los hombres
siempre han pertenecido al ámbito público y las mujeres siempre se han
desarrollado en el ámbito privado, y en el momento que la mujer intenta romper
esa visión y encasillamiento sexual del trabajo y aspira también al ámbito privado, las mujeres tienen un pie
en cada mundo, en cambio los hombres cuyo ámbito natural es el público, no
tienen mucho interés en extender su influencia al ámbito privado, algo que ella
comprende muy bien ya que le parece un rasgo de inteligencia, es más cree que los
hombres de su generación han roto esta división con los niños y se han acercado
más a esa vida diaria. Las mujeres pueden tener una visión más periscópica del
mundo porque sin abandonar el ámbito de lo privado han salido al ámbito de lo
público, mientras que los hombres se resisten a abandonar lo público en
dirección a lo privado.
En las
editoriales los departamentos de marketing mandan más que los propios editores;
aquellos son los que tienen la última palabra, y teniendo en cuenta que los
lectores de ficción son mayoritariamente mujeres, muchas veces se producen
fenómenos incomprensibles, como por ejemplo “Cincuenta
sombras de Grey” que es un auténtico
fenómeno de marketing; o pensar que un premio grande del Grupo Planeta se va a
vender más si el autor es un hombre o una mujer. En este tipo de operaciones se
baraja siempre lo que es más conveniente para la editorial y en función de ello
se decide.
En la
actualidad en la carrera literaria hay tres grandes momentos. Un momento
inicial en el que en algunos ámbitos las mujeres pueden tener más ventajas que
los hombres; porque quedan mejor, porque los medios de comunicación les hacen
más caso o por otras muchas razones.
De todas formas cree que hay otro momento intermedio en el que por ejemplo ella está en este momento donde tiene la sensación que sus libros salen a partirse la cara con los libros de los demás, en los escaparates y en los anaqueles de las librerías, aunque después sea el público el que decida. Y hay un tercer momento que es el culminante en la vida de un escritor, la carrera de los honores, los premios, las distinciones y las academias, que en definitiva es lo que le da a uno el reconocimiento del gran público.
De todas formas cree que hay otro momento intermedio en el que por ejemplo ella está en este momento donde tiene la sensación que sus libros salen a partirse la cara con los libros de los demás, en los escaparates y en los anaqueles de las librerías, aunque después sea el público el que decida. Y hay un tercer momento que es el culminante en la vida de un escritor, la carrera de los honores, los premios, las distinciones y las academias, que en definitiva es lo que le da a uno el reconocimiento del gran público.
Ella siempre
ha apostado por la calidad, cree que el camino es el de la excelencia y no el
de la cantidad. Un escritor podrá pasar a la historia por haber escrito
únicamente una buena obra, sin embargo quedará en el ostracismo si ha escrito
mucho y nada bueno.
En la
actualidad hay un montón de escritores muy valiosos en España y en el mundo que
pasan desapercibidos; son razones de puro marketing.
Es ingenuo
vincular el Premio Nobel de Literatura con la literatura. Hace ya muchos años
que el Nobel de Literatura es una auténtica lotería, como todos los premios que
dependen de un jurado.
El Nobel de Literatura no es una jurisdicción universal, todo el mundo opina que tiene derecho a protestar, pues no es así puesto que el Nobel de Literatura lo dan unos señores que son miembros de la Academia sueca que se reúnen y a partir de ahí aciertan o se equivocan exactamente igual que el resto de los jurados que adjudican otros premios.
El Nobel de Literatura no es una jurisdicción universal, todo el mundo opina que tiene derecho a protestar, pues no es así puesto que el Nobel de Literatura lo dan unos señores que son miembros de la Academia sueca que se reúnen y a partir de ahí aciertan o se equivocan exactamente igual que el resto de los jurados que adjudican otros premios.
En relación a
que este año le hayan dado el Premio Nobel de Literatura a Bob Dylan, le parece
una estupidez, aunque como ha dicho antes, no tenemos derecho a reprocharle
nada al jurado de la Academia sueca y sin embargo piensa que Bob Dylan como
Nobel de Literatura no le interesa absolutamente nada.
El Premio Nobel no es una contraseña de calidad literaria, ni funciona como una garantía de nada. Es cierto que lo largo de la historia ha habido premios Nobel tan raros o más que el de Bob Dylan, por ejemplo el de José Echegaray, que lo ganó en 1904 porque la carcundia española de entonces convenció a la Academia sueca de que Benito Pérez Galdós no podía ganar el Nobel por su condición de republicano y socialista, cuando era el verdadero candidato y merecedor del premio.
El Premio Nobel no es una contraseña de calidad literaria, ni funciona como una garantía de nada. Es cierto que lo largo de la historia ha habido premios Nobel tan raros o más que el de Bob Dylan, por ejemplo el de José Echegaray, que lo ganó en 1904 porque la carcundia española de entonces convenció a la Academia sueca de que Benito Pérez Galdós no podía ganar el Nobel por su condición de republicano y socialista, cuando era el verdadero candidato y merecedor del premio.
El mayor
premio al que puede aspirar un escritor es a tener lectores. Una de las mayores
satisfacciones, sino la mayor, que puede
tener un novelista es que un día alguien le diga que el haber leído un libro
suyo le ha cambiado la vida.
No se escribe
desde la nada. La literatura es una tradición. Los escritores escribimos porque
alguien ha escrito antes que nosotros, y nosotros lo hacemos para que alguien
lo haga después de nosotros. Desde la perspectiva de un lector, un libro que ha
gustado mucho te cambia la vida; no eres exactamente la misma persona antes de
leerlo que después de leerlo.
Almudena
Grandes tiene una forma de escribir, que es la suya, que no quiere decir que
sea la mejor. Cada escritor encuentra su manera de hacerlo, y no hay un sistema
que sea el ideal para todos. Lo que si es cierto es que su sistema le permite
escribir novelas largas y complicadas y es el que utiliza desde 1997.
Al principio
de su carrera escribía un poco a lo loco. Siempre ha tenido el principio de sus
novelas muy claro, y procuraba saber donde quería ir a parar el final de las
mismas. Se lanzaba a escribir sin brújula, como hoy dicen algunos, de tal forma
que sus novelas acababan yendo por donde a ellas les daba la gana.
A partir del año 1997 le pasaron dos cosas simultáneamente que marcaron su rumbo, por un lado tuvo una hija a la que quería criar hasta que tuviera dos años y medio, y en aquel tiempo acabé una novela, (Atlas de la geografía humana), que era su cuarta novela, y se da cuenta que era la última novela de un ciclo, porque todo lo que había escrito hasta entonces era sobre el mismo tema; cuatro novelas sobre chicas de la movida, en las que contaba los conflictos de identidad de las mujeres y de los hombres de su generación, desde todos los puntos de vista posibles, empezando por los sexuales, los familiares, los sentimentales,
llegando incluso hasta los laborales, que era como decir lo más exterior, y entonces se da cuenta que cuando acabe esa novela se va a quedar sin tema, que no iba tener más que escribir, que se le agotaba el filón, cosa que la angustió mucho. Con las dificultades propias de criar a su hija se le ocurrió empezar una novela, teniendo para ello que escribir en un cuaderno donde y como buenamente podía, en el parque, por las noches, en los ratos muertos y así descubrió una manera de escribir mucho mejor que la que tenía. Ahora cuando tiene la idea de una novela hace lo mismo que hizo por casualidad en aquel momento. Primero escribe el argumento para ella, con adjetivos y con adverbios, porque ha descubierto que si la escritura no se cuida no vale para nada lo que uno haga. Posteriormente trabaja los personajes por separado, o sea, escribe como la novela de cada personaje, luego hace una cronología para ver si los personajes encajan entre sí, porque ella tiende a escribir novelas que tienen más de un eje y que alternan puntos de vista diferentes. A partir de ese momento empieza a trabajar la estructura de la novela que es lo más importante y fundamental de la misma.
A partir del año 1997 le pasaron dos cosas simultáneamente que marcaron su rumbo, por un lado tuvo una hija a la que quería criar hasta que tuviera dos años y medio, y en aquel tiempo acabé una novela, (Atlas de la geografía humana), que era su cuarta novela, y se da cuenta que era la última novela de un ciclo, porque todo lo que había escrito hasta entonces era sobre el mismo tema; cuatro novelas sobre chicas de la movida, en las que contaba los conflictos de identidad de las mujeres y de los hombres de su generación, desde todos los puntos de vista posibles, empezando por los sexuales, los familiares, los sentimentales,
llegando incluso hasta los laborales, que era como decir lo más exterior, y entonces se da cuenta que cuando acabe esa novela se va a quedar sin tema, que no iba tener más que escribir, que se le agotaba el filón, cosa que la angustió mucho. Con las dificultades propias de criar a su hija se le ocurrió empezar una novela, teniendo para ello que escribir en un cuaderno donde y como buenamente podía, en el parque, por las noches, en los ratos muertos y así descubrió una manera de escribir mucho mejor que la que tenía. Ahora cuando tiene la idea de una novela hace lo mismo que hizo por casualidad en aquel momento. Primero escribe el argumento para ella, con adjetivos y con adverbios, porque ha descubierto que si la escritura no se cuida no vale para nada lo que uno haga. Posteriormente trabaja los personajes por separado, o sea, escribe como la novela de cada personaje, luego hace una cronología para ver si los personajes encajan entre sí, porque ella tiende a escribir novelas que tienen más de un eje y que alternan puntos de vista diferentes. A partir de ese momento empieza a trabajar la estructura de la novela que es lo más importante y fundamental de la misma.
La estructura
tiene un valor expresivo fundamental, puesto que es la herramienta que tiene el
escritor para decidir que cosas sabe el personaje antes que el lector.
En la cultura
occidental la sexualidad ha sido muy antropocéntrica. El erotismo era como una
cuestión masculina. La sexualidad correspondía a los hombres y la incorporación
de las mujeres a la sexualidad activa lo
que trajo fue un paradigma nuevo y distinto. En la década de los 80 del pasado
siglo, cuando una mujer escribía erotismo había una gran diferencia entre la
posición mental e intelectual de las mujeres y la de los hombres. Los hombres
cuando escribían literatura erótica era como si lo hicieran por vicio,
como una cosa manierista de seguir rizando el rizo, de las grandes obras que existían y de las que ellos eran depositarios. Novelas como “Las edades de Lulú” y otras de aquella época escritas por mujeres sobre el tema erótico tenían una carga ideológica y política muy fuerte; que apostaban no porque las mujeres fueran dueñas de sus cuerpos, que eso se daba por descontado, sino porque las mujeres fueran dueñas de sus propias perversiones, y eso en aquella época había muchos hombres a los que este fenómeno no se les había pasado por la cabeza.
como una cosa manierista de seguir rizando el rizo, de las grandes obras que existían y de las que ellos eran depositarios. Novelas como “Las edades de Lulú” y otras de aquella época escritas por mujeres sobre el tema erótico tenían una carga ideológica y política muy fuerte; que apostaban no porque las mujeres fueran dueñas de sus cuerpos, que eso se daba por descontado, sino porque las mujeres fueran dueñas de sus propias perversiones, y eso en aquella época había muchos hombres a los que este fenómeno no se les había pasado por la cabeza.
Cuando ella
empezó a escribir se hablaba del motín de los personajes en una novela, lo cual
no era más que el fruto de la inexperiencia de los primeros años, que crees que
lo sabes todo y no sabes nada. Ahora desde hace 20 años, no se le amotina
nadie, sus personajes hacen lo que dice ella, y cuando cambia de opinión por
alguna razón documentada, rectifica sin problema alguno, pero sin motines de ningún
tipo.
Hay escritores
admirables como Gabriel García Márquez lleno de originalidad y muy
significativo por lo que ha aportado a la literatura y al idioma, sin embargo
en los últimos años se reiteraba mucho. Para ella una de las cosas admirables
de Mario Vargas Llosa, al que considera un escritor extraordinario, es que con
los años jamás ha perdido el gusto por el riesgo y se la ha jugado en cada
novela que ha escrito. Cada novela suya era nueva y una apuesta distinta a lo
que había escrito antes. Por ejemplo García Márquez con una novela como “Crónica de una muerte anunciada” ha hecho más por la innovación de la
literatura que muchos autores a lo largo de toda su vida, pero a partir de un
momento determinado da la sensación que se había cansado de escribir y por ello
cree que se repite bastante.
Respecto a las
adaptaciones cinematográficas de lo único que se fía y le importa son las
relaciones personales, o sea que si el director le cae bien y le parece bien lo
que dice, está dispuesta a implicarse y colaborar, pero bien entendido que
nunca va a escribir un guión cinematográfico, porque ella no es guionista, es
novelista y no le interesa aprender otro oficio, ni trabajar en equipo.
A través de la
lectura se volvió de izquierdas, y el punto de inflexión fue el día que un amigo
suyo militante del Partido Comunista de España le dio a leer “La madre” de Máximo Gorki; ese libro fue posiblemente el
más determinante para que su ideología se decantase hacia la izquierda.
Uno de los
libros más importantes que ha leído en su vida, fue una versión de La Odisea contada en prosa para niños, que le regaló su abuelo cuando
hizo la primera comunión. Su abuelo Manolo que era un librepensador, fue un auténtico
lujo en su vida tener un abuelo así; era la única persona que a su corta edad
le escuchaba. El me formulaba una pregunta del tema que fuera y ella le daba su
opinión y eso para ella era algo realmente extraordinario, que una persona
mayor le hiciese caso y tuviera en cuenta su opinión. Está convencida que
muchas cosas de su vida arrancan de la relación tan intensa que tuvo con su
abuelo.
Cuando empezó
esta última crisis ella escribía dos columnas semanales. La función del
columnista en un periódico acaba obligándole a fabricar teorías sobre la
realidad. Los columnistas no tienen porque informar, para eso están los
periodistas, tampoco tienen porque analizar, para eso están los analistas que
tienen técnicas específicas para analizar la información. De un columnista se
espera una mirada oblicua sobre la realidad, un ángulo original y una conexión
inesperada que permita contar la realidad de otra manera, entonces a la larga
esa posición de tener que encontrar una interpretación personal de la realidad
semana a semana, te acaba obligando a elaborar algo así como una teoría de la
realidad.
La crisis que
llevamos arrastrando y sufriendo estos últimos años, desde el punto de vista de
mi abuelo, seguro que sería un mero contratiempo. Contaba su padre que sus abuelos
cuando tenían aproximadamente 50 años, decidieron comprar un piso. Tenían
ahorrado el 60%, pese a ello la intranquilidad de saber que tenían que depender
de un banco para financiar el 40% restante les tuvo sin dormir varios días, no
porque no fueran capaces de afrontar la deuda, sino por el miedo que le tenían
al banco como entidad crediticia. Nuestros abuelos tenían una riqueza que
nosotros ya no tenemos, una fortaleza que como dicen ahora los economistas se ha perdido, y es la cultura de la pobreza.
Durante muchos años en España los hijos heredaban de su padres la pobreza, pero
heredaban también una manera de vivir la pobreza con dignidad. En un país donde
ser pobre no era humillante, ni vergonzoso, porque la pobreza era el sentido de
la vida, contra la lucha de una situación difícil, y esa lucha no excluía la
alegría, la ilusión, la felicidad y ni siquiera la intensidad de la propia vida
ya que el entorno y el futuro eran igual para todos.
En ese sentido
vistas las cosas desde la situación actual, cree que la recuperación de esa
cultura y esa referencia sería lo único que nos ayudaría a salir victoriosos de
una situación de crisis como esta. Hemos perdido los vínculos con nuestra
propia cultura.
No hace tantos
años nos decían que como sociedad habíamos alcanzado una situación de
estabilidad de la cual ya no saldríamos nunca, y entonces valores como el
sacrificio, el esfuerzo o como la austeridad se fueron perdiendo, y ahora nos
encontramos en la fase que actualmente
estamos. Como siempre las circunstancias de esta crisis no fueron motivadas por
las clases más desprotegidas, pero las consecuencias más dramáticas las han
sufrido estas.
Su último
libro “Los besos en el pan”, le
gustaría que se leyera como un retrato de la crisis actual, pero también como
una reivindicación de la cultura de la pobreza, porque está convencida que lo
único que nos sacará de la crisis es la recuperación de la conciencia, que se
puede ser pobre con dignidad, y ese movimiento lo tienen que llevar a cabo los
ciudadanos por sí mismos, nadie más.
***************************************
Y entre otras
muchas cosas nos dejó estas reflexiones:
“Escribir es mirar al mundo y contar lo que uno
ve”.
“La sexualidad de las mujeres es mucho más rica y
superior a la de los hombres”.
“Todos los escritores antes de serlo han sido
lectores. Es imposible escribir si no has leído”.
“La literatura tiene siempre un principio de
ajuste de cuentas con la realidad”.
“Con la madurez literaria lo que se adquiere es
seguridad, que es lo que le da uno el
control”.
“Para un escritor es mucho mejor el silencio, que
repetirse”.
“En los últimos 25 años en España solo ha habido
un principio: Felicidad igual a consumo”.
****************************************
Nuestro
objetivo desde que iniciamos nuestra andadura a comienzos del año 2011 ha sido
engrandecer y prestigiar este Foro, y creo que lo hemos conseguido; personas
como Almudena Grandes y otros 56 invitados más que nos han visitado han dejado su sello de identidad, su estilo y su sabiduría haciendo posible que
nuestra intención inicial hoy sea una auténtica realidad.
Supo estar en
todo momento como lo que es, una gran señora. No eludió ni una sola respuesta a
todas y cada una de las preguntas que le formularon, respondió si cabe, como no
podía ser de otra manera, con más generosidad de lo que pudiéramos considerar normal.
Gracias
Almudena por tu gentileza y tu amabilidad. Las puertas de este Foro están
abiertas de par en par para cuando quieras visitarnos, lo sabes y para nosotros
será un honor recibirte.
Hasta siempre
Almudena, muchas gracias.
Por: Luis Yáñez
39 comentarios:
¡¡Guau!!, Almudena Grandes en vuestro Foro. Hay que felicitaros por traer a este espacio a personas de tanto interés literario como este caso. Soy un lector de casi todo o que se publica de escritores españoles; es lo que realmente me interesa, y considero a vuestra invitada (Almudena Grandes), como una de las mejores plumas del momento en nuestro país. Como novelista me atrevería a asegurar que es la número uno. ¡Ah! quiero deciros que soy un seguidor de vuestro foro desde que iniciasteis la andadura hace 5 o 6 años, y cada vez os esmeráis más en seleccionar vuestros invitados. Enhorabuena. Arsenio Alberca. Valencia.
Totalmente de acuerdo con Almudena Grandes en lo que manifiesta sobre la cultura de la pobreza. Yo que he nacido en un pueblo a finales de a década de los 40 del pasado siglo, recuerdo la escasez de casi todo que por aquel tiempo había en mi casa. Con poco, a la fuerza, nos arreglábamos, pero la sensación que percibía era de autentica felicidad. Mis padres, mis hermanos y una tía que vivía con nosotros estábamos riéndonos constantemente, nos alegrábamos del bien ajeno, no teníamos envidia de los vecinos, todo lo contrario, nos alegrábamos de que las cosas le fueran bien. Eramos pobres, vivíamos de lo poco que ganaba mi padre trabajando en el campo, pero teníamos dignidad y no renegábamos de nuestra condición de pobres; claro que los había mas que nosotros, pero era muy común en aquellos días aquella situación. Que les voy a decir a los que como yo vivieron aquellos tiempos. Me ha gustado mucho lo que habéis escrito de la tertulia con Almudena Grandes a la que considero una escritora maravillosa. Eustaquio González. León.
Creo que ha dado en el clavo en lo referente a la literatura. Es firme en sus convicciones cuando dice que la literatura o es buena o mala, que no tiene nada que ver con si es femenina o masculina, esos encasillamientos no van con ella, acertada como siempre. Estoy completamente de acuerdo con su criterio y opinión, la literatura o es buena o mala, lo demás son ganas de polemizar. Admirable Almudena Grandes. Gerardo Bueno. Madrid.
De acuerdo con lo que dice Almudena Grandes, no se puede ser un escritor sin ser un ávido lector, es más estoy convencido que la calidad de un escritor está en relación directa con lo que lea; si lee poco será un escritor mediocre, si lee mucho cabe la posibilidad, en un alto porcentaje, que sea un buen escritor; que sea después un extraordinario escritor, ya entran en juego otros condicionantes, sensibilidad, gusto, percepción, olfato, etc. etc.. José Antonio Caño. Zaragoza.
He leído su último libro, LOS BESOS EN EL PAN, y tengo que decir que como todo lo que ha escrito Almudena Grandes, me parece una obra extraordinaria. Hay pasajes de momentos de esa novela en los que identifico unos tiempos que yo viví. Vaya desde aquí mi felicitación a esta magnifica escritora y de paso a vuestro foro por llevar a un personaje de tanta categoría como ella. Luis M. Casado. Madrid.
De acuerdo con Almudena Grandes, no hay una literatura masculina o femenina, hay literatura buena o mala, sea escrita por hombres o por mujeres. Lo que es malo lo será siempre y lo que es bueno, sea de quien sea, será bueno. Javier Méndez. Avila
Me he llevado una muy grata sorpresa ver a una escritora de la categoría de Almudena Grandes en este Foro al que considero de lo poco aceptable que circula por las redes sociales. Felicidades a todos por esta gran iniciativa. Pedro Montalvo. Guadalajara.
La última novela de Almudena Grandes, "LOS BESOS EN EL PAN", me parece una obra de literatura de lo más importante que se ha editado en España en los últimos años. Es un verdadero lujo tener una escritora de la talla de Almudena Grandes en nuestro país; creo que no se le hace justicia a sus merecimientos. Soy un ferviente admirador y lector de su obra, y no me ciega la admiración para reconocer su enorme categoría. Juan Pelayo. Madrid.
Estoy totalmente de acuerdo con Doña Almudena Grandes, que lo peor que le puede pasar a un escritor es la artrosis mental. Mas entre periodista y en no pocos escritores este mal está bastante difundido. Hay muchos de ellos que le dan cozes al diccionario y lo que es peor tienen mucha cancha en los distintos medios para flagelarnos con sus escritos. Habría que hacer una barrida de estos plumiferos de tres al cuarto. Teófilo García. Madrid.
La polémica que ha desatado la adjudicación del Premio Nobel de Literatura a Bob Gylan es de lo más variada. Hay mucha gente que aplaude la decisión de la Academia sueca por haberselo dado, pero también hay otra mucha como el caso de Almudena Grandes, lo cual comparte 100%, que me parece una auténtica estupidez. Es como si a Bryce Echenique, que creo que canta muy bien los boleros, le dieran el Grammy de Oro por su calidad melódica; una auténtica gilipollez. Nemesio Arriba. Logroño.
Dice Almudena Grandes que a través de la lectura se volvió de izquierdas. Es posible, según a que autores leyera, puesto que si hubiera leido a otros de tendencias reaccionarias dificilmente podría tener una ideología de izquierdas. O por lo menos así lo0 creo yo. Jorge Aldán. Vigo.
NO me duelen prendas en decirlo: Creo que Almudena Grandes pasará a la historia de nuestro país como una de las mejores novelistas del siglo XXI. Soy un ferviente admirador de su obra. Leo todo lo que publica así como artículos en el diario El País. Mi felicitación a vuestro Foro, por traer a una persona de tal categoría. Carlos Antón. Oviedo.
He entrado por primera vez en esta página por recomendación de un amigo, y la verdad es que me ha resultado muy interesante, por los personajes que habéis traído desde hace unos cuantos años. Entre todos ellos me ha llamado a atención Almudena Grandes, a la que considero una de las mejores plumas españolas de los últimos años. No me ha dado tiempo de leer todos los resúmenes, pero lo haré, y con vuestro permiso os enviaré muis comentarios. Felicidades. Juan C. Araujo. Madrid.
Soy un verdadero admirador de Almudena Grandes. Creo que actualmente si no es la mejor novelista española, si está entre las tres mejores. Sus novelas nunca pasan desapercibidas ante al gran público, que las recibe con verdadero interés, ya que siempre nos aportan algo nuevo y distinto, prueba inequívoca de su gran talla de escritora. Camilo Setién. Santander.
Cierto que los premios, los honores y las distinciones son el reflejo de la aceptación del gran público de todo escritor. En el caso de Almudena Grandes, no hay mejor homenaje que su categoría como escritora, que nadie discute. En mi opinión hoy es sino la mejor una de las plumas más certeras y contrastadas de la literatura española contemporánea. Sus obras son esperadas por los que la seguimos desde sus inicios, con verdadero interés. Eso es lo que le da categoría a un escritor que haya muchos seguidores que esperen con impaciencia su producción literaria. Anselmo Fernández. Madrid.
Yo que sobrepaso los ochenta años, no mucho, pero si los sobrepaso, coincido plenamente con Almudena Grandes a la hora de hablar de esta crisis que estamos sufriendo desde hace 8 o 9 años. Nuestros padres y no te digo nada de nuestros abuelos, si vivieran esta crisis les parecería una soberana tontería, unas nubecillas sin mayor importancia. Ellos vivían en una permanente crisis, donde comer a diario era una bendición algo así como un milagro, sin esperar que al día siguiente hubiese lo mismo; y no es porque no trabajaran, lo hacían de sol a sol. Nos quejamos mas de la cuenta, aunque es justo decirlo, lo que la sociedad no puede permitir es que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres sean cada vez mas pobres, eso no es justo y contra eso es el Estado el que tiene que luchar, lo que no se es i yo llegaré a verlo. Agur. Iñigo Olarra. Donosti.
Coincido con Almudena Grandes en que no hay una literatura masculina y otra femenina, lo que si hay es una literatura buena y otra mala, sea de hombres o de mujeres, lo demás son milongas de aquellos que quieren inventar lo que ya está inventado. El buen escritor sea hombre o mujer, se le valorará como se merece, y al malo no se le tendrá en cuenta, y no hay mas que hablar de este asunto. Manuel Jiménez. Segovia.
Es cierto que hace años los hombres literariamente estaban inmersos mas en el sector público, mientras las mujeres pertenecían al sector privado. Hoy creo que las cosas ya no son así. Por poner un ejemplo Almudena Grandes puede pertenecer a lo publico y a lo privado, precisamente por su condición de buenísima escritora, y eso es lo que hoy en día interesa, lo demás no cuenta. Arturo Moreno. Guadalajara.
Me he llevado una grata sorpresa ver a Almudena Grandes en vuestro Foro. Una escritora como ella, para mi sin duda, una de las mejores plumas del momento actual español, siempre es interesante ver lo que dice y escribe. Soy un ferviente seguidor y lector de esta escritora, que en mi opinión no tiene todos los premios que se merece. ¿Cual es la próxima novela?. Juan Luis Otero. Madrid.
Grande Almudena, grande escritora. Un verdadero lujo de las letras españolas. Sin espíritu chauvinista Almudena Grandes es una de las mejores escritores del momento actual, no solo en España, sino a nivel mundial. Es un orgullo para todos los españoles que amamos la literatura. Gabriel Mora. Madrid.
Hace una semana en el programa de La Sexta, la intervención de Almudena Grandes, aparte de realizar la presentación de su nueva novela, estuvo sembrada al hacer el análisis de la situación política del problema catalán. Una mente clara, que dice verdades como puños. Mi más cordial enhorabuena. Javier Méndez. Teruel.
Aparte de ser un gran admirador de la obra de Almudena Grandes, que lo soy, creo que con ella se comete una gran injusticia al igual que en su día se cometió con Paco Umbral. Almudena Grandes por su categoría literaria, por su magnífica obra, se merece cuando menos todos los premios nacionales e incluso muchos internacionales. Y no excluyo el Nobel, para el cual en mi opinión debiera ser postulada, por supuesto con más derecho que Bob Dylan, que como músico y compositor nadie lo discute, pero como premio Nobel de literatura, me parece un tanto exagerado. Esperemos que se haga justicia con Almudena Grandes. Alvaro Hinojosa. Madrid.
Toralmente de acuerdo con Alvaro Hinojosa de Madrid, pero yo voy a más; ¡¡que le hayan dado el premio Nobel de Literatura a Bob Dylan y no se lo hayan dado a Almudena Grandes, me parece cuando menos una injusticia sin nombre!!. Me da la impresión que la mayoría de los premios, tanto nacionales como extranjeros, se dan a golpe de influencias, porque si no, es inexplicable. Además creo que los jurados no leen ni las obras de los postulados, leen solamente aquellas que previamente ya saben que van a ser los ganadores, sino no se explican las tropelías que cometen los miembros de dichos jurados. Alberto San Román. Zamora.
Extraordinaria, así doy en calificar la última novela de Almudena Grandes; (LOS PACIENTES DEL DOCTOR GARCIA). Creo que es dentro del conjunto literario español, sino la más importante novelista, si está entre las tres primeras. Su obra, la cual creo que leído una buena parte de ella, pone de manifiesto su talla como escritora. Los que te seguimos además de leer tus obras, todos los lunes nos empapamos con tu columna del diario El País, que siempre pone el acento en la diana de la actualidad. Almudena, gracias por tus obras, resultan muy gratificantes. Arnaldo Diéguez. Madrid.
Comparto totalmente el calificativo que hace Arnaldo Diéguez de la última novela de Almudena Grandes, "Los pacientes del Dr. García". Una obra muy interesante y perfectamente estructurada, siendo como es un libro de más de 750 páginas, resulta de lo más amena, tal es así que desde que uno inicia su lectura queda totalmente enganchado en ella. Recomendable a todos los lectores. Vicente Vidal. Huelva.
Resulta de lo más paradójico e incluso diría que rarísimo, que una escritora de la talla de Almudena Grandes no haya obtenido ni el premio Planeta, ni el Nacional de las Letras Hispánicas, ni el Cervantes. Desde 1962 que fue instaurado este premio Planeta y del que resultó primer ganador J. José Mira, ni el Premio Cervantes (Nobel de las letras castellanas), que se instituyó en 1974 siendo justo ganador Jorge Guillén, ni el Premio Nacional de las Letras Hispánicas que se entrega anualmente desde 1984, cuyo primer ganador fue J.V. Fox; hasta la fecha una escritora como Almudena Grandes no lo haya ganado es un tanto sospechoso. Tiene que haber algo extraño para que no la hayan ni siquiera nominado. En el fondo seguro que a ella le da lo mismo puesto que su talla literaria no la va avalar ningún premio, pero a los que leemos todo lo que se pone a tiro, que Almudena Grandes no haya obtenido ninguno de los premios señalados, resulta cuando menos sospechoso. Digo yo. Marcelino Jiménez. Zaragoza.
Soy un ferviente admirador de Almudena Grandes, como gran escritora que es. Acabo de leer su último libro, LOS PACIENTES DEL DOCTOR GARCIA, y me ha parecido un maravilla. La forma de manejar los personajes, que no son pocos, las secuencias en el Madrid anterior a la Guerra de España, en plena guerra, en la División Azul, en el franquismo duro de los años 40. Fenomenal todo. Mi mas sincera felicitación por tu gran carrera como escritora. Espero con ansiedad tu próximo trabajo. Anselmo Mújica. Vigo. Pontevedra.
Me he paseado ayer por la Feria del Libro, en parte para ver que novedades podría haber de escritores sudamericanos, que siempre me han interesado. He visto, como siempre, que entre los autores más atrayentes está Almudena Grandes, como no podía ser de forma, ella polariza la atención de todo el que pasa por delante del stand donde ella presenta. Su última novela "Los pacientes del Dr. García", es uno de los libros que genera más ilusión. Manuel Posada. Madrid.
Desconocía la condición de Almudena Grandes de hincha del Atlético de Madrid; es un punto importante a su favor. Pertenecer a la familia atlética le da un plus de simpatía que no tienen otros clubes. Por eso y por su condición de gran escritora, me legro muchísimo que se le haya concedido el Premio Nacional de Narrativa 2018, por su obra "LOS PACIENTES DEL DOCTOR GARCIA". ¡¡Tenía que ser atlética, no podía ser más que así!!. Julio Alvarez. Madrid.
Totalmente de acuerdo con Almudena Grandes, con lo que escribe en su columna del día 29 de Abril en el diario El País: "EL GOBIERNO QUE SALGA DE LAS URNAS, DEBE ABORDAR CON URGENCIA L REFORMA DE LA LEY ELECTORAL. NO ES DE RECIBO QUE UNOS ESCAÑOS CUESTEN MAS Y UNOS VOTOS VALGAN MENOS QUE OTROS". Que esta Ley Electoral se hizo en la Transición y tuvo su razón de ser en aquellos años, de acuerdo, pero hoy en día no tiene fundamento alguno que un partido político como el PRC, que merece todo mi respeto con uno pocos votos más de 50.000 tengan un diputado y otros con cuatro veces más no tengan ninguno. ¿Es o no es absurdo?.Eduardo Montero. Málaga.
Pérdida irreparable. Almudena Grandes ha sido una de las mejores novelistas de los últimos treinta años. Su obra ahí está, nos la ha dejado como recuerdo imperecedero de una vida dedicada a la literatura. Su muerte nos ha caído por sorpresa y nos ha dejado el amargo sabor de una soledad que nos entristecerá durante mucho tiempo. Angela Dosbarrios. Zaragoza.
La muerte de Almudena Grandes ha sido un golpe mortal a la literatura española. Su pérdida ha dejado un hueco difícilmente reparable. Un sentimiento de orfandad nos invade a todos aquellos que amamos la literatura. R.I.P. Carmen Marín. Madrid.
Un hueco irremplazable en el mundo de las letras ha dejado la muerte de Almudena Grandes. Sus novelas que con tanto interés esperábamos los que éramos unos entusiastas de su estilo, jamás volveremos a tenerlas. Nunca te olvidaremos Almudena. Carlos de Mena. León.
Como novelista, en mi opinión, Almudena Grandes, quizás sea sino la mejor si una de las mejores plumas de los últimos años en España. Sus novelas, que es su fuerte, nada tienen que envidiar a los grandes de la literatura española. Su pérdida es irreparable y muy dificil será sustituirla. Maria Jesús Olmedo. Zaragoza.
Siempre he sido, soy y seré un verdadero admirador de Almudena Grandes, por la calidad literaria de sus obras. Ella ha sido un ejemplo de mesura, muy lejos de ser presumida y sobre todo nada dada al boato y a la apariencia. ¿Porqué digo esto?, pues por la sencilla razón de que si viviese, no aceptaría jamás que Atocha, la estación, la plaza y el entorno, cambiase su nombre por el de ella. Atocha, no tiene connotaciones franquistas, ni republicanas ni nada por el estilo, no entiendo a santo de que, la necesidad de cambiar el nombre de un lugar tan emblemático, típico e histórico por el de la gran escritora. Por cambiar, al final vamos a cambiar hasta el nombre de la capital, en vez de Madrid podíamos llamarla "Madroñiz", "Magerit" (suena muy árabe y muy histórico, que bien) o cualquier otro nombre sugerente que se le pudiera ocurrir a un sesudo ciudadano. Hay parques, calles, plazas, edificios, (por ejemplo el edificio de Cibeles donde se ubica la alcaldía), etc. etc. en los que el nombre de Almudena Grandes quedaría a las mil maravillas. Dejemos Atocha tranquila, su plaza, su entorno y su estación están bien como están, a ver quien la dice a mi abuela que ha vivido sus 91 años en el entorno de Atocha, que a partir de ahora ya no se llama así, estoy seguro que los años que viva seguirá llamando ATOCHA al entorno, a la estación y a la plaza , y yo que solo tengo 34 años, también la seguiré llamado así. Esta es la opinión de un madrileño, que tiene todo el derecho del mundo a expresar lo que siente, faltaría más. José Antonio Fernández Olmo. Madrid.
Discrepo de la opinión de Antonio Fernández Olmo, la cual por supuesto que respeto. Sin embargo yo considero que ponerle el nombre de Almudena Grandes a la estación de Atocha, me parece de lo más acertado, y no por eso la glorieta, ni la calle de Atocha van a dejar de llamarse como se han llamado siempre. En Málaga, por poner un ejemplo, la estación de ferrocarril se llama Maria Zambrano y la zona, el barrio y el entorno sigue llamándose como siempre se ha llamado. También considero que si alguien se merece que se eternice su nombre en algo muy popular y merecido es Almudena Grandes, no solamente como madrileña, sino como una de las figuras literarias importantes de las últimas décadas. Leopoldo Marín. Madrid.
Al margen de cuitas y discrepancias de si la estación de ferrocarril de Atocha debe llevar o no el nombre de Almudena Grandes. Hay una cosa que es incuestionable, esta figura de la literatura española, honor y gloria del país, ¿es o no merecedora de esa distinción?, yo creo que si. No se trata de cambiar ni el concepto de estación, ni la plaza, ni la calle, ni nada de lo que es Atocha, se trata de eternizar el nombre de la escritora que a mi entender se lo merece tanto o más que otras figuras que engalanan nuestro Madrid. ¡No seamos sectarios y que siga para adelante esta iniciativa!. Estación de ferrocarril "ALMUDENA GRANDES", que bien queda y que bien lucirá. Andrés Guijarro. Madrid.
Navegando por internet me encuentro un tuit de Alodia Clemente dueña de la librería feminista "La Rossa" de Valencia en la que expresa su sentimiento ante la desaparición de la que fue un referente de la literatura española en los últimos años. El tuit dice así: "Nos deja huérfanas. Brillante escritora e inspiradora mujer. Siempre en nuestros corazones, en nuestras mentes y en nuestra lucha". Unos sentimientos del que participamos la práctica totalidad de las mujeres no solamente españolas sino de todo el mundo. María del Carmen Alonso. Alicante.
Grande Almudena Grandes. Sin lugar a dudas una de las mejores escritoras del siglo XXI. Tu pérdida será irreparable. Juan Pérez. Madrid.
Publicar un comentario